A L W A Y S [HideKane]

🌻Capítulo 4🌻

"Supermercado"

Narrador omnisciente

Al pasar unos días, Kaneki se había despertado más temprano de lo usual.
Debía organizar la fiesta de cumpleaños para Zay, la cual se festejaba dentro de unos días.

—¡Hide!¡Despierta! —Lo sacudió— Dijiste que hoy llevarías a Hideki con Kimi, la cita es a las 9:00.

— Solo cinco minutos más... —Se tapó la cabeza con la almohada.

—Ohh... Y que yo quería un rápido en la mañana... Que pena—Fingió Kaneki levantándose de la cama.

Pero Hide se lo impidió. Rodeando su cintura con unos de sus brazos.
Se sabía todos y cada uno de los trucos de Kaneki para levantarlo temprano.

—Son las seis de la mañana, quédate un rato conmigo —Le pidió con su cara enterrada en la almohada.

Habló con un tono tan dulce, que Kaneki no pudo evitar caer a su lado nuevamente.

Desde aquél ángulo, podía ver perfectamente su espalda —que con tanto ejercicio se ensanchó— cubierta de algunos rasguños de sus propias uñas; algunas recientes y otras viejas.

—¿Tienes mucho sueño? Te dije que te durmieras temprano anoche... —Le dijo Kaneki cuando Hide se acomodaba en él, escondiendo su rostro en aquél cuello pálido.

—Tenía que terminar esas estrategias para hoy, no podía dormir sin terminarlo —Se quejó.

Últimamente estaban teniendo muchos partidos, y a todos los jugadores les pedían estrategias para cualquier cosa que pasara. Ocasionando que Hide se quedara casi toda la noche despierto. Eso le molestaba mucho a Kaneki, Hide no estaba durmiendo ni comiendo bien por culpa de ello.

—¿Por qué no pides unas vacaciones? —Se atrevió a preguntar— No me gusta verte así, vas a terminar desmayándote del cansancio y del hambre.

—Si… yo también quiero unas vacaciones… —Se levantó de la cama como pudo, y tomó la primera prenda que vio en el armario— Solo tengo que aguantar unas dos semanas más y podré hacerlo, no te preocupes cariño. —Terminó de vestirse, besó la frente de Kaneki y se dirigió a la habitación de su hijo.

Kaneki se quedó unos segundos en la cama pensativo, pero no duro mucho tiempo en ella. Tenía que ir al supermercado con Zay. No podía retrasarse.
Tomó su ropa, y empezó a vestirse con rapidez. “Seguramente Zay ya esta despierta”… “No, imposible” Pensó al mirar la hora.
Tal vez iban muy temprano, así que la dejó dormir un poco más.

Bajó las escaleras y se direcciono a la cocina, para encontrarse con Hide de espaldas, con un inquieto Hideki en sus brazos.

—Tranquilo, la estoy cortando —Decía Hide para su niño, quien se estaba impacientando por su manzana.