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A segunda hora tocaba arte, una de las pocas asignaturas que me apasionan de verdad en el centro. La profesora de arte (Isabel o Lily para los amigos) es una persona genial, incluso muchas veces yo,Mady y Victor(el típico chico empollón) íbamos de excursión con ella a galerías de arte las cuales se reponian cada mes.Siempre me ayudó a cualquier cosa, incluso sin ser referidas sobre el instituto,era una persona genial.
-... Poneros en grupos de 4.-dijo Lily a la vez que se recolocaba las gafas sobre su respingada nariz.
La clase se empezó a recolocar en las mesas, la clase estaba organizada en mesas de 4, yo me encontraba junto a Mady.
Las chicas de alante salieron disparadas a sentarse con otras chicas de la otra esquina, y para cuando reparé en darme cuenta Ben y Derek se encontraban sentados frente a nosotras.Mady asintió de acuerdo a la mirada de ¿os importa que nos sentemos? de Ben.
La verdad era la primera vez que no me molestaban los grupos, ya que siempre nos solíamos sentar por obligación de la profesora con los tipicos pasotas de la vida.
Derek me miraba y de un entonces para otro mis ojos no se podían separar de los suyos. Estaba completamente serio comparado con Ben el cual se dedicaba a jugar con los bolígrafos coloridos de Mady. El tenía una mirada escalofriante, sin darme cuenta mi respiración se cortó, ¿los ojos de Derek son rojos?
Mi cabeza empezó a dar vueltas,estaba al cien por cien segura de que sus ojos eran de un subtono castaño oscuro, ¿serán lentes?
El me seguía observando, como yo a él, me pude fijar en el contorno se su rostro, su mandíbula extremadamente marcada y sus finas facciones. Tenía una tez muy pálida al igual que Ben, y su cabello castaño se movía a causa del viento que entraba por el pasillo de clase.
Note como un codo chocaba con el mío, por lo que mis ojos dejaron de fusionarse con los de Derek y me giré hacia Mady.Ella me miraba divertida como si hubiera pasado algo y no me hubiera dado cuenta.
-¿... y bien?. - me dijo.
-¿Como?. - dije un tanto confusa.
Genial ahora me replanteaba mi posible sordez.
-¿Que si quedamos en mi casa para el trabajo?
-Am, si. - le contesté.
-Perfecto, a las 7:00 en la rotonda de enfrente de la cafetería de la flores. - dijo Ben afirmando todo.
Asenti en forma de afirmación al igual que Mady y derrepente la campana sonó.
Las clases se me hicieron eternas, no podía dejar de pensar en su mirada. Y para cuando me quise dar cuenta eran las 2:30,hora de volver a casa.
Ben y Derek desaparecieron nada más finalizar el horario lectivo y Mady y yo salimos del centro.
-¿Nos vemos entonces?. - me dijo ella.
-Claro. - le dije a la vez que le abrazaba en forma de despedida.
Mady solía venir y volver del colegio en la moto de su primo.
El esperaba en la otra acera, me despedí de Mandy y seguidamente a lo lejos, de Brandom(el primo de Mady).
Me di la vuelta, y me dirijí a mi casa.El frio atenuo en toda la mañana, pequeños rayos de sol caliente se reflejaban en los arboles del camino de vuelta.Mis botas se pegaban en el suelo haciendo un sonido un tando extraño por causa del agua semicongelada del camino.
Llegue a mi casa, cerré la puerta con llave y deje la mochila en el pasillo.Fui al salón y me encontré a mi abuelo, estaba profundamente dormido, sostenía un periódico de el día de ayer, su espesa barba canosa refrejaba la luz de las llamas ardientes de la chimenea. El siempre solia esperarse a que llegase a casa para comer juntos, pero esta vez se ve que cayó rendido. Últimamente no había dormido bien y me alegro de que esta vez lo hiciera. Era tierno tener a alguien así en tu vida, alguien que con simples recuerdos te saque una sonrisa.Me dirijí a la cocina y preparé la comida, le guardé un plato de pasta a mi abuelo y se la guarde en la nevera, seguidamente coloque la mesa, y me dispuse a comer.
Hoy había sido un día intenso, y aún quedaba medio día por pasar.Al terminar de comer recojí eran las 4 y media de la tarde, estaba muerta de sueño por lo que me eche una siesta.
Subí a mi habitación, desarme las colchas de la cama y me tumbe delicadamente en la cama, mis párpados pesaban a causa del cansancio...
***
Dos niños se encontraban corriendo en un sendero pantanoso, no se veían las copas de los árboles desde el suelo y el cielo estaba un tanto nublado. El viento corría en dirección del norte y las ojas caídas y secas por el otoño volaban con el, buscando un nuevo lugar donde poder ser libres y estar lejos del fruto de toda su vida. Los niños reían a carcajadas mientras jugaban a las espadas con un par de palos resecos y blandengues, el que parecía más mayor derribo al menor y ambos rieron de la forma más tierna de la que se me puede imaginar. Un grito resono en medio de el bosque, un grito de angustia y dolor,los niños dejaron de reír y se devantaron del verde y brilloso césped, los ojos de ambos se vieron vacidos, como si hubieran oído a un fastasma renacido del infierno. Ambos corrieron, corriron en dirección de donde procedían los gritos ya más tenues, corrieron como si la vida les dependes de ello, el menor tropezó varias veces con las raices del suelo que sobresalían de la tierra pero no cesó su ritmo. Ambos disminuyeron la velocidad cuando se encontraron a una mujer de treinta y pocos años tendida en el suelo, su cabello era de un color cobre y sus ojos se encontraban cerrados,abundante sangre salía de su estómago, como si algo o alguien la hubiera herido. No respiraba, y piel estaba grisácea y sus manos amoratadas como si hubiera estado luchando con alguien.Los niños estaban petrificados, no respiraba y el menor cayó de rodillas, sus nudillos se volvieron blancos por causa de la rabia que sentía en su interior y sus ojos cambiaron a un rojo sangre como la mismísima muerte.
Una chica de cabello carbonizado y ojos blanquecinos observaba tras un árbol, ella no tendría más edad que el menor de los chicos, reía para sus adentros como si de un regalo de Navidad se tratase.
***
Mis ojos se abrieron lentamente, el reloj marcaba las seis, me debante y fui al baño. Abrí el grifo del lavabo y me refresque la cara con agua fría, mi refrejo se reflejaba en el pequeño espejo cuadrado de enfrente.Recordé el sueño anterior y las tripas se me removieron, ¿que clase de persona soy que sueña con asesinos en serie?, me recogí el cabellos en una coleta más o menos perfecta y baje las escaleras para ir al salón, mi abuelo estaba despierto, estaba viendo un programa de televisión.
-¿Has dormido bien? - le dije nada más entré por la puerta.
-Mejor que esta noche, ya me comí la pasta. - dijo riendo.
Le sonreí tiernamente y agarré el material artístico para el trabajo de clase.
-He quedado con Mandy y otros chicos para un trabajo de arte, volveré sobre las 22:00, ¿te parece bien?.-le dije a la vez que revisaba el material para evitar despistes.
-Estupendo, te esperaré.
-No importa, descansa si te es necesario. - le dije dispidiendome de el.
-Adiós Arya. - me dijo a medida que salía de la sala de estar.
-Adiós abuelito.-le respondí.
Agarré las llaves y cerré la puerta.
Saque el móvil de mi chaqueta para ver la dirección que Mandy me mandó para quedar todos juntos.
Yo ya sabía donde vivía, pero para que no tuvieran que ir los hermanos solos decidió que mejor era quedar en un sitio que todos supiéramos donde está. La cafetería de Flora, no solía ir mucho a ese lugar, ya que está un tanto más retirado de donde vivo. Habíamos quedado a las siete aí, yo llegué unos 10 minutos antes.
Dos razones, o me di mucha prisa o esta más cerca de lo que yo suponía.Me senté en una fuente enfrente de la cafeteria a esperar. Mi aburrimiento estaba a un nivel dios, por lo que saqué un blog de dibujo y empecé a dibujar, sin darme cuenta dibuje a la misteriosa niña de mi sueño, esa misteriosa mirada y esa risa terrorifica que hace que los huesos se te calen. El carbón se extendia con una facilidad increíble y el sombreado se difumina como si fuera óleo líquido. Algo me golpeó la cabeza con una increíblemente fuerza. El bloc y el carbón de dibujo se me cayeron al suelo y mis manos instantáneamente se posaron en mi cabeza por culpa del dolor, me giré lentamente para ver que fue el causante de tal dolor y pude ver como Ben y Derek corrían hacia mí. Una pelota de papel se encontraba entre mis pies, ¿una bola de papel?
-¿Estas bien? No era esa mi intención.-dijo Ben con un tono arrepentido cuando llegó junto a mi.
Le miré extrañada,¿ me a lanzado una bola de papel que dolía como un ladrillo lanzado a 1000km\h?
-Losiento. - volvió a disculparse al ver que no contestaba.
-Tranquilo, pero... ¿de que material es esa bola de papel que me has lanzado?. - le dije un poco más animada.
El río ante mi comentario y Derek le pegó un codazo un tanto disimulado.
Suspire al notar como el dolor atenuaba y recogí el material del suelo con ayuda de ¿Derek?
Me quedé un tanto perpleja por su acto, pero aún así se lo agradecí.
Cuando me dispuse por guardar el blog de dibujo Ben me lo arrebató de las manos y observó el único dibujo que había, el de la chica de mi sueño, lo miró extrañado,le dirigió una mirada un tanto que extraña a Derek. Me dio el blog de nuevo.
-Lindo dibujo. - dijo algo raro.
-Gracias.-le dije a la vez que guardaba el blog en mi cartera.
Miré el reloj, eran las 7:00,Mady llegaría en cualquier momento.
Derek y Ben se separaron unos centímetros de mi y empezaron a susurrar palabras sin sentido para mi sordera.Mi teléfono empezó a sonar y lo agarré de mi chaqueta.
-¿Diga?. - contesté sin apenas haberme parado a mirar el número.
-Ar, soy yo, Mandy, tu mejor amiga... - comenzó a decir.
-Ya se quien eres, no hace falta que me des tu DNI. - dije un tanto divertida por su anterior respuesta.
Mandy solía enrroyarse bastante cuando estaba nerviosa, por lo que era necesario cortarle los pies por raíz.
-Tía, necesito tu ayuda. - me dijo mientras suspiraba consecutivamente.
-Me estoy preocupando, ¿pasa algo?.-le contesté.
Y en verdad, si me estaba empezando a preocupar.
-¿Me pongo la chaqueta marrón de cuero o la vaquera?, no quiero parecer ni muy formal, ni muy informal, ¿que estilo crees que le va más a Ben?.-me dijo como una metralleta.
Era difícil pillar cada una de las palabras que Mady decía a esa velocidad. Pero si mi perfección no me falla... ¿A caso le gusta Ben?
Mi cabeza dio unas cuantas de vueltas, en fin, Ben era un chico simpático y atractivo físicamente, ¡pero se conocían de un día!
-La vaquera creo que le gustará. - Le dije un tanto divertida por su respiración entrecortada a la espera de una respuesta tras el teléfono.
-Estoy en 5 minutos, gracias Ar.-me dijo.
No me dio tiempo a contestar por el simple hecho de que me colgó al instante.
Suspire rendida para que mi cabeza dejase de trotar como si de un caballo se tratase. Al dejar el teléfono en el bolsillo de chaqueta me pude fijar que Ben y Derek se encontraban junto a mi.
-Mady viene en 5 minutos. - les dije.
No podía fijarme en Ben, si no me daría la risa, y eso es muy difícil de controlar, sobre todo sabiendo que se trata de Mady.
"Pobre" pensé para mi misma.
Aunque también sabía que Mady era una chica genial, no creo que hallan muchas igual que ellas en este mundo plagado de infieles.
A lo largo de mis 17 años solo tuve a un novio de verdad, y era un estúpido.
Ambos asintieron a la misma vez y esperamos.
-Eii. - gritó Mady a lo lejos, para cuando se acerco pude ver como se había excedido en cuanto a maquillaje. Y no digo que estuviera horrible, solo que para hacer un trabajo los labios color salmón y los tacones de abuja sobraban. Le di un abrazo en forma de saludo, el cual ella me contestó con un"esta muy guapo", reí sin quererlo ante su comentario, ambos llevaban la misma ropa que la de esta mañana. Mady saludó a ambos hermanos con un apretón de manos. Y nos guió a su casa. El camino se hizo un tanto incómodo para mi al menos, Ben y Mady hablaban libremente sobre tonterías, lo que significaba que a Mady le había salido bien la partida.
A Derek en cambio juraría que no había escuchado hasta entonces su voz.
Ya llegamos a la casa de Mady,una casa bastante más grande comparada con la mia.
Entramos a la casa al abrir Mady la puerta y subí directamente a su habitación, me sabía como la palma de mi mano su casa, demasiados momentos de niñas jugando a los escondites y muñecas.Yo conocí a Mady en segundo de primaria, era nueva en el colegio, y desde entonces no nos hemos peleado nunca, una verdadera amistad.
-Arya, cuanto tiempo cielo¿todo bien?-me dijo una voz a mis espaldas.
Era la madre de Mady, siempre había sido muy buena con migo, pero ya hacía tiempo que no la veía.
-Buenas Mar, muy bien gracias.-le dije a la vez que la abrazaba.
-Supongo que sabrás donde está la habitación de Mady. - dijo.
-Claro. - le dije y subí a la habitación de Mady.
A medida de que subía las altas escaleras oí como Mar se presentaba a los chicos nuevos.
Me esperé en la puerta del dormitorio de Mady.Las paredes blancas hacían que la casa de Mady se viera mucho más amplia de lo que ya era. Viejos momentos me llegaron a la mente, momentos buenos y anécdotas que recordaría para toda la vida.
Oí como alguien subía las escaleras, eran los chicos.
-Adelante. - dijo Mady tras abrir la puerta.
Pasé junto con Mady la puerta y pude ver como todo había cambiado en la vieja y tierna habitación anterior. Las paredes pasaron de ser rosadas a un tono grisáceo, y diversos tipos de pósters empapelaban cada una de las paredes. La cama se encontraba junto a una amplia ventana y frente a ella un gran escritorio y un pequeño sofa pegado en la pared.Y un gran armario y estanterías que completaban toda la habitación. Era una habitación amplia, al igual que toda la casa.
-Sentaros, como si estuvierais en vuestra casa. - dijo Mady.
Agarró un montón de material escolar de unas estanterías y lo colocó sobre la mesa.
Mientras tanto Ben y Derek se sentaron en el sofá, y yo me dediqué a ayudar a Mady a agarrar unas cartulinas. Las dejé sobre el escritorio y seguí agarrando material.
-¿Que podemos hacer?.-Ben animado.
Mady terminó de cojer unas cajas de su armario con colores y pegatinas.
-Trabajar. - dijo ella a la vez que nos íbamos asignando una tarea.
Yo me dediqué a los bocetos, Mady a recortar y pegar, y Ben y Derek a la presentación e informes. Me senté en el suelo ya la mesa me tapaba la visión con tanto papel charol de colores. Agarré el inmenso bolg de dibujo, una tajo de papeles con ideas y el estuche con los plumeros lapices calibrados adecuados. El suelo de parquet estaba cálido al tacto y empezé apenas sin darme cuenta a trazar líneas sobre la amarillenta hoja...
-Ar, ¿quieres sentarte en mi cama?, no soy tan mala amiga como para dejarte en el suelo. - dijo divertida a la vez que seguía recortando papeles de colores.
Por la mirada de Ben y Derek puede darme cuenta de que ni se fijaron de que me había ido de la mesa.
-Estoy bien, el suelo es más amplio. -Le contesté.
Seguí trabajando en el bozeto y sin darme cuenta la luz solar exterior se desvaneció por intercambiarse como la blanquina iluminación de la luna. Me fijé en la hora, o dios mio eran las 23:00,y tenía siete llamadas perdidas de mi abuelo. La llamé varias veces pero no contestó. Agarré el material corriendo como una loca desquiciada.
-Chicos me tengo que ir, quedé en volver a casa a las 22:00 y ya ha pasado una hora. - dije mientras volvía a marcar el número de Luck. Nada, seguía sin contestar.Esto no me había pasado antes, y me sentía mal al preocupar al abuelo.
-Nosotros también nos vamos, es tarde, te podemos llevar a tu casa. - dijo Derek.
O dios, ¿y esa voz tan masculina y tan bien guardada?
¿Tienen coche?
Era un buen detalle que me llevasen a mí casa,pero sería egoísta por mi parte el hacerles ir de una punta a otra.
-No hace falta, gracias. - dije lo más educamente posible.
-Te llevaremos. - afirmó Ben.
Reí ante su voz humorística y a la vez adormilada.
Me rendí y finalmente dejé que me llevarán, aunque en verdad se los agradecía un montón, no me agradaba ir tan tarde por la calle sola y Luck se alegraría de que me llevasen en coche.
Me despedí de Mandy y de Mar, y salí junto con los dos hermanos.
-Por aquí. - me señaló Derek con la cabeza nada más salir por la puerta.
Mientras llegábamos al coche estube pensando en lo preocupadisimo que estaría mi abuelo.En el camino le marqué el teléfono como un par de veces, pero seguía sin contestar.
De un momento a otro Ben y Derek cesaron el ritmo.
Ben se estaba poniendo un casco negro junto con un par de motos negras pegadas a la acera, eran enormes y brillaban por el reflejo de las farolas que se encontraban en el camino.
¡¡¿Moto?!!
Dios dime que es una broma pesada.
Ben estalló a carcajadas, lo que hizo que mi tranze embobadada por mi futura muerte en una de esos trastos se esfumase.
-¿Nunca habías visto una moto? - dijo Ben divertido.
Seguramente mi cara en este momento debería de ser un cuadro.
-Nunca me había montado en una.-dije con un todo de susto.
En verdad tengo un problema, ¿tengo miedo de montarme en una moto?
-Genial, estrenaras tu nueva aventura con Derek. - dijo Ben a la vez que ponía en marcha la moto.
El humo hizo que tosiera a su causa.
Derek me dio un casco y se empezó a poner el suyo.
El casco era un tanto extraño, las correas se cruzaban entre sí. ¿Como trastos se pone este bicho?
Derek río de una manera muy tierna, y agarró el casco de mis manos, lo puso en mi cabeza y lo habrochó. Intenté contener la respiración cuando sus ojos se fijaban en mi de una manera un tanto excalofriante.
Se subió a la moto y la arrancó.
Me hizo una señal con la cabeza para que me sentará detrás suya, lo hice y me agarré fuertemente de mi asiento. Por mucho miedo que tuviese ni se me ocurreria agarrarme a él chico que manejaba la moto como una de esas películas ñoñas de adolescentes. La moto temblaba un tanto, lo que hacía que mis manos se escurrieran de vez en cuando de su apoyo.
-¿Dónde vives? -preguntó Derek.
-En la calle Guilford,número 56.-contesté.
Derek dio marcha atrás y sin darme cuenta me agarré alrrededor de Derek.
Derek río ante mis gesto y aceleró la marcha.
Mi cabeza palpitaba a causa de las curvas, sentía como si cada vez que giraba me escurriera. El casco chocaba con mi cabeza cada vez que la moto daba un leve salto.
Mis brazos se agarraban a la cintura de Derek, y mis pestañas pesaban a causa del aire frío que venía de frente. De un momento a otro la moto frenó y me encontraba en la puerta de mi casa.
Bajé de la moto y Ben aparcó detrás nuestra, ambos hermanos se bajaron de la moto y yo desenganché las correas del casco y le devolví el casco a Derek.
Pude ver como las luces del comedor estaban encendidas. Agarré el material y me despedí de Ben y Derek.
-Muchas gracias, hasta mañana.-les dije a ambos.
Me giré en dirección a mi casa, pero apenas al dar un paso una mano me sujetó el brazo y hizo que girará.
-¿Que ocurre que tus padres no te enseñaron a despedirte?. - dijo a medida que me abrazaba.
Mi corazón se hundió en mi pecho, sabía que Ben no lo decía de mala manera, ya que no sabía nada y aparte me encantaban los abrazos. Pero el recordar a mis padres hicieron que recordará los pocos momentos que estuve con ellos.
Le dedique una sonrisa lo más agradable que pude, pero ese pensamiento no me lo permitia.
Ben y Derek me acompañaron a la puerta, agarré las llaves de mi bolsillo y abrí la puerta.
-Bueno,Emm, gracias otra vez. - les dije mientras dejaba las bolsas con el material en el pasillo.
-No es nada, siempre que necesites algo ya sabes donde estamos. - dijo Ben guiñando un ojo.
Reí ante su gesto, y me volví a despedir.
Cerré la puerta tras de mi y eché la llave.

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