Dicen que el amor te hace cambiar
¿Ustedes que creen?
Si es por amor
Doy todo lo qué soy
Si es por amor
Todo será verdadero
Chloe estaba decidida a probar que eso era verdad, ella sabía que el cambio tendría que ser por ella misma y no por alguien más, pero tenía que ponerse una motivación y que mejor que el amor.
A la chica le costaba mucho lograr cambiar, habían sido muchos años en los que había actuado a la perfección el papel de niña malcriada, pero eso no sería un impedimento para la Abeja Reina, por supuesto que no.
Yo me conozco y siempre encuentro la manera
No importa cómo y donde sea
En mi juego esta claro el reglamento
Cuanto lo siento
Sus plan sería tan fríamente calculado que nada podría salir mal. Ella estaba decidida a dar todo en este juego, porque claramente, tenía rivales y la más poderosa aunque le costará admitir en voz alta, era Marinette Dupoin- Cheng, pues ella tenía algo que la rubia no y era el cariño y respeto de todos, pues ella era una maravilla a los ojos de los demás.
Así que Chloe comenzó con su juego de una forma justa y limpia
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-Pana...- la rubia tomó un pequeño respiro y enderezó la espalda- quiero decir, Marinette, ¿Podría hablar contigo?
-¿Qué es lo que quieres Chloe?- Marinette tenía una actitud muy a la defensiva, lo cual le hacía más difícil la situación a nuestra rubia.
-¿Podríamos hablar?, Por favor
¿Por favor?
¿Habían escuchado bien?
Marinette juraba haberse lavado bien los oídos está mañana, por lo cual se dió cuenta que había escuchado claramente las palabras de la rubia.
Por otro lado, Chloe se esforzaba en depositar toda la amabilidad y naturalidad posible en cada palabra.
Alya y Marinette tenían una gran expresión de sorpresa, en cambio Sabrina una de orgullo, puesto que Chloe no era de las personas que pedían las cosas "por favor" ni aunque fuera por cumplir un capricho.
-Esta bien, pero que sea aquí y rápido- Marinette se sentía rara, nunca en toda su vida había visto a su rival así.
-Tú sabes de mis sentimientos por Adrien y aunque parecen un capricho, son genuinos, por lo cual quiero ganar a la buena, sin trampas ni sabotajes- se sentía tan nerviosa que creía que en cualquier momento iba a vomitar- por eso quiero que sepas que tendré su amor con esfuerzo y quiero que tú también lo hagas. Estoy conciente de lo que sientes por él y quiero que te esfuerces para que él te noté. ¿Aceptas?
Alya estaba muy segura de que esto era tan interesante como uno de sus tantos reportajes sobre Ladybug y Chatnoir.
-A- acepto- Marinette dudaba mucho y no por desconfiar de la rubia, sino que por primera vez, sentía que la antes mencionada podía ganar a la buena.
la chica de coletas le extiende la mano a su contrincante para estrecharla a lo cual la rubia corresponde.
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Ya no era tiempo de temer a lo que pasaría, ya no era tiempo de suposiciones llenas de inseguridad, era tiempo de actuar, de dejar salir a flote su verdadero yo.
Ya no más niña malcriada...
Yo tengo un plan siempre
Que te envuelve dulcemente
Era un nuevo día en la ciudad parisina, se había corrido un rumor en el colegio sobre el extraño comportamiento que la rubia había tenido últimamente, lo cual fue confirmado cuando vieron llegar a la antes mencionada. No portaba su típico atuendo amarillo llamativo, sino algo más sencillo.
Había dejado su cabello suelto, no traía sus típicos lentes de sol y estaba maquillada de una forma más sutil.
Definitivamente no se veía cómo la Chloe de siempre, se miraba muy sencilla pero demasiado bonita para llamar la atención de Adrien.
Al adentrarse a la escuela, se topó con las miradas de muchos, pero no la que necesitaba. Que todos tuvieran su atención centrada en ella la ponía por primera vez (en mucho tiempo) nerviosa.
A conforme iba avanzando al salón de clases, se encontró con su máxima aliada, la cual le dio una sonrisa de aprobación a penas la vio.
-Adrien está en el salón de clases ¿Lista?
No...
Chloe sentía inseguridad, tenía miedo de las críticas que se le pudiera hacer, por varios años se aguanto todo tipo de comentarios hirientes hacia su persona, pero está vez creía que no iba a poder.
-Sabrina, no quiero entrar- unas cuantas lágrimas salieron.
-La gran Chloe Bourgeois no puede darse por vencida solo por las palabras de los demás. Por más que cambies nunca debes de olvidar la ganadora que eres. A ti nunca te gustó ser una princesa, tú quisiste siempre ser la reyna, algo más poderoso e imponente y por más que la gente hablé, tú no debes olvidar lo fuerte que eres y si lo haces, yo estaré ahí para ti
Chloe estaba impresionada por las palabras de la pelirroja, nunca en su vida la había escuchado hablar así, tan segura y tan capaz.
-Recuerda, si es por amor...
-Doy todo lo que soy
Las dos chicas se unieron en un abrazo que transmitía seguridad y confianza, para después entrar al salón de clases.
Todas las miradas se posaban en la rubia cómo anteriormente, pero por fin obtenía la que necesitaba.
Chloe se dirigió a su lugar junto a Sabrina, mientras que el Agreste cómo todos, la seguía con la mirada. Antes de llegar a su lugar, le dio un buenos días a Nino y Adrien acompañado de una sonrisa con mucha amabilidad.
Adrien se sentía raro, él esperaba que Chloe se le echara encima cómo habitualmente lo hacía.
Yo tengo solo amor para dar...
Espero que mis sentimientos lleguen hasta lo más profundo de ti...
