Y pensar que cuando te despediste de mi y terminaste el todo que pensaba que para vos no era nada, me sentí caer en un vacío, en un precipicio.
En la caída muchos me tiraron sogas. “Olvidalo” me decían las mismas con lástima. A veces intentaba sujetarme, pero pensaba en vos, o te veía arriba de todo, mirando para abajo desde el borde y me transpiraban las manos, me soltaba y seguía cayendo.
A veces llovia, yo no sabía que mientras me mirabas, caían lágrimas.
Pensaba que la caída era larga porque me esperaba un impacto fuerte.
En el viaje te pensaba, de noche lloraba, quería que me salgan alas que te alcanzaran, o que te tires conmigo. No pasaba. Lloraba, porque así como soñaba me despertaba. Y no disfrutaba darme cuenta que era un sueño.
Y en un momento, cuando estaba cerca del piso, te vi desde lejos en el mismo. Te animaste a sonreír y me confundiste. No quería devolverle la sonrisa a quien me empujó a caer, pero, ¿me empujaste hacia vos mismo? ¿Qué hacías ahí abajo, en el piso?
Traté de ser liviana para no llegar a vos, pero en un momento me dejé caer y, en vez de impactar contra el suelo me agarraste en tus brazos y evitaste que me lastime.
No eras el mismo que me empujó. Vos me atajaste, te arrodillaste y me pediste perdón.
¿Cómo no aceptarte? Si me propusiste que te empujara yo a vos y mis brazos se durmieron. Ahora que te tenía, los iba a usar para abrazarte.
Peor tortura que caer, sería tirarte.
Prefiero admirarte, quererte, no odiarte.
Nunca te odié.
Siempre te quise y te voy a querer.
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poems attempt
PoetryMis intento-poemas, cosas que escribo cuando necesito descargarme.