Sol

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Llegaste de repente.

Un niño, lleno de inocencia, con una mirada dulce, y sonrisa sincera.

Batallamos en el agua fría bajo el centelleante sol. Fuimos amigos desde el inicio, o eso quiero creer. 

Pero desde aquella vez, en donde mi inocencia era tan grande como la tuya, cuando sentí un revoltijo en mi estomago, quise odiarte.

La veces que quise odiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora