2: ¿Asesino?

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Me cuesta trabajo creer lo que acabo de escuchar. Pero obviamente no pude ser broma, Yara trabaja en la estación y Yara no es de esas personas que mienten.

—¡Qué! ¡Cómo!

—Lo mismo me pregunto. Nadie tiene ni puta idea de cómo pasó.

Ambos caminamos a la entrada de la escuela.

—¿Te lo dijo Yara o lo escuchaste o husmeaste entre sus cosas?

—Yara me lo dijo esta mañana. Dijo que es peor que lo de tú...—se detiene y me mira como si supiera que ya lo ha arruinado, y ambos sabemos de que está hablando—...es malo, muy malo.

Después entramos a nuestro salón y de la nada, recuerdo cuando todos estábamos en un mismo salón; Alan, Axel, Kevin, Christian, Uriel, Jorge, Isabel, Diana, Sarette, Andrea y Sandra. Sarette y yo nos sentamos juntos y seguimos charlando del asesinato. Ella lo cuenta con tanta tranquila que tal vez crea que tiene garantizada su seguridad. Después-bastantes minutos después-llega mi maestro de inglés y nos explica el porqué de su retardo: alguien intento abrir su casa y le robaron el coche. Comienza a dar su clase y yo, como es de costumbre, me pierdo en mi mundo.

Siempre he imaginado bastantes cosas en la clase de inglés, pero con lo que le pasó a éste señor hoy, no puedo dejar de pensar que el siguiente podría ser yo, de hecho, pienso que podría ser cualquiera de esta escuela porque viendo bien las cosas todo está muy unido para que sea coincidencia. Primero el asesinato de mi primero, después Andrea y-creo que se llama Alexis-y su ex y ahora el intento de robo a la casa del profesor y finalmente el robo del auto de éste último.

—¡Juan Carlos!—Me grita el profesor.

—¿Sí?—Pregunto con tranquilidad.

—La dirección te necesita.

—¿Para qué?

—Parece que quieren hacerte unas preguntas.

Cierro el cuaderno y dejo la pluma dentro, me levantó y me dirijo a la puerta. Camino hasta la dirección y subo el par de escalones que están antes de la puerta de la dirección. Antes de tocar puedo escuchar la voz del director: «¿Sigue el primo de...?». Pero una voz femenina no le permite seguir. Es Yara. Toco la puerta y el director me pide que pase.

—Me dijeron que me necesitan—digo conteniendo las ganas de tomarlo por el cuello.

—Claro—contesta el señor de no más de cincuenta años—. Unos oficiales quieren hacerte unas preguntas, ¿está bien?

Asiento con la cabeza y después veo a Yara, alzo las cejas y digo su nombre. Ella pasa a mi lado, me toma de un hombre y solamente dice mi nombre antes de salir de la oficina.

—¿Conocías a las víctimas Andrea Islas y Alexis García?—Asiento—¿Eras cercano a ellos?

—Sólo a Andrea.

—¿Cuál era tu relación con ellos?

—Sólo era amigo de Andrea, normalmente Alexis se encelaba si Andrea hablaba conmigo. Tuvimos él y yo conflicto sobre eso pero no pasaba a mas. No éramos amigos.

El policía que me está haciendo las preguntas revisa un folder y lee algo unos segundos y después pregunta.

—Aquí dice que la víctima femenina se empezó a distanciar, ¿sabe por qué?

—No.

Y se la pasan interrogándome hasta que me dicen que ya ha sido todo. Llego a mi salón y de inmediato llaman a Sarette. Alrededor de unos diez minutos ella llega molesta.

Matar Es una Experiencia ExtrañaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora