A L W A Y S [HideKane]

🌻Capítulo 2🌻

"Hide, no me odies"

Narrador omnisciente

Luego de que el pequeño Hideki tomara toda su leche, Hide se fue de la casa junto con Zay. Él iría a su entrenamiento y ella a su escuela.

—¿Estan peleados? —Se atrevió a preguntar la niña cuando estaban a mitad de camino.

—No te preocupes por eso, no es nada —Posó su mano sobre su cabeza— enfocate en tener un buen día en la escuela cariño.

La niña no estaba del todo satisfecha con su respuesta. No era tonta. Sabía que algo pasaba. Y esta misma tarde lo averiguaría.

Ella y Touka eran muy cercanas, así que cada vez que algo pasaba, ella le preguntaba a Touka. Ella por lo menos, le decía la verdad. Bajo la condición de no decir nada.

Por otro lado, Kaneki se había quedado solo con Hideki en la casa.
Su cabeza no dejaba de darle vueltas al asunto.
Aunque no duraría mucho tiempo. Siempre era así.

Hide se ponía triste, no le hablaba en lo más mínimo y luego de unos días se le pasaba.

—¿Por qué siempre peleamos por lo mismo? —Se preguntaba Kaneki recostado en el marco de la puerta.

La escena de Hideki jugando con sus juguetes en la alfombra, lo hizo pensar en lo que Hide había dicho.

"Está creciendo rápido"

Era cierto, podía notarlo, y cada vez se parecía más a Hide. Parecía que solo había heredado los ojos de Kaneki y nada más.

En todo lo demás, era Hide.

—Ah... Eso me recuerda que...—Se fue unos segundos al baño para poder buscar una cajita de pastillas.

La sostuvo en sus manos unos segundos, pensando en lo que Hide quería. Aquellas pastillas... Si las tomaba, no habría embarazo. Pero... ¿Y si por solo una vez más satisfacia los deseos de Hide?

—No puedo hacer esto... Lo siento, Hide —Cerró sus ojos fuertemente antes de meterse una de ellas en la boca.

Su terror a quedar embarazado nuevamente, era más fuerte que todo. No quería otro hijo. No le importaba estar siendo egoísta con Hide... Pero no podía permitirlo... No se sentía listo.

Sentía que su familia estaba bien así, no necesitaban más miembros.

—No me odies, Hide —Un sollozo escapó de su garganta— Por favor no me odies...

Alrededor de unas cuatro horas, Hide salió de su entrenamiento. Había descargado toda tristeza y enojo en todo el entrenamiento, que hasta a sus propios compañeros les dió miedo.
Se movía con mucha rapidez y tenía una fuerza que no mostraba a menudo.

—Ahhh... Iré a Anteiku —Comenzó a caminar vagamente en esa dirección.

Cada vez que peleaba con Kaneki, era la misma rutina.
Se quedaba en Anteiku hasta que llegaba la hora de cerrar, y después volvía a casa para darle las buenas noches a sus dos hijos.
Por último, dormía en la habitación de invitados.

Claro que Kaneki se aparecía en medio de la noche queriendo dormir a su lado, pero siempre era rechazado y echado de la habitación.

—¡Que cara! —Dijo Touka apenas lo vio entrar—Pensé que estarías en tu entrenamiento.

Hide negó con su cabeza, sentandose en una de las butacas de la barra.
Tenía sus ojos vacíos, su brillo de siempre no estaba. La mirada perdida... Todo indicaba que habían discutido.

—¿Otra vez? —Se ánimo a preguntar la peliazul— Puedo notarlo en tu rostro. No tienes el mismo brillo que sueles tener cuando todo esta bien.

Él solo asintió con su cabeza. No tenía ánimos para nada,  y Touka ya estaba acostumbrada a ello.

Le sirvió una taza de café, en la cual tenía escrito "Anímate"

Eso lo hizo sonreír por unos segundos nada más. Comenzó a tomarlo lentamente cuando la puerta de Anteiku se abrió.

—¡Llegó por quien lloraban! —Grito un Ryu muy animado.

—Uy, no —Dijeron al mismo tiempo Touka y Hide.

Ryu y Miyu se habían comprometido hace pocos meses. Por lo que habían organizado un pequeño viaje para avisar a las familias de ambos.

Pero no solo por aquella noticia...

—¡Hola chicos! —Saludó Miyu entrando a la cafetería.
Fue en ese momento que Touka soltó la charola de plata que cargaba con tazas. Fijando su mirada en Miyu.

No podía creerlo.

Hide se alarmó, por lo que se dió vuelta rápidamente.

Mala idea.

Los ojos de Hide se abrieron de par en par al ver la figura de Miyu... Ella... Portaba un gran vientre...

—¡Perdón! —La peliverde se sentía culpable— Quería que fuera una pequeña sorpresa...Pero... Bueno...

Miyu se sentía confundida por las expresiones de ambos... La de Touka era de asombro y algo de nervios. Mientras que la de Hide reflejaba una inmensa tristeza.

Poco a poco los ojos de Hide comenzaban a cristalizarse... Hacía tiempo que no veía nada parecido a ello.

Comenzó a atormentarse con las escenas de Kaneki embarazado de Hideki... Cuando le dijo que serían padres, cuando le mostró la ecografía del ultrasonido, cuando le dijo que sería un niño...

No pudo más.

Las lágrimas empezaron a desbordarse por sus ojos de manera rápida. Haciendo que Touka y Miyu se acercaran rápidamente para consolarlo.

—¡H-Hide!¡Por favor deja de llorar!¡Miyu no quería hacerte sentir mal! —Dijo Touka tratando de que deje de llorar.

Pero fue inútil, lloró como nunca lo había hecho. Los deseos de ver la imagen de Kaneki embarazado nuevamente... Ya se había convertido en un sueño difícil de cumplir.

En todo este tiempo nunca había llorado como en aquél día. Sentía que ya había perdido toda esperanza por tener otro hijo.

—¡Lo siento, Hide! —Se disculpaba Miyu acariciando su cabeza— N-No fue mi intención... —Le dedico una mirada asustada a Touka, su llanto era imparable.

—¿Hide?... —Se escuchó en la puerta de Anteiku.