Karma x reader

Fuera de control

Hacía un día que mi madre no venía a casa. A veces pasaba, pero normalmente avisaba. Bajé a la cocina y.... No. No puede ser, estaba muerta. Le habían apuñalado en el pecho, estaba tirada en el suelo. Miré mis manos, estaban llenas de algo rojo y húmedo. No había nadie en la casa. Podría ser ¿que la hubiera matado yo?

Me incorpore sudando con un grito. Mis manos estaban húmedas, pero solo era sudor. Respiré cada vez más despacio. Me levante, necesitaba ir a la cocina, pero no había nadie. Fui a la habitación de mi madre, pero no había nadie. Eran las 5 de la mañana, ni de broma iba a volver a dormir. Me vestí y me aseé. Salí a la calle. Tampoco es que tuviera muchas ganas en ese momento de estar en la solitaria calle sin salida, así que hice lo que debería de hacer en unas dos horas y media, irme al instituto. No estaba bien.

Una vez arriba en la montaña, me senté en mi sitio y empecé a llorar. Nunca lloraba: ni cuando me rompí el brazo hace dos años, ni cuando me peleaba, ni de rabia, ni de felicidad, ni cuando Karma dejó de hablarnos, ni cuando mis padres se divorciaron y tampoco cuando mi padre murió. En esos casos solía enfadarme. Supongo que estaba desahogándome de demasiadas cosas a la vez.

De repente se abrió la puerta y entró Korosensei.

-¡Ahhhhhhhhh! Nikamura-san ¿Que haces tan temprano?

-No podía dormir, supongo.-Dije con una voz suave y los ojos hinchados.

-Es evidente que no estas bien, puedes contarme lo que quieras.

Permanecí callada.

-Soy tu profesor.

-Es... Es el asesinato. He soñado que mataba a mi madre. He llorado por primera ves después de más de 9 años. He visto a alguien después de dos años y no se como reaccionar.

-Si quieres, puedes dejar el asesinato. No pasa nada, me dedicaré a darte clase.

-Ni de broma. El asesinato me hacer sentir... Viva, pero tengo que concienciarme. Además, no quiero asesinar a nadie de verdad, excepto a ti. ¿No querrás perderme como contrincante? Por que seré yo quien te mate.

-Nyu ju ju ju ju. Estaré esperando.

Y volví a llorar. Parecía tonta, pero lo necesitaba. Quizás también lloraba por que sabía que algún momento no estaría aquí. O korosensei. No lo sé, y tampoco se lo que pasó ahora; abracé a Korosensei y grité con todas mis fuerzas, en otras palabras, estaba abrazando a mi objetivo y a mi profesor. Creo que él me ha ayudado más que cualquier persona que conozco.

Fui al cuarto de baño y avisé a Nakamura de que hoy no iba a clase con ella. Ella ya estaba bien. Me lavé la cara y salí del baño, al entrar me encontré con Karma y Naguisa. Naguisa me saludó, así que yo fingí que todo iba bien:

-Hola Naguisa, akabane-kun. - dije entre risas- espera, esto es nuevo, Akabane sin saltarse la primera hora.

-Por algo hay que empezar, además no quiero perderme ni una sola oportunidad de asesinarlo. - Me sorprendió que hace un tiempo pensé algo parecido, pero no iba por ese camino exactamente.

En el recreo conseguí apartar unos segundos a Naguisa de Karma para preguntarle sobre él, pero él habló primero:

-¿Desde cuando llamas a Karma por su apellido?

-Desde que... si.- dije recordando la conversación de ayer, y Naguisa no preguntó nada más- ¿Por que estas con Akabane como si no pasara nada?

-yuun, dejamos de hablar, pero también fue culpa mía. Y tampoco le voy a guardar rencor. Podemos quedar un día los tres. Karma sigue como siempre.