6: ¿Qué Pasó Aquella Noche de Noviembre?

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La mañana es fría, la escuela es aburrida y no he dormido nada. La preocupación me mantiene despierto y la maldita duda de saber cómo está me mantiene nerviosos. 

Cuando Yara y Sarette llegan por mi, supongo que las dos se dan cuenta que tengo algo porque cuando me subo al auto, en automático Yara me pregunta si estoy bien. 

—Por supuesto que no—contesto. 

—¿Angélica?—Pregunta Sarette. Asiento con la cabeza—No te preocupes, la encontrarán. 

Al llegar a la escuela, una vez más los reporteros siguen afuera de la calle de la escuela, atacando a los estudiantes para conseguir cualquier tipo de información mientras caminan a la escuela, haciendo preguntas, hambrientos por su visión adolescente.  

Sarette se despide de su hermana y yo apenas le agito la mano haciéndole entender que le digo adiós. Sarette y yo caminamos hacia la escuela pero de un momento a otro, cambio de opinión, no podría soportar otro día cómo el de ayer, y el antepasado... 

—Hey—se acerca Sarette—, es la escuela, estaremos a salvo. Vamos.  

Mientras seguimos caminando, una reportera se acerca velozmente y grita: 

—¡¿Qué se siente ser casi brutalmente asesinado?! 

Quiero contestar, pero Sarette me toma de la mano y nos echamos a correr. Una vez dentro de la escuela, Sarette me toma de la mano y dice: 

—Relájate. Estás ya en la escuela. Nadie puede atacarte aquí. 

—Ese es el problema—respondo viéndola fijamente a los ojos—. Puede ser cualquiera y lo puede hacer en cualquier momento. 

Ambos comenzamos a caminar y ella me empieza a dar la misma explicación que Cris me daría si estuviera con él. 

—Los asesinos seriales son inteligentes, por naturaleza. Minimizan cualquier riesgo. Planean y pre-calculan cualquier riesgo. Mostrándose, en este caso, sería el mejor lavado de cerebros que podría hacer. 

—Podría estar acosándonos en este mismo momento. 

Cuanto más nos acercamos a nuestro salón, algún idiota aparece gritando con una máscara. Casi me muero del susto. 

—Yo no pondría mucha atención a la acción de un psicópata. 

Entonces me doy media vuelta y camino hacia la entrada de la escuela. 

—¡Oye!—Grita Sarette. 

Justo antes de salir, suena la campana y todos los estudiantes se amontonan en la entrada y me regresan poco a poco hasta que regreso con Sarette. 

—Esto es un error. No tengo que estar aquí. 

—Escucha, hoy tenemos que hablar con Janet sobre tu novia, ¿vale? 

Chris, Kevin e Israel aparecen entre la multitud de estudiantes, Sarette es la primera en hablarles. 

—Al fin decidieron dejar de hacerse la paja el uno al otro, ¿eh? 

—No, al fin dejamos de ir a coger—contesta Kevin. 

—Entre ustedes, ¿verdad?—Dice Sarette con una risa burlona. 

Kevin agita la cabeza y sigue caminando, mientras que Chris e Israel se detienen para saludarnos y después se van caminando.  

Sarette y yo entramos a nuestra clase de mate... y a todas las demás. 

Cuando nos dejan salir al recreo, Janet enseguida me alcanza. Sarette me echa una mirada de desaprobación pero asiento con la cabeza dándole a entender que está bien. Ella se va con Diana e Isabel. 

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⏰ Última actualización: Apr 05, 2017 ⏰

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