let me be; cake

06.

no podía dormir, seguramente era el hecho de que me había acostumbrado a la presencia del rubio cuando se trataba de noches tan frías como estas, después de todo llevábamos al menos dos semanas en malos términos. mis bóxers y la camisa de lana apenas me cubrían, debía comprar ropa más abrigada.

me levanté, salí de mi cuarto a la cocina para servirme un poco de agua, el silencio era casi total. cuando iba a volver a cerrar la puerta mi cuarto la puerta de la habitación del rubio se abrió revelando su cuerpo, las ojeras bajo sus ojos llamaron mi atención.

"oh, hola." murmuró por lo bajo con una leve inseguridad, solo asentí en su dirección dispuesto a terminar de cerrar la puerta. "espera, ¿cal?" tragué saliva, no me moví.

"¿sí?" dije despacio.

"te extraño." suspiró. "no puedo dormir sin ti."

"yo tampoco." admití.

pude notar la misma mirada llena de tristeza, sus ojos lucían hermosos incluso con lo ensombrecidos que se encontraban, eran un gran océano y me encontraba ahogando en ellos. tomé su mano acercándolo a mi, le regale una muy pequeña sonrisa.

"tus ojos son tan... hermosos."

el pequeño sonrojo que apareció en su rostro me hizo verlo con otros ojos, en este momento no era el luke que recorría la universidad con el pecho en alto y con chicas diferentes colgando de su brazo, en este momento era mi luke, mi tímido y gruñón luke, el cual me tenía perdido en él.

olvidé que estaba enojado, olvidé que nos encontrábamos peleados porque cuando nuestros ojos volvieron a encontrarse no pude pensar en nada más, en nada más que en él.

rodeé su cintura con  mis brazos mientras soltaba nuestros dedos.

"¿c-cal?" dijo por lo bajo. "¿qué haces?"

"te quiero besar, luke." susurré.

"entonces hazlo."

no tuvo que pedirlo dos veces. pronto junté nuestros labios, la suavidad de los mismos me recibió con melancolía. el beso fue dulce, el sabor del rubio estaba pegado a mi boca, nuestros dientes chocaron buscando más del otro, nuestras lenguas se juntaron, jugaron entre ellas envolviéndose de una manera casi excitante. succioné su labio inferior con ternura cuando nos separamos, ambos con la respiración pesada. deje pequeños besos alrededor de su boca, juré que mi corazón se detuvo cuando una pequeña risa casi inexistente abandonó sus labios.

no sabía que me pasaba, nunca antes había visto a luke de aquella manera, de una manera tan poética, tan romántica. tal vez era la hora, o tal vez era mi subconsciente aprovechándose de mis pocas horas de sueño, de cualquier forma, cuando aquella noche me acosté en mi cama con el rubio entre mis brazos bajo las sábanas, algo encajó en mi cabeza.