Lista de compras para enamorar al cajero de un 7-Eleven.

Papas fritas.

La primera vez que Thor vio a Loki fue ese día donde tenía un antojo,  en realidad tenía hambre, muy grande de papas fritas, entró a esa tienda que estaba relativamente cerca de su apartamento, y vio a ese chico de cabello largo, sentado al otro lado de la caja revisando su teléfono celular, riendo cuando veía la pantalla.

Thor caminó hacia el pasillo de las frituras y ubicó con la mirada sus papitas favoritas, con queso extra, porque le encanta el queso, en toda comida, en perros calientes, frituras, hamburguesas, en pan, en su café de la mañana... No, eso ya sería muy extremo incluso para su gusto por el queso.

Pero le encantaba en las papitas, tomó unas cinco bolsas de esas cosas que le manchaban los dedos cada que tomaba una y al final de la bolsa sus dedos quedaban repletos de queso, y las llevo hacia la caja, para después sacar su cartera para pagar por estas.

Y vio más de cerca al chico, sus negros cabellos, sus ojos grises con detalles verdes, su piel blanca y la graciosa liguilla con la que amarraba su pelo.

'Loki Laufeyson' era lo que decía en el gafete de este chico y el uniforme verde daba un contraste maravilloso  con su cabello, Thor pasó al rededor de cinco minutos observando como los dedos de Loki pasaban por su teléfono celular o a veces escribían algo.

Loki se levantó del banco con rapidez y se puso un poco nervioso, en serio, la primera semana de su trabajo y ya lo empezaba a hacer todo mal.

—Perdona, no te vi, debiste hablarme— tomó una de las bolsas de papitas y la cobró, tecleó algo en la computadora e instantáneamente las bolsas ya estaban registradas, y listas para ser pagadas... y comidas— soy un tonto, en serio perdona, son tres dólares con cuarenta y cinco.

—No te preocupes, me diste tiempo para pensar por un rato— Thor sacó el dinero de su cartera, que también había quedado en sus manos por cinco minutos, mientras violaba con la mirada al pobre chico de la caja.

El dinero llegó a manos de Loki y él lo metió a la caja registradora, tomó una bolsa de plástico y ahí echó todas las papitas fritas, al terminar esto le entregó la bolsa al rubio y sonrió levemente.

—De nuevo, lo siento, que pases una buena tarde con tus bolsas de papitas— habló Loki con un poco de ironía lo que hizo sonreír a Thor, quien pensaba "A parte de guapo tiene humor, que chico tan perfecto, debería llevármelo a casa".

—No te preocupes, Loki— y Thor se atrevió, pero que bueno que lo hizo porque recibió una de esas sonrisas que le empezaban a gustar.

Thor salió de la tienda y se burló de si mismo, como tan rápido le podía gustar alguien...

De ahora en adelante iría todas las veces que fuera posible a ese 7-eleven, porque Thor iba a enamorar a Loki Laufeyson.

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