Tú tienes una sonrisa hermosa, tus finos labios rosas me matan cada vez que los pruebo, son veneno dulce que quema, que arde.
Tú te cuelas por mi mente, por mis venas.
Lo rompes todo a tu paso, pero, a la vez, todo lo que has construido es demasiado como para enterrarlo dentro de mi, como para ocultarlo.
Empiezo a creer que tú es el único, el único que puede mantenerme como loco buscando un negro tan dulce, tan profundo como tu cabello.
El único que puede mantenerse de pie cuando todo alrededor se viene abajo, cuando yo me quiebro.
Debo admitir que quedé confundido, incluso anonadado cuando vi de cerca el dibujo que hiciste para mi, tanta belleza en una sola imagen, tanto amor en unas cuantas pinceladas.
Lo veo de nuevo colgado en la pared, ahí junto a una foto en la que sonríes de una manera tan especial que me recuerda porque estoy haciendo esto ahora.Suspiro pesadamente, dejo que el valor se escape por la llema de mis dedos, pero lo recobro al tocar mi nervioso reflejo, tembloroso arreglo mi cabello por última vez.
Paso a paso me acerco a la puerta de la salida, respiro con dificultad, y no puedo sacarte de mi mente. Mis dedos fríos dudan en girar la perilla pero ya es muy tarde para volver, ya estoy a nada de la meta, ya estoy a escasos minutos de la felicidad.Te veo a lo lejos, en tu banca favorita, esa que está a la sombra del árbol de cual no recuerdo el nombre. Estás usando esa camiseta negra que tanto te gusta, tu cabello mojado, hace poco te habías hecho un corte, así te ves aún más joven. Tus ojos verdes perdidos en un libro del que no puedo ver el título, y en tu mano tu ya habitual taza de café que recita "this might be Vodka".
Estás tan concentrado, tan perdido que no logras notar todo lo que está a tu alrededor, ni siquiera notaste que acabo de tropezar, y en realidad lo agradezco, hubiera eliminado la magia del momento.Hoy más que nunca pienso que tú eres el único, y nadie lo puede cambiar.
Estoy a escasos 2 metros de ti, tú sigues sin notarme, miro hacia atrás de ti donde una mano me da la señal.
-Cariño.- Tú elevaste la mirada, sentí la electricidad recorrer cada centímetro de mi espalda en cuanto tu mirada chocó contra la mía.
-¿Está todo bien? -Dijiste al sonreír, te imité y miré el pañuelo en mi mano.
-Sí, sólo te tengo una sorpresa, necesito vendarte los ojos. - Cerraste tu libro, tomaste el último trago de tu café y te pusiste de pie con ayuda de mi mano.
-Guíame hacia mi muerte si quieres.- dijiste sarcástico. Te cubrí los ojos y te llevé de la mano al lugar mágico.
-Estamos aquí, mira a tu alrededor - te quitaste la venda, yo estaba atrás de ti esperando incado, nervioso a morir. Esperaba tu mirada sarcástica y confundida que mostrabas a todo mundo, no esa sonrisa y lágrimas que sólo salían cuando estamos a solas.-Loki, hemos pasado por mucho juntos, no queda duda en el amor que nos tenemos el uno al otro. En serio creo que tú podrías quien se quede a mi lado por toda la vida, y no me parecería mala idea.- tomé aire, tú me mirabas mudo. Yo me puse de pie. - No me parecería mala idea pasar una eternidad viviendo a base de té, café y libros. No me quejaría de ver como nuestros rostros se van arrugando frente al mismo espejo. No me molestaría que me llamaran tu esposo.
No me molestaría porque es lo que más deseo en esta vida. - Tomé aire nuevamente. -Loki, ¿me harías el honor de cumplir mi mayor deseo en esta vida? -
-Si- lograste decir entre sollozos, me abrazaste tan rápido que no pude colocarte el anillo que hice especialmente para ti. A pesar de estar rodeados de nuestros amigos parecía que sólo éramos tú y yo, abrazados, susurrando "te amo" como si fuera lo único que supiéramos decir.
Sí, tú eres el único en mi vida.
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WinterFrost One Shots
FanfictionSong-fic de este ship no muy popular, pero si hermoso. Disfruten.