WinterFrost One Shots

War of Hearts- Ruelle

Siempre vienes a mi en las las cansadas noches, sabes que espero por ti.
-Hice horas extras. ¿Cómo estuvo tu día?- recitas como cada vez que llegas demasiado tarde, pero nunca me escuchabas, sólo escuchaba tu pesada respiración en la obscuridad de la habitación.
Pero últimamente no puedo dormir tranquilo al escuchar ese pretexto, al vivir en esta soledad, los pensamientos me devoran, la idea de que puedes estar viendo a alguien más.

-Tal vez no he sido buen esposo, tal vez ya se cansó de mi.- le dije a Wanda, la única a la que podía decirle mis sospechas sin que me tomara por loco.  Ella me miró ligeramente triste.
-Aprovecha que es su aniversario. Cambia la rutina. - Me dio una sonrisa melancólica.

Me dirigí hacia una florería, antes de llegar pude distinguir la silueta de James saliendo con unas flores color rosa. No pude evitar pensar que eran para mi, no me gustaba el rosa pero el detalle era lo que contaba; además, tal vez por la fecha hoy había salido temprano para darme la sorpresa, tendría que apresurarme. Todo se arreglaría.

Esperé pacientemente en casa. Una, dos horas, la comida que preparé especialmente se había enfriado. Resignado miré por la ventana y lo vi llegar en el auto de Steve.
-Espera- se oyó de la voz de él rubio antes de que bajara de su auto. Te acomodó la camisa y limpió tu mejilla, en donde pude notar, había labial. Me volví hacia las flores rojas y con tristeza las puse en la basura.
-Ah, estás despierto. - Dijiste extrañamente sorprendido viendo la cena.
-Aún son las 7, no es tan tarde como otros días. - Dije con los brazos cruzados, casi abrazandome.
-¿Me olvidé de algo?- Señalaste la mesa, sentí la amargura instalarse en mi garganta
-No, sólo quise hacer un detalle, cena, yo no tengo hambre. - Le di una sonrisa falsa y me limité a encerrarme en nuestro cuarto.

No puedo evitar amarte, incluso si últimamente he tratado de no hacerlo. Las sombras de la tristeza y el coraje toman fuerza en mi. Pero me preguntó porqué. ¿No soy buen esposo? ¿O es acaso por mi naturaleza? ¿Por mi fama de mentiroso? ¿Acaso él me ve como un monstruo como los demás lo hacían antes? ¿Y si realmente jamás me amó? ¿Acaso me repudia como lo hacían en Asgard?
No puedo evitar amarte, a pesar de lo que haces, sé que moriría sin ti.
Pensé en lo que habíamos vivido, en nuestra boda, esa sonrisa me había mentido, esa mirada me había traicionado.

Impulsado por el dolor tomé una maleta y comencé a guardar tus cosas rápidamente. Miré la argolla en mi dedo, esta ya había perdido el significado.
Salí del cuarto dispuesto a encararte.
-¿Quién es ella? - Me miraste sorprendido.
-¿De qué hablas Loki?
-Te vi en la mañana comprandole flores y hace rato cuando te dejo Steve te limpió su labial, ¿quién es? - Dije lo más tranquilo posible. Tú no hablabas. Me quité el anillo y te lo mostré mientras las lágrimas se dedicaban a inundar mi mirada, pero no te daría el gusto.
-¿Acaso esto significa algo para ti?- Bajaste la mirada. - ¿Porqué lo hiciste?
-No fue- te interrumpí
-No, ¿porqué hiciste la promesa de amarme por siempre si no la cumplirías?
-Lo siento. - Te limitaste a susurrar.
-No, perdóname a mi. -Al oír esto levantaste la mirada.- Porque a pesar de esto te sigo amando.
Te quedaste viendo a la maleta que se encontraba a un lado de mi.
-Es para ti, no te quiero ver.
-Entiendo.- te limitaste a decir mientras te acercabas para tomar la maleta. Al llegar a mi lado te entregué la argolla, me miraste arrepentido, pero así no funcionaban las cosas.
-Feliz Aniversario.- No dijiste nada, sólo te marchaste sin mirar atrás.
Y por meses seguí amandote, esperándote, aunque sabía que no debía hacerlo, sentía que moría estando lejos de ti.
Wanda dijo que habías dejado a aquella mujer, pero sé que miente. Dice que haga mi vida de nuevo, pero mi vida eras tú. 
No puedo evitar que la tristeza me consuma, pues mi corazón sigue en guerra con mi razón; y sé, que en una guerra lo que queda es sólo un campo vacío, ese campo en el que solías estar tú.