Noche 6: "La peor noticia en el día de la cena"

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Recuerdo que esa noche regresé a mi casa muy tarde por la noche. Fue la peor despedida que pude tener, recuerdo haber llorado toda esa noche y ésta vez el insomnio me ayudó bastante.

Al día siguiente partimos hacia un nuevo país. Mis expectativas no eran las mismas que las de la gente cuando se muda a otro lugar, como:

Amigos nuevos.

Casa Nueva.

Vida nueva...

La verdad, mi vida sería la misma en mi ciudad o en cualquier otro lugar. Aunque en mi ciudad estaba dejando lo más importante, estaba dejando a Diana.

Creo que a veces debemos aprender a soltar, aunque nos duela, te solté Diana, espero no arrepentirme de eso...

Pasaron unos meses desde que mis padres y yo nos instalamos. Por supuesto extrañaba mi antigua ciudad y no me podía acostumbrar a la nueva. Fuimos a un barrio privado donde la casa la cual mis padres decidieron comprar era mucho más grande y linda que la anterior. La misma contaba con 10 dormitorios y un baño en cada habitación con yacusi incluido, la casa contaba con 3 pisos, un patio enorme y por dentro todo era de madera, también tiene una piscina y una playa privada. Lo peor de esto es que estoy en el tercer piso y me toca bajar por la escalera por las noches cuando me da hambre. Lo que me pregunté cuando llegamos era: ¿Por qué era tan grande la casa si tan solo somos 3 personas? Bueno, tres es una forma de decir, ya que papá nunca estaba en casa. Tampoco podía quejarme, ya que por mi culpa tuvimos que mudarnos.

Más allá del lujo de nuestra nueva casa, yo seguía extrañando mi antigua casa, extraño el muelle y la playa de allí. Pasar todas las tardes con Diana y salir a caminar de noche por las calles. Cambiaría todo el lujo por un momento más allí, por verla sonreír una vez más...

Diana y yo nos mantuvimos en contacto por un largo tiempo, aunque poco a poco la conversación se fue deteriorando, es decir, ya no me daba importancia. Por lo cual creí que ya había rehecho su vida, pero era muy raro que no me lo haya contado...

La escuela aquí es un poco más compleja, aunque en lo que respecta a los estudio ya me he puesto al día... Mi madre, está muy entusiasmada por conocer a esos nuevos vecinos, yo solo quiero que ya se acabe esta supuesta " cena de presentación ", así es, tiene título y todo.

Eran las 21:30 cuando de pronto se escuchó el timbre, nuestra mucama fue a recibir a los nuevos vecinos, y sus caras eran como cuando te mudas a otro lugar y tienes que ser simpático para caerles bien a los vecinos o bueno esa es mi interpretación. Yo me encontraba en las escaleras observándolos, cuando de pronto mi madre dijo:

-¿Rick puedes bajar a saludar a los nuevos vecinos?

- Si mamá, enseguida bajo - le dije sutilmente.

Ya nos encontrábamos sentado en la mesa, rogaba en mi mente para que mi madre no me hiciera pasar vergüenza con sus preguntas o contando las anécdotas de cuando yo era pequeño, cuando menos me di cuenta ya estaba preguntando:

- ¿Ustedes tiene hijos?

- Tenemos una hija llamada Sara y un hijo que se encuentra en New York por trabajo - respondieron

- Y ¿Dónde se encuentra Sara? Quiero conocerla.

- Viene en un momento, estaba hablando con su hermano. Y supongo que él debe ser su hijo - preguntó la señora Miller.

- Si, él es mi hijo único. Ciertamente es la luz de mis ojos - contestó emocionada.

Esperaba que no me hiciera pasar vergüenza, pero hablé demasiado pronto. Mi madre seguía hablando con ellos y yo estaba esperando a que se vayan, aunque llevaban 20 minutos y todavía no cenábamos. Cuando de pronto, entró esa chica, con una cara ligeramente perfecta, con los mejores ángulos que podía tener un ser humano, unas caderas y sonrisa encantadora, unos ojos color azul marino que combinaban con su vestido apretado. Era prácticamente perfecta, pero era raro, es como si ya la hubiera visto alguna vez...

Llegó hasta la mesa y nos presentamos, justo en ese momento empezaron a servir la comida, por lo cual, no pudimos platicar mucho. Mi madre seguía hablando con los padres de Sara y continuó haciéndolo prácticamente toda la cena, contando nuestra historia y nuestros viajes por todo el mundo.

Ya habíamos terminado de comer cuando sonó el teléfono. Mi madre pidió disculpas y se levantó para contestarlo, pensé que era mi padre, pero en realidad no lo era, más bien era un llamado de nuestra antigua ciudad y lo que más me sorprendió es que el llamado era para mí. Contesté el teléfono y era un compañero con el cuál compartíamos la clase de Literatura:

- Hola Rick, hace tiempo que no hablamos - me dijo, no tan contento.

- ¡Hola! ¿Te ocurre algo Ian? - le dije preocupado

- Debo darte una noticia, no será de tu agrado, pero debo contártelo - me respondió, esta vez un tanto preocupado.

- Dime Ian, ¿De qué se trata?

- Muy bien, se trata de Diana.

- Sabes hace tiempo no sé nada de ella, ¿Le sucedió algo? - dije preocupado y temeroso.

- Rick, ella está en pareja con Scott. Si no me crees te enviaré fotos a tu móvil para que lo compruebes tú mismo.

Al instante en que me lo dijo, se me cayó el teléfono de la mano. Subí a mi cuarto por el móvil y tenía tres imágenes que me había enviado Ian, las imágenes mostraban a Diana besando a Scott y a continuación envío un texto:

- Esas imágenes son de una fiesta que tuvimos la semana pasada.

Bajé por las escaleras y le avisé a mi madre que saldría a caminar. Ella dijo:

- Hijo no seas descortés, hazme un favor y lleva a Sara a que conozca un poco la ciudad, sé que le encantará.

- No hace falta señora, seguro tiene cosas para hacer - dijo Sara un tanto avergonzada.

- No te preocupes Sara, no se lo estoy peguntando. Es una orden. Llévala a que conozca la ciudad.

- Está bien mamá.

Tenía que hacerlo, ya que me habría hacho pasar más vergüenza de la que ya pasé en toda la noche. Aunque quería salir corriendo de esa casa, correr y que nadie me pueda alcanzar y cuando ya mis piernas no den más, cuando mi aliento esté seco, ahí parar y llorar, hasta desahogarme completamente o simplemente cansarme de hacerlo.

Llevé a Sara a la playa que se encuentra atrás de mi casa, justo al lado de la suya, cada casa tiene su propia playa, es decir, su propio sector. Caminamos por la arena y mis ojos se pusieron borrosos, o más bien se llenaron de agua y en cada gota que derramaba, cada gota representaba los "Te Amo" que me faltaron decirle a Diana. Estaba destruido emocionalmente, quizás porque era la chica que siempre estuvo a mi lado y no me soltó la mano ni un segundo. Sí, yo le dije que sea feliz con alguien más, tal vez me arrepiento mucho de haber dicho esas palabras o tal vez no. Podría soportar que eligiera cualquier persona en el planeta, pero ¿justamente tenía que ser Scott? ¿Justamente él Diana? Me dieron ganas de ir a buscarla y preguntarle: ¿Por qué él Diana? ¿Por qué Scott? Ella no lo conoce lo suficiente, ella no sabe lo que le hace a las chicas. Ella no sabe los oscuros secretos que guarda Scott...

Sara estaba caminando por la orilla de la playa y yo me senté en uno de los sillones que se encuentran en la playa, estaba llorando desconsoladamente. Hasta que llegó ella, vio mis ojos y no dijo absolutamente nada. Solo se sentó al lado mío y me abrazó, ella empezó a llorar conmigo. No la entendía, recién me conocía y me abrazó, y lloró conmigo. No digo que estuviera mal, al contrario creo que eso era lo que necesitaba.

Secó mis lágrimas y me dijo:

- No te preguntaré el porqué de tu llanto, pero cuando quieras puedes contarme, solo estoy a unos pasos.

- La miré con los ojos llenos de lágrimas y le dije: Creo que serás muy buena para mí.

Cuando dije que ya la había visto antes, es verdad, era la misma chica con la cuál choqué en la escuela. Con la diferencia de que ella era otra chica, malhumorada. Pero ya ves cómo soy y cómo somos todos, juzgamos sin saber. Esa noche me encontré con una chica cálida y tierna.

No podría explicarlo, pero esa noche fue la más triste y la más especial a la vez, esa noche no pude dormir, me pasé pensando en Diana y también en Sara.

Siempre sostendré la frase que dice: ..." Hay personas que te salvan "... Pues, esa noche, Sara me salvó.

Noches de InsomnioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora