No me importa lo que los demás digan (Larry/Niam)

Capitulo 24 (Final)

Prov Niall: Parecía ser cierto que todo había terminado tan rápido. Me encantó escuchar a Lissette y Louis gritando a los mil demonios, cuando se dieron cuenta de que el tiempo que ella permaneció escondida fue completamente absurdo. Espero que la paz nos dure para toda la vida, otra situación así y juro que me dará un ataque. Liam prometió llevarme a Argentina este verano, no sé por qué, pero al menos se portó amable en todo momento. Seguramente cree que tengo un trauma o algo parecido, porque estos últimos días no paró de llamarme constantemente.

-Niall, ¿puedes dejar tus estúpidos pensamientos para después? Necesito ayuda.- exclamó furiosa Liszt desde la cocina. Ahí su hermoso humor a la mañana.

-Te he dicho que seas más respetuosa.- mascullé cruzándome de brazos y encardo una ceja. Ella me miró apenada, y asintió con la cabeza.

-Estoy nerviosa, quiero que todo salga perfecto, ¿entiendes?- preguntó limpiándose las manos con un trapo.

-Lo sé, yo quiero exactamente lo mismo.- admití acercándome para terminar de decorar el pastel.

Liam entró por la puerta, junto con Zayn, y un montón de cajas más. Las dejaron en el living y vinieron con nosotros, a terminar de cocinar el pequeño, pero sabroso, banquete. Probablemente los chicos lleguen en una hora, y todo estará listo.

-Zayn, cariño, así no se corta la fruta.- rio Liam sacándole el cuchillo de las manos. Lissette y yo lo miramos, alzando nuestras cejas. -Es decir, Zayn, idiota, así no.- tosió un poco y arrugó la frente.

-¿Celos?- nos preguntó el moreno divertido. Nosotros solo nos dimos vuelta y seguimos con nuestro trabajo.

Liszt se fue para decorar la sala, con globos y cintas de color azul. Mientras que Zayn preparaba la música que escucharíamos durante toda la velada. Las sillas estaban en el jardín, los invitados, los pocos que faltaban, llegarían en cualquier momento, mientras que Liam charlaba con el cura afuera.

-Listo todo, a vestirnos.- exclamó ella mientras corría escaleras arriba soltándose el cabello.

Todos la seguimos y comenzamos a sacar nuestros trajes de las bolsas en las que lo habían envuelto en la tintorería. Mi traje contaba de una chaqueta de vestir marrón oscura, junto con pantalones del mismo color, una camisa rosa pálido y mis zapatos negros. Lissette, quien traía un vestido azul hasta los pies, que escondían unos hermosos tacones plateados, según ella, despeino mi pelo para u costado, y no me puso absolutamente nada encima. Ella tenía el collar con diamante pequeño en el centro que le regaló Louis para su cumpleaños, además de su cabello castaño suelto, pero con bonitas ondas. Por la puerta apareció Zayn, afeitado cabe aclarar, con un esmoquin negro, una camisa azul como el vestido de Liszt, y una corbata negra, también usaba su cabello sin gel y a un costado.

Al bajar las escaleras vimos a Liam con su traje negro, camisa blanca y zapatos marrones, con la corbata que le regalé de color rojo. Nos sonrió de manera cálida, y tomó mi mano con fuerza, ya que también estaba nervioso, como el resto de nosotros. Comenzaron a llegar los invitados, entre ellos Travis, el mejor amigo de Louis de toda la vida, es decir, mi competencia. Vino con su novia Christine quien traía un vestido corto, en exceso. Lissette le sonrió de manera falsa y dijo que estaba delgada.

-Mentira.- susurró en mi oído cuando terminó de irse. Solté una leve carcajada y me dirigí a saludar a los primos de Harry. Foster, Dylan, y Kyler, los recordaba de muchas tardes de juegos tontos que pasamos.

Salimos afuera para poder sentarnos a esperar a los chicos. No hacía frío, a pesar de ser invierno, yo diría que la noche perfecta. Solo había cuatro mesas, y cada una tenía tarjetas con los nombres impresos en ellas, en hermosas letras doradas. En la mía estaban Lissette, Zayn, obviamente Liam, Louis y Harry. Estabamos en la mesa principal y podíamos mirar y controlar todo desde aquí.