Extra Final

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- Deku....

- No

- Hazlo maldita sea.

- Kacchan no.

- Kacchan si – Midoriya Izuku sostuvo la mano que se acercaba amenazante con un "objeto no identificado" hacia su rostro.

- Kacchan ya... lo dije ¡no usare lápiz labial!

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Katsuki resoplo con fastidio a su tasa de té.

Sabía que no debía involucrarse con un menos por esa misma razón.

- Kacchan... - demasiado infantil- Kacchan no puedo pedirte disculpas por ese golpe, t-te lo merecías por malo.

La vena en su frente se inflamo aún más a las palabras del pecoso que nervioso movía sus manos en la mesa sin tocar su propia taza de té.

- Cállate o te matare, maldito nerd.

- Pero Kacchan...

El pecoso inflo los cachetes en un puchero triste, y Katsuki sabía que se tenía que controlar para no tomarlo en sus fuertes brazos y hacerle el amor como un depravado sexual.

Al menos no cuando estaba tan enfadado por llevar una mano marcando el lado derecho de su rostro.

- Termina tu desayuno de una vez.- hablo rudo, llevando los cubiertos hacia al lavadero de su cocina de estilo americano.

No era la primera vez que Izuku se quedaba a dormir a su departamento después de pasar a tercer año en la academia de Yuuei. Además ¿Quién no querría ir al departamento del gran Katsuki Bakugou? Un departamento elegante y lujoso, pero con el suficiente espacio para una persona... o al menos lo era antes de que el mismo tomara la iniciativa de raptar más seguido de lo que le gustaría al heredero del One For All.

Después del retiro de All Might, y como Endevor como el nuevo número 1, Katsuki sabía que estaba al mismo nivel que Hawks, si es que no era mejor, pero aún era un "nuevo" en la industria, así que solo debía ganar más experiencia para que esos bastardos pusiera agachar sus mugrientas cabeza y darle el primer puesto como lo merecía.

- Kacchan... no te enfades por favor.- unos delgados pero tonificados brazos le abrazaron desde la espalda.- ya debo regresar a casa, no me gustaría que te nuestros últimos momentos sean enfadados uno con el otro- la manos de Midoriya se aferraron más al cuerpo de Katsuki, sin saber el control que el mayor estaba teniendo ante la ternura natural del peliverde.

A la mierda el autocontrol.

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Unos murmullos se escuchaban por el pasillo, casi inaudibles, pero Katsuki con su entrenamiento de héroe tenía el sueño ligero y contaba con una excelente audición.
Suspiro en la almohada notando que ya estaba oscuro.

Los murmullos eran de Midoriya quien al parecer hablaba con su madre por teléfono.

- No te preocupes mamá, si estaré bien, Kacchan es muy amable por ayudarme en las tutorías. Si, le agradecer apropiadamente.

Katsuki sonrió con lujuria aun tumbado en el lecho, sin querer moverse para cubrir su desnudo torso. El olor a comida casera y te inundaba el ambiente, haciendo su estómago resonar de hambre, a pesar de que la pereza era más seductora con una cama que olía a Deku.

Hora puntaWhere stories live. Discover now