Capítulo 9: "Más vale tarde que nunca"

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1 mes después.

Ha pasado ya mucho tiempo desde que los señores se convencieron en darme una oportunidad de arreglar mi error al haberme enfrentado a su hijo y decirle sus verdades, la idea que organizamos para que Leopold cambiara su actitud no salió como todos esperábamos y es que todo se complicó cuando Leopold terminó por odiarme más hasta llegar al punto de no dirigirme la palabra y lanzarme objetos de su habitación que tuviera cerca para que yo tomara la decisión de irme de su casa y no volver jamás; los primeros días se comprometió a decirme todo su vocabulario de malas expresiones que tuve que cubrirme los oídos con las manos para no escuchar sus típicos reclamos de no seguirme entrometiendo en sus asuntos con su problemas de vista como también en no llenarles de ideas erróneas a la cabeza a su familia con el hecho de que él mismo cambiara y que algún momento se dejara ayudar.

Y aunque hasta ahora su propósito de correrme de su casa, no se ha cumplido como él mismo quiere, la única opinión que le ha quedado es seguir aguantando mi propia presencia por un par de horas que sé que para él es una eternidad; por lo menos me he evitado pelear con él para no tener una próxima queja con su madre quien sigue siendo su guardiana, y a pesar que ya paso un mes, nuestra comunicación entre jefa y empleada sigue siendo tensa y poco cordial, no niego que la señora Engström a veces suele ser demasiado mimosa y cariñosa con su hijo, llegando al punto de ser demasiado cursi que hasta el pobre de Leopold parece aguantarla, hasta ahora, ella es la única que parece no dar su brazo a torcer en tratarme bien, en vez de tratarme como una enemiga de su hijo.

En cambio con Elin, Katrin y el señor Engström, todo sigue bien que puedo decir que la relación aunque con Elin y Katrin sea de amistad y con el señor Engström de jefe a empleada, ambas partes cada día parecen darme esa confianza y entrega de la cual necesito.

Por otra parte, con los días he empezado a conocer otros empleados de la casa, como el jardinero, el chofer y las dos mucamas de la casa; cada uno de ellos ha llegado a ser amistoso conmigo que tampoco he tenido ni un problema con ellos, hasta puedo decir que Frank se ha vuelto una gran persona conmigo que también me ha contribuido en darme alguna que otra información sobre el pasado de Leopold y aunque al principio fue algo indeciso por el hecho que temía que la señora Engström se enterara, ambos prometimos mantener esa conversación en secreto, para que ninguno de los señores o el mandón de Leopold lleguen a decirle algo.

Con el paso que han ido transcurriendo los días, no he llegado a hacer algo productivo con Leopold, es decir, que nada ha cambiado; la mayor parte del tiempo si no la paso sentada en la habitación, llego solo a estudiar o hacer mis deberes mientras espero con la esperanza que Leopold tenga la voluntad de decirme que está preparado para que le ayude, pero eso no terminé por suceder cuando mis horas laborales termines, pero eso sí, he notado como a veces Leopold reflexiona todo lo que hace a pesar que no se atreva a contarlo, ya que como siempre, terminé por guardárselo y quedarse en silencio.

Por otra parte, un día me lleve la cámara a mi casa y registre todas los videos que se habían tomado desde aquel día que mi nariz quedo rota, lo bueno de eso es que ahora está sana y no hay ni un peligro que pueda hacer que terminé mal, así que volviendo al tema, lo que había terminado de pensar estaba comprobado ahora, observé como mayormente él en las noches se levantaba y buscaba exactamente la pared para poder moverse e ir a cualquier lugar, él intentaba hacer las cosas a su propia cuenta cómo vestirse e ir al baño así que veía un buen esfuerzo en él, pero aun así, no dejé de pensar en lo mucho que hubiera progresado más si intentara convencerse en que yo lo puedo ayudar de otra manera mucho más progresiva que con la técnica que él mismo maneja y ha creado, pero como siempre, no lo iba a estar obligando a hacer algo que aún él no quiere, así que dé nuevo tengo que seguir esperando.

Ojos que no ven, amor que se sienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora