Capítulo 8: "El que no oye consejo, no llega a viejo"

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Salí de mi casa mientras seguía escuchando como Arath tocaba el claxon de su auto para seguirme apurando a que moviera los pies, pero el insignificante dolor de cabeza no me dejaba concentrarme al máximo y más, en poder por lo menos mantener una secuela de pasos que no hicieran que me fuera de lado o terminaran de ser torpes.

Entre al auto de Arath y él pronto me paso un café en donde no llegué a rechazárselo, ya que necesitaba algo con que mantenerme activa el resto de la mañana.

— ¿Cómo sigue tu nariz? —preguntó Arath quien me había pasado a recoger en su auto.

—Bien aunque no te mentiré que la noche la pase de lo peor —tomé un poco de café que él había pasado a comprarme.

— ¿Por qué? —intentó verme pero le gire la cabeza con mi mano para que siguiera viendo la carretera.

—Pase con dolor de cabeza, tomé una pastilla pero no funciono —abrió su boca pero luego la cerro.

Arath se estaciono en frente de la casa de Selene donde para mientras que observamos como ella fue saliendo y ambos levantamos la mano como saludo a la señora Guerrero—quien se encontraba esperando que su hija se subiera al auto—, ella al vernos sacar la cabeza por la ventana de la puerta de Arath, nos devolvió el mismo saludo mientras observamos como Selene se despidió de ella con un beso y un abrazo, para irse acercando al auto; donde al abrir la puerta, entro y nos saludó para luego de nuevo Arath arrancar su auto e irnos todos juntos a la universidad.

—Aquí tienes tu café supremo —Arath le paso la bebida a Selene.

—Te amo, Arath. —le dio un beso en la mejilla a mi amigo a lo cual él respondió con una sonrisa.

—Contiene dos sobres de cremora, uno de azúcar y una pizca de canela —no entendía como a mi amiga le gustaba ponerle canela a su café.

— ¡Esta delicioso! Te adoro Arath, me has alegrado el día —respondió feliz Selene.

En el camino mi amiga quiso más detalles sobre mi asombroso accidente, como también, recibí un golpe en la cabeza por su parte por decirme de que descubrirían fácilmente la cámara donde la había puesta, pero dándome esperanzas yo misma para que eso no sucediera, les cambie de tema para escuchar los planes que ellos tienen después de la graduación.

A pesar que siempre son los mismos a veces mis amigos terminan cambiándolos para hacer algo más divertido, como la última vez que Arath junto con sus padres se fueron a Roma y Selene terminó por ir a la capital a conseguir nueva ropa para su colección de verano e invierno para mientras que yo permanecí en el mismo lugar.

Aun los planes de ellos dos no habían cambiado, ya que de nuevo Arath va a viajar solo que ahora irá a Colombia, lo que más me impresionaba de Arath era lo fácil que él aprendía los idiomas, hasta ahora controlaba y manejaba con toda facilidad cinco idiomas pero a decir verdad, él los ha ido aprendiendo poco a poco gracias a su padre quien ha querido que sus hijos se vayan culturizando con otras culturas de diferentes países para mientras que yo apenas solo puedo hablar mi lengua natal que es el inglés, un poco el español y un poco de francés gracias a la ayuda de Selene.

Y hablando de mi amiga, ella piensa ir a visitar sus abuelos que viven en Chihuahua, aunque por un lado sé, que no solo ira a la ciudad por eso, sino que es para ir a visitar al vecino de sus abuelos quien conlleva una comunicación desde hace dos años y apenas se han visto unas cuantas veces cuando ella viaja allá; lo cual me dice que pronto habrá una relación amorosa; aunque el sueño de Selene es que Antonio se enamore de ella y sea como en los cuentos de hadas de un felices para siempre donde le terminé pidiendo matrimonio; pero el problema abarca que ella teme tener una relación a distancia, por el hecho que ahora que vive en Suecia, se le dificulta viajar a México de manera seguía, haciendo que un par de meses es que ellos se encuentren y apenas tengan contacto por medio de una red social.

Ojos que no ven, amor que se sienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora