Capitulo 11

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Vómito.

Mi estómago se revuelve y me echo hacia adelante, pero no queda nada.
Me he acostado con él. Había follado con ese chico que me trató tan mal, y sin condón, aún estoy enamorada de él. Enamorada de todo lo relacionado con él, incluso sabiendo que no debí haber confiado en él. No otra vez.

Otra ronda de náuseas arrastra por mi garganta mientras mi teléfono vibra encima de la mesa y me da una arcada. Me aferro al retrete, maldigo mi estupidez. Un relámpago ilumina el cielo y los truenos siguen.

busco en mi bolso un pañuelo de papel. Pero lo que realmente necesito es volver atrás. Quiero rebobinar todo el estúpido día de ayer y deshacer cada decisión que había tomado. No quiero saber cómo se siente tenerlo dentro de mí otra vez. No quiero escuchar su voz profunda y dominante en mi cabeza. No quiero
saber lo que significa ser tomada por un hombre así. Quiero que las paredes de dolor que han protegido mi corazón regresen.
Las lágrimas gotean por mi cara y el trueno ruge más fuerte.

Es un error, es sólo una recaída.

Pero en el segundo que pienso esas las palabras, me duele el corazón. No quiero que ese idiota sea un error. Quiero que no sean reales todas esas cosas que dijo de mi.

Me deshago de la camisa holgada que tengo puesta y entro a la bañera que ha estado llenándose miéntras vomitaba.

Quería llorar.

El agua cae en cascada sobre mi cuerpo dolorido y todas las palabras
que han caído de sus labios anoche van en un bucle en mi mente para torturarme.

Eres una maldita Zorra. No mereces que nadie te quiera, tú no mereces a nadie, tienes suerte de que yo te haya follado.
Me das asco.... Eres asquerosa, estas más gorda que antes.

Usando jabón y champú, ni siquiera puedo quitarme su olor. Cuanto más me friego, más huelo a él. Era una tonta. Nunca debería haberme dejado creer que esto iba a funcionar.
Nunca debí haberle hablado ayer en el instituto. Nunca debí aceptar su propuesta. Nunca debí invitarlo a mi casa. Nunca debí abrirle la puerta. Nunca debí caer.

Salgo de la ducha y llevo las mantas a la lavadora, subo y me pongo la ropa más holgada que encuentro, me acuesto en la cama y termino de ver Riverdale.

Con el paso de las horas, se ha hecho tarde, pronto serán las dos y tengo que cuidar a la pequeña Kity.
Salto de la cama y me pongo algo más presentable.

    Toco el timbre de la casa y la señora Hanna me abre la puerta y me da un abrazo.

—Muchas gracias, Natalie. Adiós, espero que te vaya bien. — Se despide y pasa por mi lado, al parecer llegue tarde.

—Hola, Kitty —. Saludo y la abrazo.

—Hola, Natie. Mis hermanos salieron — Dice algo triste. Entro y nos sentamos en el sofá.

— Un momento... ¿Tienes más hermanos aparte de la chica que te dejó sola?

— Si, tengo cuatro — Mis ojos casi salen de sus órbitas.

—¿Cuatro? — tartamudeo.

—Si; Bella, Asher, Nicholas y Scott, pero no todos somos hermanos de sangre o algunos son mis medios hermanos o hermanastros.

—¿Y te llevas bien con ellos? ¿Tendré que cuidarlos a todos? — Mi rostro representa miedo.

—No, algunos ni viven conmigo. Mi único y verdadero hermano de todo todo es Asher, Bella es mi hermanastra y Scott es mi medio hermano, y Nicholas... El.. El ya no vive con nosotros, se fue de la casa justo después de saber que era adoptado.

No Te Conozco - Jacob Sartorius, Joey Birlem, Carson Lueders, Brandon RowlandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora