Tan sólo había pasado un mes desde que habías sido confinado a vivir entre nosotros, no pusiste resistencia alguna, pero a leguas hasta tu hermano podía notar que no estabas bien.
De cierta manera tu corazón se podría interpretar como una estrella: un trozo de él se desprendió y prácticamente aterrizó en el mío. Era como si cada vez tu corazón se desmoronase más rápido y fueras dejando trozos de él por donde pasaras, pero casi nadie lo notaba.
De momento era como si ese trozo de obscuridad me hubiese dejado ciego, no podía ver nada, no notaba las estrellas ni la luna, sólo me enfocaba en tus ojos verdes.Podrían pasar los días, y yo no era capaz de sentirlos, no veía los amaneceres, ni el anochecer, solamente la penumbra de la noche en la que me habías envuelto. No había experimentado tal obscuridad en mi interior desde que fui un experimento ruso.
-Buenos días soldado, ¿acaso no duermes? -
Me dijiste tan elegante, con una voz aterciopelada. Y hasta ese momento pude darme cuenta de la hora.
-No me dí cuenta de la hora, ¿tú qué haces despierto? - Mencioné perdido en tus movimientos, preparabas un café.
-Terrores nocturnos, o como los llaman aquí: pesadillas. Tú debes comprender eso, ¿no?-
Una sonrisa extraña se impregnó en tu cara, me acerqué cuidadosamente, pensando en ti como en un ciervo, cualquier movimiento brusco haría que salgas corriendo. Tu sonrisa se borró en cuanto tomé tu mano. Pareciera que el tiempo se había detenido, podía sentir el latir de tu corazón.
-Aún tienes corazón. - Se escapó de mis labios.
Me miraste ligeramente ofendido y alejaste la mano.
-Con su permiso, me retiro.
-Creo que te quiero.- Susurré al verte lejos.Tanto tiempo había pasado desde ese pequeño suceso, y yo lo único que hacía era hundirme más en la obscuridad de quererte en silencio. Y ahora, aquí estábamos, a unos cuantos metros de distancia, peleando por nuestras vidas; no sé quién era el enemigo, sólo sé que todos los monstruos se lanzaban hacia ti.
-¡Loki!- se escuchó el grito desesperado de tu hermano, lanzaste algo hacia él y las criaturas se desplazaron hacia allá; al mismo tiempo tú caías al suelo.
Corrí hacia ti y tomé tu cabeza.
-Hey, quédate conmigo, no te vayas, vas a salir de esta- dije asustado buscando parar el sangrado en tu abdomen.
-Buenos días Soldado, veo que tú también tienes corazón.- me sonreíste adolorido mientras apretabas mi mano, sentía tu pulso acelerado. Aún el cielo estaba obscuro, se apreciaban la luna y las estrellas, el gélido viento movía nuestros cabellos, el silencio se instaló en el ambiente y te sentí helarte ante mi.
-Creo que también te quiero.
Entonces, sentí ese constante golpeteo parar, y me sentí sólo en la obscuridad de la madrugada y al abrazarte me convertí en uno con la obscuridad. En el cielo el amanecer se realizaba, pero el cielo nublado no dejaba ver luz alguna. En mi mente tracé mil mapas para encontrarte y mantenerme a tu lado.
De la nada sentí el pulso una vez más, vi una silueta a mi lado, no reconocí quién era pues de la nada mis ojos se nublaron, pues ahora tú estabas en la obscuridad una vez más, pero a mi lado.
-No creas que me vas a hacer llorarte una vez más, hermano- Habló lloroso Thor.
-¿Quieres callarte? Estoy tratando de morir aquí. - Dijiste molesto, te abracé.
-Tus ojos brillan más bonito que las estrellas soldado, me gustaría verlos un rato más, pero no es placentero estar desangrandome.-
-Te veo allá. - Me dedicaste esa sonrisa aterciopelada, mientras tu hermano te ayudaba a pararte.
Al final la oscuridad se disipó, y lejos de ser iluminado por el sol, fuiste tú con tus ojos color esmeralda y tu sonrisa afilada.
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WinterFrost One Shots
FanfictionSong-fic de este ship no muy popular, pero si hermoso. Disfruten.