Capitulo 38

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Este ha sido un día agotador, ver a mi bebe desmayado fue horrible, pero gracias a Dios ya está bien, está dormido en su habitación. Will salió del baño envuelto en una toalla que deja a la vista sus abdominales bien trabajados, y la pequeña cicatriz de la bala, su pecho me deja sin aire, y su cabello recién lavado lo hace ver más hermoso, su cara tiene una sonrisa ladeada, ya que me vio observándolo.

-Te gusta lo que ves? –se acercó a paso decidido.

-Ni tanto, hay mejores –mi intento por parecer des interesada fue nulo por su sonrisa que no desapareció.

-Sabes que no

-Los abdominales de Brian son enormes –lo mire sin interés y el frunció el ceño.

-Te pasas el tiempo viendo a los demás chicos? Es el colmo de los colmos, además Brian usa esteroides y esto que ves aquí es natural. –sus dedos apuntaban su abdomen con superioridad.

-No me paso el tiempo viendo chicos, pero se apreciar buenos cuerpos –dejo de reír y se pegó completamente a mí.

-Tu eres mía, solo me debes de mirar a mí, además hieres mi ego –su gesto autoritario no me molesto la forma como lo dijo.

-Tú también eres mío señor ego, -acorte el poco espacio que nos separaba con un beso suave pero necesitado.

-Te amo Leah –sus labios hablaron con dulzura y pura sinceridad.

-también te amo Will –con cada segundo que pasaba el beso se volvía más intenso, creo que hace calor, sentí la cama en mi espalda y no me importo nada más que nosotros dos, sentí sus manos acariciar mi vientre.

-Te necesito Leah –su voz salió ronca preso del deseo y la lujuria.

-Yo también Will –mis manos se acercaron a su espalda y en suaves caricias llegaron al borde de la toalla, la desate y la lance al piso teniendo la delantera –hazlo Will.

*****

Me desperté por el ruido del celular, lo cogí con los ojos cerrados y con el rostro cansado, casi no pude dormir ya que Will me mantuvo ocupada toda la noche, al recordar la mágica noche no pude evitar una sonrisa, vi el celular que tenía un recordatorio, por los clavos de cristo, se me había olvidado el cumpleaños de Will, menos mal que no ha despertado.

Me levante de la cama sin hacer mucho ruido y fui a la cocina, no sin antes ver como amaneció mi bebe que duerme como un angelito, tengo que prepararle un desayuno especial, saque los ingredientes para hacer unas tortillas de huevos con tocinos, después de unos minutos ya estuvieron listas, corte trozos de frutas para hacer una ensalada, puse a hacer un café de su favorito, y saque del refrigerador jugo de naranja.

Ordene todo en la mesa con mucho cuidado, todo quedo muy lindo, fui a buscar el regalo que compre hace días para evitar que se me olvidara, ya me conozco tan bien, lo puse en el centro del comedor y fui por Liam que ya está despierto, me lo dijo su llanto, luego fui a mi habitación donde Will todavía duerme.

-Buenos días bella durmiente –me senté a su lado y bese sus mejillas –papi despierta –mi voz sonó como la de un bebe.

-Buenos días mis amores –su voz sonó distorsionada y algo ronca –quiero despertar así todos los días.

-Feliz cumpleaños mi vida, espero que podamos hacerte el hombre más feliz del mundo.

-Soy el más feliz solo por tenerlos en este momento.

-Vamos a desayunar que se enfría –me puse de pie y camine hasta la sala con Will a mis espalda –siéntate hoy tu eres un príncipe y necesitas ser atendido.

-Gracias bella dama, es un honor compartir mesa con usted –me acomode a su lado con Liam mis brazos.

Después de disfrutar el desayuno, Will se dispuso a abrir su regalo, era una cadena con las iniciales de nuestros nombres, compre una igual para mí y para el pequeño Liam una cadena con su nombre grabado.

-Gracias Leah están hermosas –su sonrisa me hizo sentirme conforme.

He Is Liam "Él Es Liam" (Reescribiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora