Pero claro, como hiba pensar que Claudio hiba a querer algo serio conmigo, sí para él era sólo la chica con la que pasaba el rato, estaba tan sumida en mis pensamientos que no noté cuándo alguien sé atravesó y tropezamos.
— perdón— escuché, alse la mirada y ví que era un chico él que sé disculpaba por el tropiezo
— no, perdóname a mí, venía distraída— le dije disculpándome
— bueno soy Ulises— sé presentó el chico, dándome la mano la cual tomé.
— yo soy Taylor— me presenté
— bueno pues espero verte— dijo
— claro— contesté y seguí caminando hasta mí dormitorio, las lágrimas empezaban a resbalar por mis mejillas, era una horrible mezcla de tristeza por qué pensé que podíamos llegar a ser algo más, no lo sé novios y también sentía coraje, mucho coraje por qué sé había burlado dé mí.
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Era dé noche, quería dormir, pero no podía, sólo pensaba en el, y por qué diablos pensaba en el, sí era un idiota, pero yo era más idiota, desde que lo conocí en la playa, me volvió loca por el, su lindo acento,su cabello claro, ojos azules, es perfecto.
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Era dé mañana, estaba lista y por fin logré llegar a tiempo a clase, y más que temprano, solo estaba una simpática chica rubia
— hola, soy Romi— me dijo y me senté junto a ella
— Taylor— contesté
— y eres nueva o por qué no habías venido a clases— me preguntó
— pues si soy nueva en la escuela, pero había llegado desde antes, solo que no tuve tiempo de llegar a clases— expliqué
Depronto entró un chico dé risos con un chico moreno, el cual ya había visto cuando entré al cuarto dé Claudio y que por lo que escuché su nombre era Silverio.
Quién por cierto sé sentó junto a mí — pero mirá quién tenemos aquí, pero como estás presiusura y dónde dejaste a Claudio— dijo
Hiba a contestar pero en ese momento entraron muchos alumnos, varios chicas y el chico con el que me tropecé ayer y hasta el final venía Claudio, con una chica rubia, platicaban animadamente y el tenía un brillo en los ojos y una sonrisa que nunca había tenido conmigo, y dolia, claro que dolia verlo con ella.
En toda la clase, no pude concentrarme, solo podía ver a Claudio y a la tonta chica
Por fin acabó la clase hiba a salir cuando, me saludó Ulises el chico con el que me había tropezado.
— hola, no te había visto— me dijo Ulises
— esque no había podido llegar a clases a tiempo, pero ya trataré de no faltar a clases dé ahora en adelante— dije
— y quieres ir a la cafetería o algo— me preguntó
— sí claro—
Y nos fuimos a la cafetería, dónde nos sentamos juntos
— y cuéntame Ulises, que es dé tú vida afuera dé aquí— pregunté
— bueno, sí té cuento mí vida dé seguro vas a salir corriendo y nunca quedras volver a hablarme— me dijo
— o vamos, no creo seas un extraterrestre o algo así como para que me aleje dé ti— brome
— no soy como tú, como todos ustedes, niños ricos, yo sólo estoy aquí becado— dijo
— y vamos pensé que dirías algo grave— le dije
— eso no es todo— continuó
— bueno cuéntame qué más— le dije
— estuve en la cárcel— soltó dé la nada
— por— pregunté algo confundida
— robó— contestó
— eras culpable— pregunté
El sé quedó callado
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Era de tarde, estaba en mí dormitorio, pensando en mi plática con Ulises, el no parecía un chico malo como para robar.
También pensaba en Claudio, ahora sabía que no podríamos estar juntos pero me gustaba recordarlo, recordar sus besos.
Y mierda por qué sí ya sabía que no podríamos tener algo serio aunque sea quería una despedida
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Junte todo el valor que tenía, pará ir a buscarlo a su cuarto, la puerta estaba abierta y entre lo ví ahí acostado
— hola Taylor— me saludó, cuando me vio
— estás sólo— preguntó
— perdón— dijo confundido
— té pregunté sí estás solo— dije
— sí estoy sólo— dijo
Y me senté sobre el, mis piernas a cada lado, y comencé a besarlo intensamente, el me siguió el beso
— que hacés— preguntó
— quiero una despedida— dije, volviendolo a besar
Los besos eran intenso, se empezó a sacar el sacó y camisa dé uniforme, yo hice lo mismo con mí camisa
Sus manos buscaron el broche dé mí sujetador y lo quito, su mirada fué directamente a mis pechos y volvió a besarme
— Eres hermosa— dijo entre el beso, mis manos buscaron el cierre de su pantalón y lo bajé, para que después el sé lo quitará, después buscó el cierre de mí falda y la quito
El sé quito los bóxers y yo las bragas
— ésto té vá a encantar— dijo en mí oído
