let me be; cake

05.

las palabras de michael seguían en mi cabeza, a pesar de que después de la conversación cambiamos de tema creo que mi enfoque estaba, totalmente, en lo que había ocurrido.

luke y yo no éramos nada, él quería experimentar y yo resulté ser el primer chico que se le cruzó por la cabeza, fue divertido, o al menos trataba de convencerme, si de verdad no fue nada ¿por qué hizo tanto alboroto cuando le dije que solo era un beso? no lo entendía y no estaba seguro de querer hacerlo.

tampoco quería regresar al pequeño lugar que compartíamos, en parte porque no podía verlo... todavía.

"calum, van a ser las tres de la mañana, no puedes ignorarlo toda la vida," rodó los ojos haciéndome sonreír un poco incómodo.

"puedo intentarlo."

"no, no puedes, sal de mi hogar," reí ante aquello pero me levanté, nunca entendería por qué michael siempre tenía razón.

después de un pequeño apretón de manos y algunos chistes su parte me encaminé a mi habitación, no estaba tan lejos, tal vez a unos diez minutos caminando.

al llegar y abrir la puerta todo se encontraba en silencio, deje las llaves sobre la mesa a un lado de la puerta y me dirigí a la ventana para abrirla, hacia un leve frío demasiado agradable. me dirigí a la cocina y saqué un cigarrillo de la cajetilla que mantenía ahí para encenderlo y quedarme junto a la pequeña ventana.

"¿nuestros planes cambiaron y no me enteré?" escuché detrás de mi, solté un suspiro y me giré enfrentando al rubio.

"yo debería preguntarte aquello."

"¿qué carajos, calum?"

"estuve ahí a la hora acordada, te esperé afuera algún tiempo aún cuando la clase había terminado, te demoraste en salir tanto que me preocupé y al entrar tus labios parecían ocupados con los de una chica," su cuerpo se tensó, "perdón si decidí no interrumpir, di media vuelta para ir a pasar el rato con michael."

nos quedamos en silencio, no me encontraba enojado, el sentimientos era diferente. me terminé de fumar el cigarrillo y tiré la colilla por la ventana para ir hacia mi cuarto, luke no se había movido.

"lo siento, calum, se me pasó la hora, no sabía-" lo interrumpí.

"no importa, supongo."

"¿puedo dormir contigo?" murmuró.

"preferiría que hoy no, hasta mañana," cerré la puerta, no sin antes dar una mirada a sus entristecidos ojos azules.