Juego de amigos [Editando]

Capítulo 3

Luego de aquel caluroso encuentro entre Scott y su mejor amigo, Stiles y tras haber pasado una semana, aquella escena en la oficina del Coach no de repitió dejando ofuscado en frustración sexual al joven Scott.

El moreno mantuvo su distancia como lo parecía hacer Stiles con él, pero pronto su paciencia fue apagándose conforme miraba que posiblemente no volvería a ocurrir. Y sinceramente se estaba cansando de solo masturbarse con el vago recuerdo de Stiles en la ducha de su casa.

Aquel experimento era algo de los dos ¿no? Entonces Scott no entiende el punto de Stiles para evitarlo cuando se sentía que ambos lo deseaban, aunque por supuesto el moreno sabe que la idea de esto se debía principalmente en su propia necesidad, sabia que si Stiles no lo deseaba lo diría.

Tal vez por eso fue tan directo el viernes por la mañana cuando vio a su amigo, omitiendo cualquier saludo y yendo directo al grano.

—¿Tu casa o mi casa?

La expresión de Stiles pareció confundía un instante, sin embargo tras varios segundo de silencio impaciente, su amigo (o por lo menos el que hasta hace unas semanas lo era) sonrió divertido antes de cerrar su casillero y pasar el asa de su mochila sobre sus hombros. Mostrándose divertido a pesar de que Scott estaba muriendo de vergüenza y sintiéndose animado, muy animado.

—¿De verdad quieres hacerlo? — pregunto Stiles como si hubiera dudado de la determinación de Scott y de su sinceridad, como si se tratase de un simple juego y eso lo hizo fruncir el ceño.

—Sí —contesto con toda la firmeza que pudo—. ¿Por qué lo dudas tanto? ¿Te desagrada esto? Porque si es así Stiles yo...

Su amigo soltó un suspiro interrumpiendo el largo discurso moralista que Scott estaba planeando decir, algo como “te esperare hasta que estés listo” o “jamás te haría algo que te lastime o no quieras” que creía firmemente aunque su cuerpo pareciera decir lo contrario.

—No me desagrada —dijo Stiles con una sonrisa burlona que había aprendido en algún lugar. Desafiante, seguro... Poderosamente atractivo, Scott intento no sucumbir a ella y espero al pero de aquella oración que definitivamente impedía aquella fantasía erótica que lo tenia sobreestimulado y con una media erección por las mañanas—. Es porque éstas con Allison.

Y eso le dio justo en el clavo, un pequeño y diminuto clavo que hasta hace poco era invisible para él y que no había terminado de notar hasta ese momento. Las palabras de Stiles lo golpearon de manera imprudente y cegadora, lo suficientemente fuertes como para que dicha astilla terminara enterrándose en su ser, haciendo que su corazón doliera de solo recordarlo.

Había olvidado por completo que Allison Argent, la chica con la que había empezado a salir, existía. ¿Cómo fue qué paso? Había estado tan pensativo en lo que sentía por Stiles cuando se besaban que olvido todo lo demás. No había hablado con ella, ni siquiera en clases y si lo había hecho, sinceramente no tenia ni idea de lo que había ocurrido. Se dio cuenta entonces que su mente estaba tan adentrado en el “experimento”, en el propio Stiles, que todo lo que era ahora no era más que en los vagos recuerdos apasionados y en las fantasías que soplaban en su mente con avidez y fuerza.

Y Allison Argent  paso a un plano fuera de la existencia que Scott le daba a las personas, y aquello le hizo sentirse como escoria.

—Sí, eso pensé —murmuro Stiles sacándolo de sus pensamientos, mirándolo aun con ese aire divertido, como si supiera exactamente lo que le ocurría y Scott no pudo sentirse más vulnerable—. Cuando hayas aclarado tus sentimientos, ven y charlemos pero por ahora, no voy a ser el malo de esta historia, Allison no me cae tan mal como para hacerle esto.

Stiles se dio la media vuelta para dirigirse a sus respectivas clases, dejando al pobre Scott en el mismo sitio donde toda esa conversación se había suscitado pero antes de que diera otro paso, Stiles se volvió a girar y le dijo.

—No confundas un simple calentón con el amor Scottie.

Y el vacío que sintió Scott tras esas palabras fue indescriptible.