Capítulo 1

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13 de Septiembre.

-¡Trevor, levántate! -grita mi mamá desde el piso de abajo- ¡Ahora!

Gimo. ¿Por qué? ¿Por qué demonios hay que despertar temprano? Es horrible, no entiendo cómo hay gente que se levanta temprano por gusto.

Saco la cabeza de debajo de la almohada -ni yo sé cómo llegó ahí- y me doy la vuelta quedando boca arriba. Abro un ojo e intento conseguir mi teléfono en la mesa de noche y, por supuesto, cuando lo tengo en mano se cae al piso, obligándome a abrir ambos ojos para recogerlo. Qué linda mañana, ¿no?

7:45 AM. Vuelvo a gemir. No jodas, todavía es de madrugada. Maldito colegio. Suelto el teléfono y me vuelvo a acostar. Suspiro.

-¡Trevor, ya es tarde! ¡Levántate! -vuelve a gritar mi mamá.

-¡¿Cómo sabes si no estoy levantado ya?!

-¡Porque soy tu madre y sé que eres un vago que odia las mañanas!

-¡Si esa es la razón, ¿por qué me obligas a hacer algo que odio?!¡¿No va eso en contra de tus principios maternales?!

-¡Trevor, si no te levantas ahora te juro que lo lamentarás!

Me quito la sábana y bajo de la cama. ¿Qué te puedo decir? Mi mamá da miedo cuando se enoja. Abro la puerta de mi habitación y salgo hacia el baño.

-¡Me alegra saber que sabes lo que te conviene, amor! -dice mi mamá.

Río. Una vez en el baño, me quito el bóxer con el que dormí y entro de una vez en la ducha. Como soy el último en despertar ya no queda agua caliente, pero no importa.

El agua fría cae de golpe en mi cara. Aunque en un momento me tenso, después comienzo a relajarme. El agua me ayuda a despertar del todo y quitarme el mal humor de las mañanas. Realmente no tardo más de 10 minutos. Después de cerrar el agua, salgo de la ducha y envuelvo una toalla en mis caderas, después me acerco al lavamanos. Me alegra saber que después de la ducha, ya no tengo cara de muerto. Mientras cepillo mis dientes, ojos verdes me devuelven la mirada. Escupo, me enjuago y sonrío al espejo. Hay que darse un poco de amor de vez en cuando, ¿O no?

Salgo del baño y vuelvo a mi cuarto. Tomo un bóxer limpio, unos jeans y una camisa blanca. Mientras me visto, mi teléfono suena, cuando veo quién llama, sonrío y ruedo los ojos.

-¿Con qué clase de sueño loco me deslumbrarás hoy, Tyler?

-No tienes la menor idea, hombre -dice riendo el imbécil quien viene siendo mi mejor amigo- Está bien, entonces. Soñé que estábamos en una fiesta, genial hermano, la mejor fiesta de todas. Entonces, de repente, alguien dijo que quería comer hamburguesas de pescado, así que salimos a buscar unas y...

-¿Hamburguesas de pescado?¿Qué se supone que es eso, Tyler? Suena asqueroso.

-¿Qué voy a saber yo? Pregúntale a mi subconsciente. Ajá, como decía. Salimos a buscar unas pero entonces cuando salimos vimos a un montón de alienígenas en la calle. Por todas partes. Intentamos alejarnos pero uno puso un aparato en tufrente, te golpeo y te subió a la nave. Después desperté, no sé qué pasó contigo, espero que no hayas muerto.

Guardo silencio por un momento. Parecería increíble que después de casi 9 años, los sueños de este hombre todavía me sorprenden.

- Sinceramente, creo que deberías ver a un psicólogo, Tyler. Cada vez tus sueños son más extraños y perturbantes, hombre.

-No son tan perturbantes -responde.

- ¿Qué me dices de la vez que soñaste que estabas nadando y conseguiste un montón de cuerpos flotando con tiburones a su alrededor?

The Melody Of Her SoulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora