Segunda temporada de "Because I love him"
La vida luego de haberse casado va maravillosamemte bien. Los niños han crecido un poco y ambos estan más que felices con su vida de casados.
Pero no siempre puede ser así, lamentablemente, hay altos y bajos.
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"So beautiful and scared..."
Narrador omnisciente
La voz que resonó en la cafetería, fue motivo suficiente para que Hide cesara su llanto y se diera la vuelta rápidamente.
Kaneki estaba parado en el marco de la puerta cargando a un Hideki dormido. Había venido a buscarlo para hablar con él al respecto... Pero no contaba con encontrarselo llorando.
—H-Hide...—Lo llamó Kaneki tratando de acercarse a él— ¿Po-Por qué lloras cielo? —Se sintió estúpido al preguntarlo, el vientre de Miyu era muy grande y el motivo se podía ver a muchos kilómetros.
—¿Qué quieres?—Preguntó Hide con una voz rara.
—V-Vamos a casa y hablemos... ¿Por favor?—Abrazaba el pequeño cuerpo de Hideki contra el suyo para darle fuerzas.
Hide no dijo nada. Solo se dedicó a levantarse y caminar hacía la puerta como un zombie. Se despidió de Touka y Miyu con su mano, y emprendió camino hasta su casa.
Nadie dijo nada por todo el camino... Esto le hacía recordar un poco a cuando Kaneki aún no sabía sobre sus sentimientos.
Hideki comenzó a despertar, pero iba calladito en los brazos de Kaneki, la atmósfera no le gustaba al pequeño niño de dos años... Por lo que no tardaría en empezar a llorar.
—T-Tranquilo Hideki... Y-Ya llegamos a casa...—Trataba de tranquilizarlo meciéndolo en sus brazos, en vano.
—...Dámelo... —Pidió Hide dándose la vuelta con la cabeza agachada.
Kaneki asintió levemente pasándolo a sus brazos. El niño automáticamente cesó su llanto, comenzando a jugar con el cabello algo largo de su padre.
Eso lo entretuvo hasta llegar a la comodidad de su hogar, donde Hide lo depositó en un corralito repleto de juguetes.
—Hide...—Kaneki fue el primero en hablar—No quiero que me odies... No quiero eso... Yo se que quieres tener otro hijo pero... Pero...—Sus ojos empezaban a acumularse de lágrimas— Tengo mucho miedo... Me costó mucho volver a estar en forma... Las estrías por todo mi abdomen y pecho... Incluso en mis piernas... Me sentía completamente fuera de lugar después de que Hideki nació... Me daba asco mi cuerpo... Y me preguntaba constantemente lo que tu pensabas... —Hizo una pausa para poder mirar de reojo a Hide— Sentía que no te gustaba mi cuerpo lleno de marcas horribles... Por lo que en estos dos años solo me he dedicado a volver a tener mi cuerpo como antes...
—¿¡Cómo te atreves a decirme eso!? —Preguntó Hide ya cansado—¿En qué momento yo dije que me disgustaba tu cuerpo?¡Dime! —Se tomó fuertemente del cabello antes de dejar salir unas cuantas lágrimas— ¿Es por eso?¿Por que supuestamente me disgustaba tu cuerpo luego de que naciera mi más grande tesoro?¿Es enserio? —Tomó un poco de aire para poder tranquilizarse.
—L-Lo siento Hide...—Kaneki comenzaba a llorar y a tener hipo— No me odies por favor... Si vuelvo a quedar embarazado... Aparecerán esas marcas horribles de nuevo... —Se limpiaba los ojos con la manga de su camisa.
Hide resopló pesadamente antes de poder envolverlo en sus brazos. A él nunca le pareció desagradable nada del cuerpo de Kaneki, para él todas esas estrías y marcas eran tan hermosas. Lo llenaban de recuerdos felices. Le recordaba como fue que llegaron a crear a su lindo y tierno hijo.
Una cosa que Kaneki no sabía de Hide, es que siempre que podía dejaba besos en esas marcas. Ya sean largas o cortas... Siempre que tenía el cuerpo desnudo de Kaneki a su lado, buscaba esas [no tan visibles ahora] marcas para dejar besos sobre ellas.
Con delicadeza, el pelinaranja escondió su cabeza en el cuello de Kaneki.
—Eres tan hermoso cuando estás asustado...—Mencionó Hide buscando entrelazar sus manos— todas esas horribles marcas que dices tener, son tan hermosas para mí. Me recuerdan a como fue que llegamos al día de hoy —Le dedicó una mirada a su bebé sentado en el corral con sus juguetes— Me recuerdan como fue que creamos a nuestro lindo Hideki... Y me hacen sentir que soy el único al que acepta tu hermoso ser —Empezó a desabotonar la camisa del peliblanco, dejando a la vista unas lindas y no tan visibles estrías. Empezando a besar una por una— Yo amo todo lo que tenga que ver contigo. Desde la punta de tus pies hasta el último cabello de tu cabeza. Te amo completamente, Kaneki... Entiéndelo —Buscó que sus ojos se encontrarán, pero Kaneki tenía su cabeza agachada.
—Hide es tan dulce conmigo...—Sollozaba por lo bajo agarrando sus manos— Siento que no merezco tener a Hide a mi lado...—Empezaba a ocultarse entre sus brazos— Lo siento mucho Hide... No quiero volver a pelear de nuevo...—Sorbía mocos—Prometo tratar de amar mi cuerpo de la manera que sea...
—Eso me gusta —Sonrió un poco besando su mejilla repetidas veces— Eres tan hermoso... No digas esas cosas nunca más Kaneki. Eres perfecto en todos los aspectos—Hide depositó varios y cortos besos hasta llegar a sus labios— Te amo ¿Si?—Depositó un lindo y largo beso en sus labios antes de que pudiera decir algo—La próxima vez dime las cosas a la primera... No esperes que las cosas se pongan peor...
—Lo sé, Hide...—Se acurrucó en su cuerpo felizmente de que ya esten bien— Yo también te amo...
Pasaron unos cuantos minutos abrazados, sin decirse nada. Kaneki estaba pensativo y Hide solo se dedicaba a acariciar su cintura, depositar besos en donde quisiera...
Podían pasarse horas allí, solo disfrutando de la compañía del otro.
—Hide...—Lo llamó una vez pasados unos 5 minutos.
—¿Qué pasa?—Preguntó besuqueando su clavícula.
El peliblanco soltó un pequeño gemido debido al repentino acto de su amado.
—Tengamos más bebés —Dijo Kaneki con una sonrisa—Quiero más bebés.
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