Cambio de papeles.

|HOMBRE DE NEGRO| 1/2

Me desperté e hice lo que todo lo que una persona normal hace por la mañana.

Al rededor de las 3:37 p.m. me quedé aproximadamente media hora pensando mis dudas existenciales, una de ellas, ¿En verdad esto me está pasando?, ¿Cambié de cuerpo con el ser más idiota del planeta?, vaya suerte que tengo.

Después de mis dudas existenciales decidí llamar a Marco para molestarlo, ya que no tenía nada que hacer, es decir, tengo unas cuantas "amigas", pero sería imposible juntarme con ellas con mi actual apariencia.

- Hola idiota, ¿Qué haces? -empecé la conversación.

- ¿Yo?, no, si, digo, yo, no, nada, viendo a los pajaritos volar -tartamudeo.

- Aja..., bien, voy a hacer como que te creo.

- Emm, bien, pero, yo, no se a que te ref...

No lo dejé terminar.

- ¿Por qué me mientes?

- Lo siento Alisson, ahora no puedo hablar, adiós.

Bien, eso fue raro.

Después de un rato decidí salir por un café, un día sin café, para ni no fue un día.

Royal Coffe, no es el mejor de por aquí, pero es el que me queda cerca, así que...

Caminé hacia la entrada cuando me percaté que Marco estaba sentado con un señor bastante sospechoso, lentes oscuros, gorra negra, sudadera negra, bien, algo me dice que le gusta mucho el negro a este tipo.

Decidí no acercarme, sólo observar desde lejos, la verdad me sentía como toda un súper espía.

Me era imposible escuchar algo de su conversación, solo veía expresiones de frustración en la cara de Marco, bueno, mi cara, bueno, ahora su cara ¿De que estarán hablando?

Conozco bien a Marco, sé que el no se metería en asuntos ilegales o algo por el estilo, de hecho una vez pisó una araña y lloró por tres horas, de verdad tiene un lindo y esponjosito corazón.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó Marco con una cara no muy agradable.

Bien, casi muero de un susto.

- Pues nada, viendo volar pajaritos -dije con una inocente sonrisa.

- Alisson...

Revisé la mesa en la que estaban anteriormente y el sujeto ya no estaba allí.

- Ven, vamos a sentarnos -dije tomando la mano de Marco.

- Bien, ahora sentados, empecemos -dije acomodandome en la silla.

- Ya va a empezar... -dijo rodado su ojos.

- ¿Quién era ese sujeto?, ¿te vendía drogas?, ¿estás en algo ilícito?, ¿Su color favorito es el negro?

- ¿Qué?

- ¡Responde!

- No era nadie importante -dijo restandole importancia.

- No pararé hasta que me lo digas, sabes que no lo haré.

- ¿Lo harías si te compro un café? -preguntó tratando de chantajearme, pero mantuve mi postura.

- ¿Un frapuccino? -intentó de nuevo.

- Okey, muy bien, lo hiciste. -dije rindiendome.

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-Anónima...