No Te Conozco - Jacob Sartorius, Joey Birlem, Carson Lueders, Brandon Rowland

Capítulo 10

MIERDA, MIERDA, MIERDA.

Olvidé por completo la cita con Johnny, al mirar mi celular puedo mirar la cantidad de mensajes que hay y sin contar las llamadas.

¡NO me lo va a perdonar nunca!

Intento llamar, pero se va a buzón, le llamo de nuevo y al tercer timbre, contesta.

—Hola, Johnny — Le digo con un hilo de voz.

—Natalie — Su tono es frío.

—Lo siento mucho, enserio, es que una Niña en el parque necesitaba niñera  entonces yo...

—Basta — Me interrumpe — No importa, me quedó más que claro que no quieres estar conmigo, pero no tenias que hacerme esperar dos malditas horas allá sentado. — Se escucha enojado.

—Johnny, no es como piensas, yo..

—Ya no importa. Que descanses..

—Espera, Johnny, puedes venir a mi casa, estoy sola.

Suspira — Estaré allá en diez.

Cuelga.

Suspiro y me tiro a mi cama.
Tengo que aclararle lo que pasó.

Después de unos minutos Johnny llega con unas rosas, un globo que dice «Perdoname» y chocolates.
Sonríe y me los entrega, para posteriormente dejarlo entrar.

—Los compré para ti, las personas me miraban raro — Ríe amargamente.

—Lo siento, es que... Estaba buscando empleo, voy a ser niñera de una pequeña niña.

Lo guio hasta mi habitación y el se sienta.

— Es raro volver a estar aquí — Dice al mismo tiempo que yo digo :

—Es raro volver a verte aquí.

Reímos.

Johnny

Me quedé mirando a sus hermosos ojos. Podría mentir, decirle que no tuve relaciones sexuales con Kenzie en este tiempo, esconder eso. Pero no digo nada al respecto.
Porque estúpida, idiotamente, pensaba que teníamos algo especial y quiero más. La quiero sin tener que mentir.
Claro, eso fue justo antes de que me dejase plantado.

—¿Quieres comer algo? Hay cena en el horno. — Rompe el silencio.

— Claro.

Bajamos las escaleras y vamos a la cocina, en donde pone comida en el microondas.

La abrazo por detrás justo como en los viejos tiempos.

—Tuve Sexo con Kenzie.— Suelto de repente.

Ella se echa hacia atrás.

La suelto. Pero el recuerdo de cada momento de estar dentro de ella parece que es arrancado de mi alcance.
—Nath.

Una mano se levanta y empeza a sacudir la cabeza.

Abrí la puta boca.

—Cada palabra que dije, lo dije en serio. Eso fue casual…

—¿Casual? —Ella golpea mi pecho, duro—. ¡Me has follado! y hemos follado varias veces. ¿Acaso crees que eso también fue “casual”? ¿Qué to voy por la vida follando a todo el mundo?

El disgusto de su voz, en toda su cara, me destroza. Entonces los últimos tres meses se convierten de nuevo en el presente.

— Al menos yo no me beso con ella enfrente de ti, ni enfrente de todos, ¡como tu lo haces!