Sides ¦ ɢᴏᴛʜᴀᴍ

02."Are you hungry"

—¿A dónde vas? —pregunto una voz a mis espaldas. Levante las manos en alto se había levantado—

—...

Me había levantado temprano había descubierto que hoy era el sepelio de los padres de aquel chico y quería ir a ver. La mire, suspiro y bajo la mirada. Después solo se levanto y agarro su chamarra.

—Vamos —murmuro—

—Te importa —sonreí de lado—

—A ti te importa? —pregunto. Quite la sonrisa de mis labios, claro que no me importaba. No conocía si quiera algo de ese niño rico, pero quería ir y verlo. La había estado pasando mal estos días o por lo menos eso suponía— eso es lo que pensé

Salimos de la habitación que estaba por desmoronarse y nos escabullimos hasta el cementerio de Gotham. El velorio acabo, nos escondimos tras de una lapida y observamos a aquel chico que lloraba, pero no como alguien normal. Por mas fuerte que fuera yo no podría soportar lo que el, bueno eso es mentira podría soportar mucho mas que eso y sin una lágrima. Alguien me enseño que es muestra de debilidad. Y en Gotham no se permitía la gente débil.

—Estas contenta el chico esta bien es hora de irse —me golpeo el hombro. Voltee por última vez topandome a RL chico con al parecer su acompañante algunos años mayor hablando con un detective— vámonos!

Me pare y nos fuimos del sitio que no era mas que un montón de emociones encontradas. Había visto el apellido Montgomery en una de ellas. No me atreví leer mas allá de eso. No me lo permitiría, no quería saber sobre ese apellido ni ahora. Ni nunca. Era pasado.

—Creo que es todo por ahora —comente tomando mi mochila y cargando algo de dinero en mis bolsas— hasta que nuestros caminos crucen —ofrecí mi mano y ella la tomo—

Acomode mis cosas. Mi chaqueta la limpie y di media vuelta saliendo de aquel sitio no antes de escuchar la voz de mi compañera de robo.

—Creo que cuando vuelvas ya no estaré aquí —sonreí de lado—

—Creeme Selina cuando te digo que nos volveremos a ver —me fui sin mas—

Caminaba por las calles. Casi un año fuera de casa y tendría que volver dentro de pocos días. Realmente odiaba volver, primero tenía que parar el llanto de mi madre que me gritaba como loca en donde estuve, porque no volvía y si traía dinero. Después tendría que dar un espectáculo, para luego después de esperar varios minutos y quizás horas por fin saludaría por la persona que en verdad volví.

—Ratoncito eres tu? —escuche una voz a mis espaldas. Sabia de quien se trataba—

—Hola primo Erick —salude girando a ver su cara— no sabia que te dieron permiso para ver la hermosa ciudad de Gotham, no te habrás escapado verdad?

—Que tonterías dices niña —levante los brazos—

—Solo decía

—Tia Perla te extraña demasiado lo sabes?

—Claro. Considerando que es una loca, y safada porque no hacerlo —grazne— Erick no tengo tiempo necesito conseguir refugio Okey? Si me permites alejate de mi antes de que empiece a correr —comente topando hombros con el y empezarme a alejar de el—

—Solo unos días __________ —rode los ojos. Sabia del trato— falta poco para los 18 no lo crees?

—Si bueno cinco años. Los aprovecharé adiós!

Y esta vez me fui sin mirar atrás no podía creer lo que la familia seria capaz de hacer solo para mantener el legado del circo. Odiaba que cada vez que iría al circo que en estas fechas se encontraba en Kansas mandaban a alguien para que se asegurara que fuera. Era mas trabajo llegar ya que tenia que tomar un boleto de tren y luego barco, después autobus y al ultimo taxi. Osea mucho dinero.

Caminaba sin rumbo alguna saqueando sacos y quitando billeteras necesitaba que comer. Y eso hice me pare en un puesto y no tarde en tomar algún sándwich.

Encontré donde dormir en un edificio abandonado acomode la cama y me dedique a dormir sobre la sabana que dios quería y no fuera la sangre de alguien con una enfermedad.

Al día siguiente hice la misma rutina. Robar. Correr. Golpear y de mas. Vi al chico el cual se le habían muerto sus padres en una de las pantallas de las televisiónes de electrodomésticos y me hizo recordar su salud. Como estaba? No tarde en hallar el paradero de la casa y subirme sobre su muro y ver desde lejos sigilosamente.

—Asi que aquí estas? —me caí pensando que era seguridad. Hasta que al frente de mi cara aparecieron unos ojos verdes—

—Hola Selina —me ayudo a pararme— ¿Qué estas haciendo aquí? —pregunte—

—Sabia que estarías aquí y bueno una cosa llegó a otra y estoy aquí —respondio—

—Solo quería saber si estaba bien según las noticias atraparon al responsable de la muerte de sus padres —hable. Un carro salia de la casa a lo que ambas nos escondimos—

—Estara bien creeme es niño rico —me aseguró— tienes hambre?

La mire con algo de obviedad.

—Siempre tengo hambre —conteste—

Ambas reímos y fuimos a un lugar de comida.