Osa Mayor

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Decirte que hablar a las siete de la mañana después de haber estado la noche entera bajo las luces y la música, no son las condiciones perfectas para hablar. Pero lo hicimos de todas formas. Y, ¿para que mentirte? Fue genial. 

Fue como volver a los quince, a los doce, y nuevamente a los nueve. Pero mucho mejor. 

La veces que quise odiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora