No era una de las maravillas del mundo, tampoco compuso la mejor sinfonía de Beethoven ni se acercaba a como bailaba Michael Jackson. Pero creerme que no era necesario convertirse en una leyenda ni tampoco intentarlo. Teniendo su sonrisa cerca de la mía ya era suficiente, sabiendo que yo era el motivo de ella. Sólo con eso ya era el más feliz del mundo.
- Toarts
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Hoy son textos, mañana lecciones.
RandomEn este libro encontrarás textos generalmente variados; desde los versos más bonitos y románticos hasta llegar a los más fríos y reflexivos. Desde los sentimientos más vacíos de tristeza hasta los más llenos de felicidad. Dependiendo de mí día a día...