6

1.6K 163 13
                                    

Capítulo VI: «Under the rain.»

[POV Dove]

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

[POV Dove]

No podía distinguir el brillo de sus ojos, no sabia si eran lágrimas de tristeza por lo ocurrido, o lágrimas de agradecimiento hacía mi. Su fina sonrisa me hizo decidirme por la segunda opción. Nos quedamos un largo momento abrazadas, en completo silencio. Nadie queria romperlo, tampoco era necesario, así que simplemente nos quedamos en silencio. Hasta que el móvil de Shawn empezará a sonar de manera molesta, haciéndome retroceder para mirar la pantalla. Mi corazón casi estalló al ver el número desconocido de Cameron, no tardé en contestar.

—¿Dove? ¿Dónde coño estás llevo siglo intentando encontrarte?

—¿Tienes a Chandler?

—Pensaba que lo tenías tú.. —Dijo con una fina voz casi inaudible, y un nudo se me formó en la garganta. Incapaz de contestar tragué saliva y respiré hondo.

—Lo encontraremos. Estoy en una gasolinera cerca del Bronx.

—Mándame la ubicación, no tardaré.

—¿No encontró tu hermano? —Preguntó Sofía después de unos segundos en silencio, asentí despacio antes de suspirar y subir la mirada hacía ella.

Sus ojos eran aún brillosos, pero con una intensidad diferente, el color de sus ojos cambiaban según su emoción. Cuando la encontré atada, eran oscuros, poco a poco se iban aclarando. Con Shawn se volvieron a oscurecer, y ahora de nuevo se volvían a aclaras, convirtiéndose en un color esmeralda precioso. Sus labios eran finos, con una pequeña curva en el lado derecho cada vez que notaba mis atentos ojos observando cada detalle de su rostro. Su piel era blanca con las mejillas sonrojadas que la convertían en la persona más adorable que hubiera visto en toda mi vida.

—Me estás observando.. —Susurró antes de dejar escapar una pequeña y dulce risa que se convirtio por un instante en el sonido más hermoso que había escuchado en todo el día, tal vez hasta en toda la semana.

—No, solo te estoy admirando. —Contesté haciendo que su sonrojo se volviera aún más fuerte.

—Observando. —Repitió riendo después de unos segundos.

—¿Te molesta? —Pregunté frunciendo las cejas antes de sonreír unos segundos.

—No. —Contestó en seguida haciendo que mi pequeña sonrisa desapareciera, por un momento quise acercarme y besarla.

Sus labios rosados, su respiración controlada y su cuerpo llamándome a gritos, y tal vez lo hubiera echo si el motor de un coche no me hubiera cambiado las ideas al instante.

—¿Tu amigo ya ha llegado?

—Aún no le he mandado la ubicación. —Susurré haciendo que temblará y se pusiera más recta.

Pose mi mano sobre su cadera y la empujé suavemente para que se pusiera detrás de mi. Le susurré que se callará y que se quedará ahí. Sentí su mano agarrar con fuerza mi chaqueta haciéndome voltear.

—Ten cuidado.

Me quedé unos segundos mirándola antes de coger la pistola que habia tirado a un lado al matar a Shawn y en silencio abri la puerta.

El motor del coche fuera se apagó dejando el silencio aún más incómodo. Las luces del coche se apagaron y la puerta se cerró, los pasos eran de una sola persona, eran pesados, eran de un hombre.. Un hombre fuerte y probablemente alto. Cerré los ojos unos segundos antes de mandar con rapidez la ubicación a Cameron, añadandole un: Ven pronto. Me asomé despacio para poder tener un campo de visión algo superior al que tenía el hombre. Como dicho, era alto, castaño y fuerte. Debía de ser de las fuerzas armadas.. Mínimo. En otras palabras no tenía oportunidades ningunas contra él en cuerpo a cuerpo, tenia que elaborar un plan en menos de dos minutos o moriría hoy mismo.

Lo escuché escupir antes de entrar en la tienda bostezando, el ruido de sus botas daba miedo. En realidad todo él daba miedo. Decidí retroceder y volver al baño donde Sofía me esperaba sentada en un rincón, levantó la cabeza sonriendo pero se borró al verme cerrar la puerta con pestillo.

—Tenemos que salir de aquí, ya. —Dije con prisas, y me miró asustada antes de asentir.

—¿Por la ventana? —Preguntó señalando la pequeña ventana a lo alto de los baños.

—Podemos pasar por ahí.

—Si, pero, ¿Como llegamos hasta ahí?

Me quedé unos segundos mirando hasta entrar en una de las puertas de los baños y subirme sobre el retrete.

—Te haré la escalera, venga.

—¿Y tú?

—Soy acróbata, ya me las apañó, venga. —Me miró con desaprobación pero al oír como el hombre intentaba abrir la puerta de los baños no dijo nada y la ayudé a alzarse hacía la ventana.

Una vez cogida, la empujé suavemente hacía arriba, y uno de mis dedos se deslizó sobre la zona blanda de su trasera, haciéndola voltear hacía mí totalmente sonrojada.

—Perdón. —Susurré sonriendo.

Una vez arriba, paso su brazo para ayudarme a subir, y escale la pared cogiéndome a los pequeños cachos de pared sacados por lo podrido que debia de estar el lugar. En apenas cinco minutos estábamos ambas fuera del lugar.

—¿Y ahora? —Preguntó sacudiendo sus pantalones.

—¿Corremos hacía el coche? —Dije antes de notar una gota de agua caer sobre mi nariz, haciéndola reír. —La noche no puede ser peor..

—Si, podría ser mucho peor. —Dijo sonriendo antes de guiñarme el ojo.

—Es verdad.

Ambas escuchamos el motor del coche de aquel hombre encenderse y salir de la gasolinera haciendome suspirar.

—Acabo de escalar un baño medio podrido para que este tio se vaya tan tranquilo, y encima llueva. —Me quejé con una mueca haciendo reír aún más fuerte a Sofía quién estaba más tranquila después de haber visto desaparecer aquél tipo raro.

—Enserio, la noche podría ser muchísimo peor. —Dijo una vez su risa floja desaparecida.

Después de unos cinco minutos riendo, estábamos ambas totalmente empapadas, y era impresionante que  mojada me pareciera aún más guapa. Tenia el cabello mojado, el maquillaje corrido, la ropa chorreando y una hermosa sonrisa en los labios.

—Sofía. —Susurré acercándome a su rostro, demasiado tal vez.

—Dime.. —Dijo antes de cerrar despacio sus ojos sabiendo lo que haría tan cerca.

Roce su mejilla con mi pulgar, y con mi otra mano acaricié su cabello, la admiré unos segundos antes de sonreír y acercarme lo bastante como para rozar sus labios.

Al menos hasta que unas luces me impidieran seguir.

—¡Dove! —Gritó Cameron saliendo del coche, haciendo que Sofía se echará un paso hacía atrás y Cameron me abrazara.

The Purge (Dofia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora