Nos encontrabamos todos en la mesa del comedor, me encontraba entre Ben y Mandy pensando que estaría más gusto sintiéndome más alejada de Derek. Ben y Mandy hablaban alegremente pero mi concentración se basaba en lo que acababa de pasar hace apenas 20 minutos. No podía dejar de pensar en eso, bien que no fuera un beso en la boca como tal, pero la sensación que me ha dejado es como si estuviera aún con sus labios presentes en mi cuello.
Apenas notaba el sabor del arroz chino, y eso era difícil, me encantaba.
Debanté la vista y ví como Derek me observaba, estaba totalmente serio,su mirada era fija pero tras de ella podía ver como su mente estaba pensando en algo. Al tiempo de estar absorbida por su mirada, como si no se hubiera dado cuenta de que le llevaba mirando durante un tiempo sus labios asomaron un sonrisa,lo que me derritió por completo. No podía creer en lo que me hacía sentir. Es decir, apenas lo conocía.
-... y bien?.-dijo Ben tras darme una pequeña patada cariñosa en la pierna.
Le miré confusa, en este momento me sentía fatal. No había escuchado nada desde que me senté en la mesa, solo estaba sometida en recordar una y otra vez lo ocurrido con Derek. Me miró divertido y después se dirigió a Derek,como si con la mirada le hubiera dicho algo Derek se levantó de la mesa y se retiro del cometor.
-Vamos a hacer una acampada con un amigo nuestro de Transylvania, ¿te puntas?, Mandy vendrá.-dijo.
¿Acampada?
Sonaba bien si no fuera por el hecho de que estaría en un sitio retirado con el condenadamente misterioso y confuso de Derek. Estaba apunto de negarme a la invitación, pero pude ver un rastro de esperanza en los ojos tiernos y dulces de Ben, no podía negarme a eso. Aparte no dejaría a Mandy sola.
-Está bien.-dije.
Nada más afirmar que vendría Mandy se lanzó a mis espaldas y me dio un abrazo, más bien me apretujo, pero reí feliz por su acción.
Recogí junto con Ben la mesa,Mandy se encontraba tumbada en el sofá.
Cuando termine de recoger todo me ofrecí a ayudar a fregar los platos pero Ben se negó inmediatamente.
No sabía nada de Derek, pero alguna clase de impulso hizo que fuera a ver donde se encontraba. Me derigí casi por inercia a su habitación, toqué la puerta pero no hubo respuesta,por lo que entre sigilosamente.
Me senté en en filo de su cama a esperar,me dedique mientras a mirar el suelo y pensar en todo el extres de los exámenes, estaba segura de que tarde o temprano me daría un derrame celebrar. La puerta se abrió y derrepente me puse de pie. Derek entro en la habitación, no llevaba camiseta y su cabello castaño estaba húmedo,tenía una toalla blanca enganchada a la nuca. Sus abdominales estaban totalmente marcados, como los de aquellos modelos de trajes de baño que salían en las revistas. Derek me miraba sorprendido, mientras que yo solo podía admirarle a él.
Tengo problemas serios, seguramente estaría pensando que soy una acosadora que salen en las tenelovelas americanas.
-Que agradable placer. -dijo.
Cerró la puerta y se puso una camiseta blanca que estaba enganchada en un perchero justo detrás de la puerta.
Agradecí mentalmente que se pusiera la camiseta, si no, no me hubiera visto capaz de hablar seriamente.
-Yo... Te buscaba.
-¿Por qué?
¿Que porque lo buscaba?, fácil...no lo sabía ni yo.
Una leve parte de mi decía que era porque el sofá estaba completamente ocupado por Mandy y Ben, pero una más fuerte me decía que quería verlo. Pero lo que más quería era respuestas.
-¿Porque tus ojos cambian de color?. - dije casi por instinto.
En principio creía que eran lentillas, pero antes de que el timbre sonará sus ojos cambiaron justo delante de mi. Estaba confusa.
Su media sonrisa pasó a ser una línea recta, su expresión no daba nada de que hablar, no podía leerle la mente y menos adivinar que se le pasaba por ella.
-Es... una clase de enfermedad.-dijo serio.
Nunca había oído hablar de un enfermedad que canviase el color de los ojos, pero me sentí mal por la expresión que puso nada más decirlo.
Estaba cabizbajo y sus ojos miraban a través del suelo, como si estuviera fuera de este mundo.
-Perdón. -dije intentando calmarlo.
Me sentía mal por mi enorme bocaza, es verdad que me resulta extraña y confusa su respuesta, y no es que esté muy presente en el tema,es decir, no se que consecuencias tiene el que te cambien los ojos de tonalidad ni el porqué, pero su expresión me dejó un mal sabor de boca.
Despegó su vista del suelo y me miró confuso, él río y yo le miré confusa. Hace un momento estaba ¿apenado? y ahora ¿reía?.
-¿Tanta gracia tiene el tema?. -dije.
Mi voz salió más seria de lo que pretendía.
-Tiene gracia el que te perdones por algo de lo que no tienes culpa.-dijo él.
No aguantaba más su forma de ser, era obvio que era una forma de hablar. Me decanté por levantarme y irme con Mandy y Ben, pero derrepente Derek se puso frente a mí. Casi me choqué con el, pero frené justo a tiempo.
-No te vayas.-dijo en modo de súplica.
Mi corazón dió un vuelco de ciento ochenta grados, pero mi cabeza estaba confusa.Asentí y me senté otra vez en la cama, no sabía que decir, y Derek por lo que veía no tenía la intención de hablar,por lo que solté lo primero que se me ocurrió a la cabeza...
-¿Iras a la acampada?.-le pregunté interesada.
Ben mencionó que iría,pero con la forma en la que se marchó antes de repetirme la conversación me dió a entender dos cosas. La primera y espero que la menos provable es que no quisiera que fuese a la invitación de Ben, y la segunda es que no quisiera ir.
Me miró intrigado por la pregunta que le acababa de hacer.
-¿Tu irás?. -dijo sentándose en una silla enfrente mía.
No sabía si mentir o no en este momento, ¿tanto le importaba que yo fuera?.Pensé que sería mejor decirle la verdad, ya que Ben se lo diría tarde o temprano.
-Si.-contesté.
Derek se hecho hacía atrás, apoyando la espalda en el respaldo de la silla y cruzando sus musculosos brazos sobre su pecho.
-Entonces iré.-dijo.
Sonrió de una manera indescriptible y me dedique a enroscar mechones de mi cabello en mi dedo índice para evitar tener que mirarlo a la cara.
Asentí ante su respuesta,podía notar su mirada encima mía.
La puerta de la habitación sonó por un par de golpes.
-Ehh, vamos a jugar a un juego de mesa, venir.-dijo Ben asomandose tras la puerta.
Solté todo el aire que tenía contenido en mis pulmones y fuí tras de Ben.
Entré en el salón y pude ver como en la mesa, ya recogida después de la comida había unas cuantas cajas de juegos de mesa.Me senté junto con Mandy la cual estaba haciendo un puzle.Ben y Derek se sentaron en las dos sillas de enfrente,quedando yo frente a Derek.
-Lo haremos por votación, tenemos el monopoly, el tabú y el cluedo.-dijo Ben.
Empezamos a elegir y la votación salió a favor del tabú.
UNA HORA DESPUÉS
Derrepente mi teléfono sonó, lo saqué del bolsillo, no conocía el número, lo descolgué.
-¿Diga?.-dije aún despistada intentando adivinar los movimientos extraños y a la vez graciosos de Ben.
-¿Arya Holishon?. - preguntaron en la otra línea.
Se oía varios sonidos de fondo, como si la mujer (según suponía por el timbre de voz) estuviera en un lugar público.
-Soy yo.-afirmé.
-Ha habido un accidente, Luck Grey ha fallecido, ¿le importaría que fuera a la oficina de Portland... - no escuché más.
Mi respiración se cortó de inmediato, mi cabeza palpitaba fuertemente, no podía asimilar lo que mis oídos acababan de oír.
-Le tengo que colgar.-dije con la voz entrecortada.
Colgué de inmediato la llamada, un llanto se me escapó y inmediatamente mis ojos se humedicieron por completo. Cascadas de lágrimas saladas brotaron de mis ojos, no notaba mi pulso y en este momento mi mundo se derrumbó. Todo lo que tenía, y a todo lo que quería me había dejado,hoy justamente. Nunca me había planteado el que esto pudiese ocurrir, era obvio de que ocurriría pero no veía el final tan cercano, se me olvidó subirme al último tren y tuve que esperar el retraso.
-Ar, ¿estás bien?.-dijo Mandy apoyando una mano sobre mi hombro. Se encontraba agachada en cunclillas junto a mí.
Negué repentinamente, no podía creerlo, no en este momento. Necesitaba a mi abuelo más que a nadie en este miserable mundo, hubiera querido despedirme como se debe, pero no pudo ser. El dolor en el pecho que sentí cuando perdí a mi abuela se repitió aún más fuerte en este momento.
Mandy me miraba preocupada, por su mirada podía ver como había escuchado algo, o se lo suponía.
Ben me miraba preocupado, me ofreció un pañuelo y lo acepté agradecida. Derek me miraba apenado y desconcertado. Me se qué las lágrimas y guardé el pañuelo en el bolsillo trasero de mi pantalón a medida que me levantaba.
-A fallecido Luck.-le dije a Mandy.
Mandy se quedó congelada, se le humedicieron los ojos y me abrazó.
No podía apenas sostenerme en pie,me separé de Mandy.
-Tengo que irme, gracias por la comida.-dije intentado disimular mi dolor con una sonrisa falsa.
-Os llevaremos.-dijo Derek.
Se levantó y salió del salón. Ben asintió a su comentario,Mandy fué a coger las mochilas y derrepente me encontraba en los brazos de Ben, me envolvió en sus brazos y pude sentir un lado tierno y compasivo, como si el también hubiera perdido a alguien. Le agradecí y salimos del piso por las escaleras. Derek se encontraba ya abajo, con la moto arrancada, me ofreció el casco y me lo enganché. Me subí detrás de él, y esta vez no me importaba abrazarme a él, es más necesitaba algo a lo que aferrarse para evitar desmayos por el incondicional dolor de cabeza y estaba soportando en silencio en este momento. La moto se puso en marcha,le dije a Derek que fuera a la comisaría de Portland,y se puso en marcha. Noté el ruido de la moto de Ben detrás nuestra.
Llegamos a los veinte minutos de ponernos en marcha,y entré en la comisaría en compañía de Mandy, Ben y Derek.
Dos personas esperaban en la sala de espera, yo fuí directamente a recepción.
-Buenas, soy Arya Holishon. -dije ya más tranquila.
El viaje había hecho que mi cabeza se organizará un poco, y que el nudo en la garganta se atenuara.
El hombre que estaba de recepcionista afirmó y tecleo algunas letras del ordenador de enfrente. La mano de Derek sujetó la mía, un gesto bonito en un momento necesario. Agarré de igualmanera su mano.
-Pasillo A, número 156.-dijo.
Me despedí y nos dirigimos a la habitación que nos habían asignado, seguí aferrada a la mano de Derek, Ben y Mandy iban delante buscando los carteles de señalacion de los pasillos. Cuando llegamos toqué a la puerta, me dieron pasó y entré.
-Hola Arya, solo pueden entrar familiares.-dijo una señora mayor, con el pelo medio lleno de canas amarrado en una coleta, tenía unas finas gafas colgadas en su cuello mediante una tira de plástico, vestia con el uniforme blanco básico de enfermero.
-Estaré bien.-dije dirigiendome a los demás.
Asintieron y cerré la puerta.La mujer asintió y me ofreció una silla delante de ella. Nos separaba una mesa repleta de papeles escritos a ordenador.
-Primero quería darle mis condolencias, pero es mi trabajo el decirte que tu abuelo a sido asesinado por una clase se animal según la autopsia.-asentí dándole a atender que le escuchaba. -El cuerpo fué recogido en la acera junto la calle Wilson's, ¿tiene algún que otro familiar?.
-Mi padre vive a 68 kilómetros pasando el mediterraneo. -le dije a la señora.
-El tema de legislación infantil se llevará a cabo por un centro especializado, vivirás con tu padre hasta que cumplas la mayoría de edad. -afirmé cabizbaja.
Mi padre nunca me había querido, y no me iría a vivir con él, de eso estaba total y completamente segura. En este momento solo podía pensar en mi abuelo.
-Tienes derecho a ver a tu abuelo, pero sería recomendable que esperasé que retomemos un contacto con tu padre.
-Quiero verlo.-dije completamente segura.
Necesitaba verlo por última vez, necesitaba despedirme, le necesitaba a él. La mujer afirmó mi respuesta, cogió un manojo de llaves de un cajón de la mesa y salimos por la puerta en la que acababa de entrar en este momento. Ben, Derek y Mandy se levantaron inmediatamente de las sillas que había enfrente.
-Iros a casa,os llamaré cuando acabe y os diré algo.-dije despidiendome con la mano.
Seguí a la mujer de pelo canoso, bajamos en ascensor a bajo tierra, la última planta del edificio. A medida que bajamos por el ascensor el estómago se me tragó, estaba muy nerviosa.Cuando se abrió la puerta salí inmediatamente detras de la señora, el suelo era resbaladizo, y el aire ahí era frío. Había un montón de cajones frigoríficos de conserva a lo largo de una pared a otra, el estomago se me removió, había un chico apuntando cosas en una pequeña libreta a mediada que se paseaba por los grande cajones.
-La 46.-dijo la señora al chico.
Era un chico joven, no tendría más de de treinta años.
-Suerte.-me dijo la mujer acariciandome el hombro y se fué.
-Por aquí.-me señaló el chico para que le siguiera.
Cogió una llave y abrió una puerta, sacó como una bandeja con el cuerpo de mí abuelo. Estaba cubierto por una bolsa negra.
Una punzada en el corazón hizo que no pudiese seguir ahí. El chico estaba apunto de abrir la bolsa pero le paré de inmediato.
-Te quiero. - Le dije para mi misma a mi abuelo.
No podía seguir, no podía verle, mi corazón se parteria en más pedazos de lo que ya estaba. Se machacaria.
Salí corriendo de ese lugar, subí al ascensor marcando la planta "0".
Salí del recinto y me senté en las escaleras de la puerta principal, no he podido verle, pero si podido despedirme.
Nunca hubiese pensado que de todas las formas de morir, hubiera muerto así, sufriendo en la acera por un animal, un lobo por lo que me dijo la señora.
Mi padre,lo veía solo una semana si es que llegaba en las fiestas navideñas anualmente, muchos años ni siquiera lo veía para eso.Vivía en un pequeño pueblo de Australia, era un hombre que sólo vivía para trabajar y no para los demás, ni para su hija. Mi madre murió cuando yo solo tenía 3 años, desde ese entonces empezé a vivir con mis abuelos. No sabía mucho sobre el tema, aunque tampoco pretendía saber mucho. Mi padre me abandono y eso era lo único que importaba, me crié sin un padre, sin una madre...
Y ahora estaría sola, sola en este horrible e injusto mundo.
Sabía que mi madre murió por una enfermedad, que desde que nací había estado en un hospital, no sabía detalles, sólo lo que le pude sonsacar a mi abuelo.
Oí el motor ruidoso de una moto, levanté los ojos del suelo y ví a Derek, me hizo una señal para que me subiera con el. Me levanté y subí detrás de él después de ponerme el casco. No podía estar aquí,tampoco quería estar en mi casa, no lo soportaría. Nose a dónde se dirigía Derek, pero tampoco me importaba. Era raro, pero en este momento me sentía a gusto a su lado, me sentía bien.
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Fresh 2
FantasyArya era una chica normal y corriente, hasta que dos nuevos chicos de último año se transfieren al instituto. Algo en ellos le llama la atención. Pero sobre todo uno, su mirada, su forma fría de ser le llega a querer conocerlo más. Esta historia tra...