Capítulo I

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Camila's POV.

"Que hermosa mañana hace en Seattle", pensé mientras tomaba mi rutinario café en una de las miles sucursales de Starbucks, pero específicamente la de South Lake Union, justo al frente del edificio corporativo de Nordstrom, Inc. El gran edificio de quince plantas, donde en un rincón de él se encontraba mi oficina.

Aunque solo fuese un pequeño rincón, en un edificio tan inmenso y aparatoso como ese, estaba infinitamente orgullosa de mí misma. Ni en cinco vidas se imaginarían la cantidad de neuronas que me costó llegar ahí.

En este preciso momento me encontraba cómodamente sentada en una pequeña mesa del Starbucks, con el radiante sol reflejándose de lleno en mi cara, no me molestaba, amaba esa sensación de grandeza que me hacía sentir el calor. Leía una revista cualquiera de chismes que habían abandonado en la mesa. Pasaba las páginas, una tras otra, porque realmente no me interesaba nada de lo que había en ella. Hasta que llegué a una columna en específico que preguntaba en grandes letras moradas "¿Cómo te describirías?", y me puse a pensar... ¿Cómo describiría a Karla Camila Cabello?

Bueno... soy una persona extrovertida, con un carácter fuerte, pero no mala persona, solo no me dejaba coger los huesos de cualquier perro que pasaba por mi lado. Soy la mayor de tres hermanos, lo que me convirtió en una persona independiente y afectiva, siento esa necesidad obligatoria de proteger a todo el que se encontraba a mi alrededor. Trabajo, y mucho, pero no me considero una adicta o como dicen en pleno siglo XXI: "Workaholic". No lo soy, comprendo que los fines de semana son míos y solo míos, y bueno, de Dinah, mi mejor amiga. Me gusta ir de compras, bailar, fiestar, tener sexo ocacional, y ... Mis pensamientos fueron interrumpidos por una vibración proveniente de mi teléfono, y como era de esperarse un mensaje de Dinah brillaba en la pantalla:

- Camila Cabello 5 minutos tarde, ¿qué le habrá pasado? -

Ese fue el momento exacto en el que me di cuenta que mi mente se había entretenido con una revista de chismes, "que patético" pensé. Recolecté mis cosas de la mesa y salí caminando en pasos rápidos para ingresar al gran edificio donde me esperaba un nuevo día de trabajo.

Mis tacones retumbaban en la hermosa antesala hecha en cristales, donde se ubicaban mis dos secretarias, una frente a la otra, y que daba paso a la puerta de mi oficina que tenía grabado en grande:

Camila Cabello

Gerente de Finanzas

- Buenos días Señorita Cabello - me sorprendió Kelly, una de mis secretarias - hoy tiene una reunión con los distribuidores de Briggs & Riley a las 10 de la mañana, quieren renovar su contrato y actualizar algunos apartados. Y aquí están los contratos que tiene que leer y firmar para esta tarde - dijo pasándome una gran carpeta que contenía alrededor de 400 páginas que debía leer cuidadosamente para esta tarde. "Si, amo mi trabajo", me repetía una y otra vez, antes de mandar todo a la mierda e irme a casa a ver una de mis series favoritas con un tazón de palomitas de maíz - La señorita Hansen la está esperando dentro de su oficina -

- Gracias Kelly - respondí, regalándole una pequeña sonrisa de lado.

Al entrar a mi oficina, me encontré con la mirada de mi mejor amiga fija en su reloj de mano.

- Llegas diez minutos tarde, ¿qué pasó? ¿se comió el gato tu alarma? - me dijo mientras entraba y colocaba la pila de papeles en mi escritorio.

- Ni siquiera tengo un gato, Dinah - respondí con una sonrisa que solo indicaba sarcasmo, mientras ella volteaba los ojos.

- No, si no tienes ni que recordarme que estás más sola que un vagabundo - devolvió. No se podía quedar callada.

- Buen día para ti también, Dinah. ¿Qué haces aquí, se infestó con una plaga tu oficina? - Otra volteada de ojos.

Dinah Jane Hansen era, junto a mí, la otra gerente financiera de Nordstrom, Inc. Íbamos mano a mano en todo lo que respectaba al dinero que entraba y salía de aquí. Y también era mi hermosa y sarcástica mejor amiga. No, no podía vivir sin ella.

- En realidad estoy aquí porque tenemos que revisar el nuevo contrato de Briggs & Riley juntas, prende tu computador, está en tu correo - ella mandó, y yo obedecí. Me senté en mi cómoda silla de cuero, y di a prender a mi computador.

- Que mierda, no quiere entrar a mi usuario corporativo, dice que es inválido - musité con una mueca de enojo.

- Seguro salieron de ti, y esta es su sutil manera de dejártelo saber - rió a carcajadas y yo le saqué el dedo mayor. - Bueno ya, inténtalo de nuevo -

- Ya lo he intentado cuatro veces Dinah, a la quinta se bloquea mi sistema operativo - casi grité, ya me estaba fastidiando. - Nordstrom paga millones de dólares al año por un buen departamento de base de datos, y lo sé porque yo manejo esos números, odio que comentan errores como estos -

- Bueno, llama al departamento y repórtalo - me respondió con esa tranquilidad tan suya, que lograba sacarme de mis cabales la mayor parte del tiempo.

- NO - grité - No debería decirles cómo hacer su trabajo -

- Bueno, si tanto te molesta llamar, vete a la universidad, saca una carrera de ingeniería en sistemas, y resuélvelo tú misma -

- Ha ha, tu sarcasmo está a mil hoy - dije, ahora siendo yo la que volteaba los ojos.

- Al igual que tu paciencia, querida amiga -

Acepto que puedo ser un poquito terca a veces, así que decidí coger el teléfono y marcar la extensión que me comunicaba con el departamento de base de datos de la compañía.

- Departamento de Informática y Publicidad, ¿en que puedo servirle? - respondió una joven voz, que parecía de un robot.

- Hola, soy Camila Cabello, del departamento de finanzas, llamo porque tengo un problema con mi usuario corporativo, no quiere funcionar - dije, lo más calmado que pude.

- Si, señorita Cabello, tenemos un problema, una de nuestras maquinas principales fue saboteada anoche y la mitad de los usuarios de la compañía están bloqueados, estamos intentando resolverlo lo más pronto posible - respondió educadamente la joven, como si ya hubiese dado ese discurso miles de veces hoy.

- Me puedes comunicar con tu superior, por favor -

- Sra. Cabello, estamos traba... -

- No me importa lo que están haciendo, necesito leer un contrato para las 10 de la mañana, quiero mi usuario funcionando ahora mismo - grité - Comunícame con tu superior, ahora -

- Bien, ya le paso con la Sra. Jauregui - respondió con una voz de lobo atacado.

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