| Capítulo Único |

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A Tamaki le tocó de la peor manera aprender a nunca más hacer apuestas con los chicos de la clase 1-B, y mucho menos si Kirishima estaba involucrado en ello.

Todo comenzó con una pelea iniciada primeramente por un chico de nombre TetsuTetsu, el cual había buscado a Eijirou casualmente para terminar lo que habían dejado en empate en el festival deportivo.

Y como ambos sabían que no sacarían nada con golpearse hasta el cansancio, optaron por la apuesta más estúpida de todas: vestir trajes de chicas de primaria por dos semanas, pero Kirishima había objetado ante esto alegando que era demasiado tiempo.

Entonces el chico de acero le puso una condición para rebajar el tiempo en el que duraría la apuesta, y aquello era que Tamaki también fuese partícipe de todo ello.

─Ni lo piensen! están locos! jamás podría ponerme algo así!─se negaba rotundamente el azabache, empezando a alejarse de ellos.

─Por favor! hazlo por mí, Tamaki! te prometo que después haré lo que tú quieras!─le rogaba Kirishima, llegando al extremo de tirarse al suelo.

Amajiki lo miraba entre sorprendido y aterrado, no se imaginaba a sí mismo vestido de mujer; en eso, alzó la vista hasta TetsuTetsu, el cual aún los miraba sonriente y desafiante.

─...Bien. Será por una semana, no?─cedió el azabache, concediéndole la misma mirada desafiante al chico enfrente suyo, aunque los nervios vagamente le traicionaban.

─Así es. Que gane el mejor─y con ello TetsuTetsu se despidió, mas no del todo feliz, ya que él también debería vestirse con dicho uniforme.

─Gracias, Tamaki!─el pelirrojo lo abrazó realmente agradecido─. Por cierto, sabes de algún lugar en donde vendan esos famosos uniformes?

─Sé de alguien que sí lo sabe... ─Amajiki hizo una pausa; estaría bien hacer a Nejire partícipe de todo esto? esperaba que no se burlara de él.

Minutos después, ambos chicos se encontraban frente a la peliazul, quien a toda costa quería ayudarlos a ser vencedores en tan particular apuesta.

─Yo me encargaré de vestirlos como unas educadas y bien ordenadas chicas de primaria. Seguro encontraremos trajes de su talla!─decía Hadou, desbordando emoción por doquier.

Tamaki se abrazó a sí mismo, sin estar muy convencido de poder andar durante toda una semana humillándose con el dichoso uniforme; y más allá de eso, era cien por ciento seguro que toda Yuuei se reiría de ellos... y quizás cierta persona también.

─Hazme parecer toda una chica, Nejire!─le pidió Eijirou lleno de determinación, ganándose con ello la envidia del azabache.

A la salida, Tamaki notó que Nejire en compañía de Kirishima ya lo esperaban afuera de su salón, y ante aquello Mirio no pudo evitar sentirse intrigado.

─Tienen algún plan ustedes tres?─le preguntó el rubio a Tamaki, quien de un sobresalto se volteó para responderle.

─Algo así... se podría decir... ─el azabache se aproximó hasta la puerta, en donde la peliazul no dudó en atraparlo por el brazo derecho.

─Quieres acompañarnos?─preguntó el pelirrojo, mirando con un toque de diversión al rubio.

─Kirishima, no!─se apresuró a decirle Tamaki, enrojeciendo y siendo ya comido por los nervios.

─Mirio, no puedes venir con nosotros porque yo y estos dos iremos a hacer cosas de chicas!─le recriminó Hadou, sin darse cuenta de que lo dicho no tenía ningún sentido.

─Cosas de chicas?─preguntaron Mirio, Tamaki y Kirishima en perfecta sincronía.

─Exacto! y como tú eres el más maduro de los tres─la peliazul apuntó con desaprobación al rubio─, no puedes acompañarnos, ya que resultarías siendo un cero a la izquierda.

Un Pequeño Cambio | MiriTamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora