Epílogo

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La clara luz de un nuevo día lo despertó de forma abrupta, algo que lo obligo a levantarse, sintiéndose odioso al haber dejado de abrazar a Morfeo como lo había hecho un par de segundos atrás, pero dichoso de encontrarse cara a cara con un castaño aun dormido en sus brazos.

Era una escena ya común en su vida, pero Scott aún se maravillaba con ella como la primera vez, era hipnótico apreciar la belleza de su pareja bajo la clara luz del día. Beso la suave mejilla repetidas veces mientras poco a poco Stiles iba despertando.

—Dame un respiro —gimió el castaño mientras se retorcía un poco en su lugar, aun adormilado pero consciente de las acciones de su amado—. Es muy temprano.

Pero Scott no escuchaba o más bien se hacia el sordo porque una vez que sus labios se encontraban con el exquisito sabor ajeno no podía contenerse, y era su erección la más clara idea a ello. Paseo sus manos por la amplia y desnuda espalda de Stiles mientras que sus labios se aventuraban al cuello, reclamándolo entre besos y mordidas. Intentando con éxito despertar de ambas formas al castaño.

Stiles por su parte, una vez ya con los sentidos despiertos ataco por su lado la oreja izquierda de Scott. Explorando con las manos el bóxer de su novio, controlando a la bestia. Scott soltó un gemido al sentir la palma en su caliente erección, y miro a los ojos a Stiles. Deteniendo los movimientos, enfocándose el uno en el otro. Un momento breve de paz entre sus muchos momentos de pasión incontrolada.

Había comenzado andar con él luego de haberse confesado el día en que lo hizo, siendo difícil en un principio y recayendo en algunos rumores que Allison invento... Aunque ella luego de un tiempo confeso haber experimentado algo similar como ellos con Lydia Martín. Ahora, con casi seis años siendo novios y viviendo juntos, Scott se pregunta qué habría sido de su vida de no haber acabado con Stiles.

Triste, lo resume. Triste y absurdamente aburrido.

—Te amo Stiles... —murmuro, con esa sinceridad en el tono y con esa sensación tan única y especial invadiéndole el cuerpo.

Stiles sonrió mientras su mano retomaba el movimiento, con las mejillas rojas y ese ligero temblor de nerviosismo que se presentaba en su labio inferior.

—Y yo a ti...

Juego de amigos [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora