Capítulo 1

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El "experimento" hecho en la casa de Stiles había pasado sin pena ni gloria para ambos adolescentes como un recuerdo olvidado aunque Scott tenía la vaga satisfacción de haberlo hecho ya que con ello se había vuelto más seguro a tal grado de empezar a gustarle a una chica llamada Allison con quien posteriormente había comenzado a salir aunque no podía aun saber si eran novios o simplemente amigos con derechos era un gran avance en su vida, Stiles por otra parte parecía ser el mismo chico que antes del beso. Scott no lo interpreto a mal dado que Stiles nunca había tenido signos de una leve inclinación hacia los hombres y porque siempre alegaba que Lydia Martín le volvía loco, algo que hasta un ciego podía admitir como verdad. La idea de porque a Stiles no le había afectado el beso se debía (según Scott) porque su castaño amigo no había sido el del interés, sino Scott.

En fin, las cosas pasaron y poco a poco el tema fue olvidado o por lo menos no lo recordaban a cada cinco minutos, simplemente las cosas pasaron con fluidez, como si nunca hubiera pasado. Sin embargo algo como tranquilidad no ocurría en Beacon Hills, los días calurosos y el cielo azul eran un claro signo de que el verano se acercaba y con ello las ansiadas vacaciones, esa tarde en particular calurosa había sido distinta prometiendo inconscientemente a Scott que eso ya olvidado quizás volvería a sucumbir en su memoria.

Ambos habían quedado para hacer el proyecto de biología para los finales aunque todavía faltaban casi dos semanas para eso, Stiles le había dicho que si se apuraban y lo terminaban o adelantaban antes una vez que se acercará la fecha de entrega ambos no se encontrarían estresados como sus demás compañeros, por lo que Scott acepto sin más complicaciones.

Pusieron montones de hojas en la mesa de la sala en la casa de Stiles, junto a la laptop y a un balde de doritos, Noah, el padre de Stiles, les ofreció un vaso de limonada antes de irse al trabajo a lo que Scott agradeció el gesto debido al sofocante calor que sintió estando ahí. El sheriff deposito los vasos en una esquina de la mesa y se despidió de ambos prometiendo exclusivamente a Stiles que regresaría mañana por la mañana, Stiles asintió con una sonrisa de medio lado en su rostro, mirando a su padre marcharse y una vez solos Scott sintió una carga eléctrica cerca de él que noto extraña. Miro a Stiles mientras él le explicaba su idea para el proyecto. Observo sus labios y sus manos pálidas sosteniendo el lápiz y sus ojos enfocados momentáneamente en las hojas, en la laptop y unas cuantas veces más en los propios ojos de Scott. No era como si eso nunca había pasado anteriormente, Scott había sido testigo de cómo era sentirse debajo de la mirada de aquel chico, pero esta vez era diferente lo podía sentir. Sus manos comenzaron a sudar y su corazón, antes completamente estable, había comenzado a acelerarse un poco.

—Stiles... —tuvo la necesidad de gemir ese nombre. Su amigo se giró para verlo, y sin pensarlo siquiera, Scott depósito un beso en sus labios. Fue tan rápido como la primera vez, sin embargo, al haber sido improvisado la vaga sensación de ser rechazado contagio a Scott obligándolo a alejarse. ¿Qué diablo había hecho?—. Yo...Lo siento —susurro tras unos segundos.

Stiles se tocó los labios, confundido, sin embargo, luego de que Scott hubiera rogado su perdón una décima vez, el castaño se abalanzo a los labios de su amigo para regresarle el beso. Un poco más cálido y con un diminuto deje de excitación que pudo notar fue principalmente lo que envolvía el cuerpo de Scott en aquel juego reciproco de caricias. Tomo las caderas de Stiles sintiéndose atrevido y acerco más el delgado cuerpo ajeno al suyo. Deseando quitar lo que le estorbaba y estar piel con piel. El proyecto había pasado a segundo plano, ya tendrían tiempo para hacerlo porque a fin de cuentas había tiempo. Ahora lo que le interesaba más a Scott en ese momento era ganarle a Stiles con su lengua, que se trataba hacerse de su boca y después de repetir el beso un par de veces más, igual de apasionados e intensos pero entonces Stiles se alejó de su amigo y se acomodó la camiseta que ya casi la tenía por el pecho dejándolo confundido y necesitado.

—¿Todavía sientes curiosidad? —pregunto Stiles, incorporándose en su asiento, actuando como si lo que habían estado haciendo no era nada más que un juego y con una sonrisa picará que encontró desconocida, se dio cuenta entonces que quizás no conocía del todo a su amigo Stiles.

Scott no respondió.

Juego de amigos [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora