Capítulo dos.

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Para Neji no era fácil ver cómo Tenten moría por su decepción amorosa, definitivamente no.

Es decir, la chica era su mejor amiga, su compañera de equipo y en la que más confiaba. ¡Era difícil ver como sus grandes ojos cafés se llenaban de lágrimas por un chico que ni le pasaba ella por la cabeza! Neji de vez en cuanto tenía unas terribles ganas de tomar a Lee, meterlo en una bolsa y tirarlo al rio para que se ahogara con sus propias pesas de las piernas, pero como era su mejor amigo se le pasaba.

¿Pero para que culpar a Lee? El era un idiota, uno con un gran corazón pero al final de cuentas un idiota. Él no tenía la culpa, Neji lo sabía perfectamente pero al mismo tiempo le tenía cierto enojo por hacer sufrir así a Tenten, porque la chica era simplemente única; desbordante de alegría, pero al mismo tiempo malhumorada y gruñona con sus amigos, pero ella solo buscaba que todos fueran felices, aconsejaba a cualquiera con tal de no verle sufrir. ¿Cómo Lee no podía notarla? Ella siempre estaba ahí, hablando con él cada vez que se sentía triste, cada vez que reía, cuándo necesitaba un consejo ―fuese cual fuese la situación― ella permanecía fiel a su lado.

Y es que tal vez lo que tenía Neji no era enojo hacía Lee, sino algo de envidia. Porqué siempre se hacía el genio frente a todos, alguien frío y que solo piensa en hacer su trabajo cómo shinobi a la perfección, pero adoraba cuando Tenten se preocupaba por él, cuando lo regañaba y al igual cuando lo corregia. Ella no tenía pelos en la lengua para decirle «idiota» o darle un buen golpe cuando era requerido.

Por eso es que su estómago se revolvió con enojo cuándo la vio llorar, porque sabía que eso no era propio de ella, Tenten no lloraba con facilidad y mucho menos por un chico. Pero entonces lo supo, ella no tenía sentimientos superficiales por algún muchacho, sino que estaba enamorado de nada menos que Lee, el mejor amigo de ambos.

No hacían falta palabras para describir lo jodida que era esa situación. Lee amaba a Sakura y punto, nadie dudaba de eso.

Acarició su espalda con comprensión porque era lo menos que podía hacer, hacerle saber que estaba con ella y que el sol podría salir mañana apesar de esa fea tormenta que se extendía en su mundo. No quería verla decaer, que sus ojos se les fuera ese lindo brillo que los caracterizaba y verla más apagada; eso no era siquiera una opción para él. Ella tenía que volver a sonreír y ser la misma que antes.

Y aún si él debía encargarse de eso, lo haría con mucho gusto.

Un rato después en ese mismo día, Neji estaba caminando hacía el lugar asignado del entrenamiento, pero se detuvo unos segundos al apreciar una rubia cabellera revuelta

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Un rato después en ese mismo día, Neji estaba caminando hacía el lugar asignado del entrenamiento, pero se detuvo unos segundos al apreciar una rubia cabellera revuelta. No necesitaba examinar mejor a ese chico para saber quién era.

―¡Por favor, Sakura-chan! Tengamos una cita... se que te vas a divertir mucho 'ttebayo. ―escuchó a la distancia, Naruto caminaba a paso rápido detrás de la molesta chica. Suspiró, porque ver ese tipo de escenas todos los días de verdad que le frustraba.

Si ese rubio cabeza hueca fuera un poco más observador lograría ver que su prima estaba muerta de amor por él ―aunque todos en la aldea lo sabían. Aunque tal vez con unos cuantos golpes él...

Pero fruncio el ceño y decidió seguir su camino con tranquilidad. Pues las cosas no se deben forzar, eso lo sabe.

―¡Neji! ―una voz aniñada le sacó de sus pensamientos, era su compañera de equipo quién le saludaba con la mano extendida.

La miró de nuevo para darse cuenta que estaba tal cuál cada día, con sus moños a cada lado de su rostro dejando algunos mechones caer por su frente y su traje ninja con diseño chino.

No entendía como Lee iba y se moría de amor por Sakura. La chica no tenía nada de malo, pero... por el lado de Neji encontraba más hermosura en las cosas simples pero con aires de sofisticación. Pelo marrón, grandes ojos, mejillas redondas y rosadas, sin exageración en las curvas y manos pequeñas, estatura baja... si, así le gustaban a Neji.

Cualquier parecido a la realidad era pura coincidencia.

―Lee, Tenten. ―dijo a modo de saludó y estaba apunto de preguntar por el primero a la chica cuando volteó a la derecha y lo vio ahí haciendo flexiones.

―1102...1103...1104... ―lo escuchó murmurar.

Y ahí estaba de nuevo, esa mirada de loca enamorada en Tenten. ¡Por dios! Ella lo idolotraba con sus lindos ojos chocolate.

Por alguna razón le molestaba, el más mínimo intercambio de palabras entre esos dos. Porque ella sonreía como si Lee fuera el único chico existente en el planeta tierra.

Así que sin contenerse demasiado mucho, dijo: ―Lee, creo que hace un rato escuche que Naruto te estaba buscando. Algo sobre Sakura.

Era una vil mentira, pero, ¿Cómo podría saberlo?

Aún cuándo un apice de culpa se apoderó de su cuerpo cuándo vio los ojos desilusionados de Tenten al momento que Lee salió corriendo en dirección a la aldea. Pero aunque sonara cómo un idiota o egoísta, pensó que eso era lo mejor.

Que ella se olvidara de una vez de él.

Y ante de darse cuenta, Tenten se marcho sin más.

Por la noche Neji se armo de valor para dirigirse a la casa de Tenten, con solo una cosa en mente: animarla

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Por la noche Neji se armo de valor para dirigirse a la casa de Tenten, con solo una cosa en mente: animarla.

¿Y porque tenía que tomar valor? Porque estaba totalmente nervioso. Sus manos estaban sudando y su mente trataba de idear la excusa perfecta para su repentina visita.

¿No era tan raro, cierto? Esperaba que ella no lo tome así. 

Así que tomo una bocanada de aire y lo dejó salir despacio. Era hora. Tocó la puerta un par de veces con sus nudillos y esperó.

Un par de segundos después la puerta fue abierta por la fémina, aunque solo un poco de tal forma que solo viera la mitad de su rostro asomado.

―¿Neji...? ―se escucho confundida.

Entonces todos los nervios volvieron de golpe, como un gran nudo en su estómago. Pero trato de disimular.

―Eh... yo vine para saber si tú estas bien. ―se aclaro la garganta y miró de lado el rostro de la castaña, se miraba extraña.

―Estoy bien, gracias por preocuparte.

―Te ves decaida. ―insistió― no es bueno que te presiones, Tenten.

―De verdad, estaré bien. Solo necesito descansar... pero gracias por tu preocupación, Neji. ―forzó una sonrisa algo incómoda.

―Yo... estoy aquí, ¿sabes? Puedes hablarme si lo necesitas... ―Desvío la mirada hacía el suelo con una pequeña sonrisa tímida, pero después volvió a la normalidad― es todo, buenas noches, Tenten.

Entonces ella sonrió de forma sincera.―Buenas noches, Neji.

Curando heridas. |NejiTen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora