Capítulo 6

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CAPÍTULO 6

Detrás de la mirada impenetrable y molesta del pocionista se escondía el temor y la incertidumbre, Vladimir había pensado demasiado en lo que estaba haciendo, pero pensaba demasiado en Hermione, en definitiva su amigo tenía que saber la verdad de la locura de aquella mujer, aunque eso significara fallarle a Hermione.

¿Dónde se encuentra Maiden?

¿Piensas ir a buscarla acaso? — le preguntó Vladimir molesto —, siempre he creído que no mereces a Hermione, mientras ella vive enamorada de ti, tú sigues pensando en esa mujer.

Vienes a decirme que Maiden se encuentra mal... al punto de ser una inestable, y piensas que me quedaré aquí esperando a ver cuál es su próximo paso, no seas imbécil. — Escupió con odio —, Hermione es mi esposa y mi lealtad es con ella.

¿Qué piensas decirle a Maiden? ¿Qué te deje en paz? ¿Qué no se acerqué? No va a funcionar, está completamente obsesionada y está mal. — Le dijo en forma seria extendiéndole una copa que lo ayudara a procesar —, con quien debes de hablar es con Hermione, es cuestión de tiempo para que ellas dos se sienten a hablar.

Eso jamás sucederá porque no voy a permitirlo.

Sucederá.

¡No voy a perder a Hermione! — Le gritó con la vista perdida —, jamás voy a correr ese riesgo, y usaré todas las cartas que tenga para evitar tal cosa.

¿Y cómo piensas proteger a Hermione? Ella... sale al trabajo, y tiene una vida... he... he hecho que cuiden el centro.

¿Cuál centro? — Le preguntó él levantándose, Vladimir hizo lo mismo, pero dando un paso hacia atrás, Hermione le había pedido que le guardara el secreto le estaba fallando, pero su vida valía más que esa lealtad — responde.

El centro de investigación que... se interesó en su proyecto.

Es tuyo — dijo el pocionista riéndose —, bueno veo que no soy el único que guarda secretos — siseó enfadado, pero en cuanto levantó la vista hacia su "amigo" todos los celos que había estado guardando salieron de pronto.

Fue algo imposible de controlar, el entusiasmo de su esposa al ir a trabajar y esa felicidad que demostraba en lo que hacía lo empezó a descolocar y a interpretar de una manera equivocada, ese hombre se había atrevido no solamente a visitar a su esposa cuando ella estaba sola, sino que además se la había llevado a trabajar con él.

No empieces a pensar cosas que no son Severus, si te digo esto es porque debemos proteger a Hermione.

¿Debemos? Me parece que el encargado de la protección de mi esposa soy yo.

Tus celos te harán perderla.

¿Y piensas estar ahí para consolarla? Sé cómo ves a mi mujer, y es momento que caigas en la realidad que ella es mi esposa y debes alejarte de ella. — Le amenazó sin importar la amistad que los unía.

Sólo intenté protegerla...

¡A TI NADIE TE PIDIÓ ESA PROTECCIÓN, QUE PARA ESO ESTOY YO! — Le gritó arrojándolo al otro lado de la habitación.

Severus estaba perdido en los celos, no solamente por lo que él le estaba confiando, sino por ella... su esposa se había atrevido a mentirle, de la misma manera que él le mentía, y bien sabía que cuando había una mentira de por medio, era porque había algo importante que ocultar, las imágenes producidas por su misma histeria lo estaban haciendo enloquecer.

Cuidaré de tiWhere stories live. Discover now