capitulo 4

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Era una tonta la más grande tonta dé éste mundo, lo estaba viendo ahí a Claudio y a esa tal Antonia besándose.

Las lágrimas empezaban a salir de mis ojos y un sentía un nudo en mí garganta

Estaba sentada en la cafetería y ellos estaban sentados en otra mesa comiéndose a besos intentaba mirar a otra lugar pero era imposible

— oye que te pasa? — me dijo Ulises,  que sé acababa de sentar junto a mí

— nada — le dije tratando de ver a otro lado para que no viera mis ojos llorosos

— es por ese idiota verdad? — me dijo apuntando hacia donde estaba Claudio con Antonia

— pensé que tú y ella eran novios— contesté, tratando de evadir su pregunta

— éramos, ya no, me dí cuenta que ella no era cómo pensaba— me contestó

— y como pensabas que era— pregunté

— dulce, linda, pero ya me dí cuenta que sólo es una niña fresa— dijo mirándome a los ojos

—  lo siento— le dije

— pues yo no, y tú tampoco deberías dé sufrir por ése idiota, él sólo está jugando contigo— me dijo

— sabes, esque​ ese es el problema, yo siempre supe que Claudio no me quería, que yo solo era para pasar el rato, pero aún así me enamoré como loca— dije con total sinceridad

— pero tienes que tratar de olvidarlo, el no té quiere Taylor y no quiero que sufras— me dijo y me tomo del mentón acercando demasiado mí rostro al dé el— deberías dejar dé sufrir por idiotas y ver a otros chicos que sí té quieran—

Nuestros rostros estaban demaciado cerca, sentía que nuestras respiraciones sé mezclaban

— me tengo que ir— le dije alejándome de él

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Me encerré en mí cuarto por suerte no estaba Lesli y podía pensar con claridad.

Tenía mucho que pensar, Claudio y su estúpida noviecita, y además lo que acababa de pasar en la cafetería con Ulises

Mí mente estaba echa un total caos y nesecitaba ordenarla

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Mí última semana en like fue todo un cambio, primero no e hablado con Claudio, el me a estado evadiendo y siento que es lo mejor para poder olvidarlo.

Romina,  Manuela  y yo nos hemos vuelto muy buenas amigas, lo cual me da gusto, ya que Lesli es dé otro grupo y casi no podemos vernos.

También mí relación con Ulises sé a vuelto más cercana, él me a contado que estuvo en la cárcel por qué robó pero que ahora ya había tomado terapias y ya nunca lo volvería a hacer, el era un chico muy lindo y me trataba bien, se había vuelto sin duda mí mejor amigo.

Estábamos en su recamara sentados en un sillón ya que el dijo que tenía algo que preguntarme

— sé que estos últimos días, nos hemos vuelto cercanos y creo que eres mí mejor amiga y espero que yo también lo sea, pero quiero que seamos tú sabes algo más que amigos no quiero presionarte— decía algo nervioso así que lo interrumpi

— vamos Ulises sin rodeos, ya dime lo qué querías— le dije dándole confianza

— está bien— tomó mis manos entre las suyas — Taylor, quieres ser mi novia?— me preguntó dulcemente, nunca había tenido novio, sí pretendientes pero nunca los acepte por qué estaba esperando al indicado, claro hasta que llegó Claudio y como estúpida me entregué a el sin ser nada, pero ya era tiempo de olvidarlo

— sí, Ulises, sí quiero ser tu novia— le dije

— me haces el chico más feliz de todo like— y me beso, sus besos sabían a menta, era un beso suave pero entregado

Nos separamos al oír un carraspeó atrás de nosotros, era Claudio

— lo siento, no quería interumpierlos — dijo con un tono dé burla en su voz — pero no sé preocupen yo ya me voy para que ustedes puedan seguir— dijo, dirigiéndose a la puerta— sólo una última cosa— dijo regresando— Taylor, tú quieres pasar por todas las camas dé éste dormitorio, yá sabes primero conmigo, ahora con Ulises después sigue Silverio— preguntó arrogante

— eres un estúpido— dijo Ulises y sé hiba a levantar para golpearlo pero lo detuvo

— no vale la pena— le dije, tratando de calmarlo

— dé todos modos yo ya me hiba— dijo llendose Claudio

— es un idiota — me dijo Ulises

— es cierto, y no es que traté de justificarlo pero antes, no era así— le dije

— a dé ser por esas estúpidas pastillas que toma— me dijo

— que pastillas? — le pregunté

— mira no sé bien, pero se que consume unas pastillas y no son nada buenas —

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Estaba con Romina y Manuela, platicando, pero no podía consentrarme, el asunto de Claudio y esas estúpidas pastillas calaba mí mente, el era un idiota conmigo y aún así no quería que le pasará nada.

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Siento no escribir regularmente,pero enserio e estado demaciado ocupada, pero ahora si escribiré mucho más seguido.Quiero recomendarles está novela es muy linda y espero que les guste dejé su portada en multimedia





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