Al otro día, estaba ella allí otra vez. Él se preguntaba a qué escuela iría, ya que era nueva en esa ciudad. Le gustaría que fuera a la suya, para así poder demostrarle al resto de sus mocosos compañeros que él era el mejor y había conseguido novia antes que todos ellos.
Al parecer había algo que lo hacía quedarse quieto y silencioso, mirándola y esperando a que ella se diera cuenta de su presencia de una manera u otra. Aprovechaba ese tiempo en el que ella estaba perdida en otro lugar, para observarla y apreciarla sin que se lo supiera.
Porque si se daba cuenta, entonces qué sentido tendría. No podía dejarle saber que le parecía una piojosa algo linda, o se le subiría a la cabeza.
No quería tener que soportar los chillidos y cosas tontas de nadie, por eso le había pregunta a ella si quería ser su novia y no a otra. Porque ella era tranquila.
Aunque a veces, lo que más le inquietaba era eso. Aquello que él más odiaba de esa rana apestosa era su silencio, el que no se le enganchara como si fuera un peluche o lo pasara mimando como sus padres y el resto de parejas hacían.
Le enojaba el que no se le acercara, que no pareciera apreciarlo como el genial novio que era. Ella tenía que sentirse igual que él, tenía que sentir su corazón latir mucho más rápido y ponerse nerviosa cuando él estaba cerca.
Qué niña más tonta, tenía seis años y no tenía ni un solo amigo. La conocía hace dos días y lo único que la había visto hacer era hamacarse y hacer silencio. Y, cuando se le ocurría decir algo, no era más que una cantidad de palabras insignificantes y llenas de porquería.
-"Bakugou-chan, ¿Por qué siempre que vienes a verme te quedas ahí parado hasta que te llame la atención?"- El chico se enfureció. De eso era lo que estaba hablando, un montón de palabras llenas de porquería.
-"¿¡Quién dijo que yo venía a verte!?"- dijo el rubio y bufó, cruzando sus brazos y frunciendo más el ceño.
La chica croó y llevó su dedo índice a su barbilla. -"Hace rato me estás mirando, desde que llegaste aquí"-
Tonta rana, era mejor cuando se quedaba callada y quieta.
-"Cállate, ya no me interesa. ¿A qué escuela vas a ir?"- La chica inclinó su cabeza, algo confundida.
-"No voy a ir a la escuela en este país. Solo vine por un mes, de vacaciones"- El chico sintió un leve dolor en el pecho, como si lo estuvieran apretando.
-"¡Eres una tonta!, ¿¡cuándo se suponía que me iba a enterar!?"- El chico no entendía, ¿Por qué no le había dicho antes?, no le servía tener una novia por tan poco tiempo. Él le había dicho que iban a estar juntos por siempre, y ella no le había dicho nada al respecto.
-"Lo lamento, Bakugou-Chan. Como dijiste que vamos a ser novios por siempre y ni siquiera me diste opción, no creí que importaría"- Bakugou formó puños con sus manos y miró al suelo, apretando sus dientes de leche.
-"¿Cómo se supone que no va a importar?, ¿se supone que espere hasta que algún día vuelvas?"- El chico bajó su voz, ahora se encontraba más triste que furioso.
-"Si tenemos toda una vida por delante, entonces no veo cuál es el problema de esperar un tiempo"- El chico que se encontraba a unos cuatro metros de distancia, caminó hacia ella hasta quedar a unos veinte centímetros.
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Katsuyu- Childhood.
FanfictionKatsuki y Tsuyu, dos niños de 6 años. La chica realmente le interesaba a él, con su peculiar aspecto y tranquilidad sobrenatural. Recordarían esa plaza y la hamaca verde por el resto de sus vidas. (Moodboard y dibujo hechos por mí)