Capítulo tres.

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Al día siguiente Tenten notó cierta diferencia en la actitud de su compañero y mejor amigo, Neji Hyuga. Es que era mucho decir que él ―considerado un genio por muchos― estuviera con la cabeza en las nubes hasta el punto de recibir uno que otro golpe de su parte en el entrenamiento.

Por dios, se estaba preocupando. ¿Que era lo que lo tenía así? No era nada sencillo el acertar un kunai en el cuerpo del chico y ya iban dos que hacían un pequeño rasguño en su pierna izquierda. Por un momento se le quedo mirando, esperando una respuesta de su parte pero él solo desvío la mirada hasta el suelo.

―Muy bien, Neji Hyuga. Me vas a decir que te sucede en este instante. ¿bien? ―dijo con el tono más amenazante de su arsenal. Neji trago saliva y nego con la cabeza un par de veces.

―No sucede nada. ―dijo, apretando de forma ligera la tela de sus blancos pantalones pero un gesto que no paso desapercibido por su parte. No, esta no era la actitud normal del orgulloso muchacho Hyuga.

Derrepente soltó un siseo de dolor cuando la castaña presionó sus heridas.

―Esto dice lo contrario. ¿sabes? No es nada usual verte distraído. ―mencionó, agachada a su altura para comenzar a vendar sus rasguños cubiertos de sangre.

No dijo nada más, pero claramente sintió su mirada clavada en su persona en todo el rato que estuvo concentrándose en curarlo, hasta cierto punto no era incómodo y podía decirse que el ambiente entre los dos era relajante y tranquilo. Bueno, solo los gritillos de Lee y Gai-sensei se escuchaban a varios metros de ellos, ya que habían decidido entrenar en parejas ―combate― ese día.

Pero fuera de eso, solo los pequeños quejidos ahogados de Neji llenaban el ambiente y el sonido de la acompasada respiración de Tenten.

Tal vez era cierto que no tenía derecho a reclamar nada a Neji aún cuando ella había estado prácticamente en otro mundo esos días. Pero aún así se preocupaba por su compañero de equipo aunque cuando este no le quisiera contar de sus problemas.

―Has mejorado mucho...Tenten. ―susurró para si mismo Neji, con la mirada perla clavado en el pasto debajo de sus pies― Eres fuerte.

Ella se sonrojo ligeramente ante sus palabras, con un poquito de emoción interna. El que le dijera ese tipo de cosas alguien a todos consideraban uno de los más fuertes de su generación era mucho ―o al menos para ella―. Sonrió sin darse cuenta; de esas sonrisas que son sinceras, con pequeñas arrugas debajo de sus ojos y unos lindos hoyuelos en sus sonrosadas mejillas.

―Gracias, Neji. ―susurró de igual manera y luego se permitió pensar: ― «Eso significa mucho para mi»

―Oh, Tenten-chan, ¡Hola! ―una voz femenina le saludó y ella inmediatamente volteó hacía la chica con una gran sonrisa

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―Oh, Tenten-chan, ¡Hola! ―una voz femenina le saludó y ella inmediatamente volteó hacía la chica con una gran sonrisa.

―Hola, Sakura. ―sus manos fueron a parar detrás de su pantalón tinto en busca de que los nervios no se apoderaran de ella nuevamente.

Porque dónde estaba Sakura Haruno siempre terminaba con un hueco de vacío doloroso en el corazón.

No la malinterpreten, Sakura jamás la ha tratado mal, al contrario ella es una excelente amiga para la castaña. Pero casi siempre que la encontraba de casualidad por las calles de la aldea, Lee también terminaba involucrado y soltaba miles de palabras dulces frente a sus ojos deseosos de su amor.

Tal vez sonaba muy infantil de su parte sentirse de esa manera, pero siempre que observaba ese tipo de escenas se preguntaba como sería si Lee se hubiese enamorado de ella. ¿La trataria igual?, ¿sería diferente?, ¿También haría todo tipo de promesas frente a sus ojos?

Bueno, tampoco es como si para Lee ella resaltara demasiado ―o al menos así lo pensaba ella― porque su físico simplemente era normal, no exótico como Sakura, ni sensual como Ino o tierno como Hinata. Solo era Tenten, la experta en armas que no tiene virtudes en cuanto a femenidad se refiere y para ella eso estaba bien, después de todo no tenía un concepto claro de lo que era ser «femenina» simplemente pensaba que con ser uno mismo, estaba bien. Pero igual a veces pensaba que al tener un mejor físico tal vez podría atraer la atención de cierto chico tierno que la tenía en la luna.

Para Lee ella era su amiga y compañera, nada más...

Suspiró derrotada.

―¡Bueno, nos veremos luego Tenten-chan! Ahora debo irme a ayudar en el hospital. ―excusó Sakura con una amable y dulce sonrisa, Tenten trato de sonreír de la misma forma pero fue imposible.

―Suerte, Sakura. ―agitó ligeramente su mano derecha.

Por alguna razón se sentía sin muchos ánimos derrepente.

No tenía idea de por qué o tal vez no deseaba saber, quién sabe.

Al terminar de comprar las cosas que fue a buscar, volvió directo a su hogar en busca de tomar un baño caliente y hundirse entre sus suaves sábanas para dormir por todo lo que restaba del día

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Al terminar de comprar las cosas que fue a buscar, volvió directo a su hogar en busca de tomar un baño caliente y hundirse entre sus suaves sábanas para dormir por todo lo que restaba del día.

Primero comenzó a acomodar los víveres en los estantes entre otros productos, además de guardar las nuevas armas para su colección en su sección de armas que no era nada corto. Era un rollo tener que acomodar todo perfectamente aunque ella era un amante del orden.

Una vez que todo estuvo en su lugar, puso agua al fuego para el té y se llevó este para la bañera y así relajarse mejor. «Nada mejor que una humeante taza de té para despejar la mente» pensó dando un profundo suspiro de relajación al sentir sus músculos relajarse dentro del agua cálida.

Esa era su parte favorita del día.

Y por alguna razón no pudo evitar pensar en las cosas que habían pasado últimamente alrededor de su vida, que aunque no fuese interesante ―desde su punto de vista― tenía un gran impacto algunos hechos ocurridos en el transcurso de esa semana.

Las cosas con Lee iban como siempre, ella lo amaba en silencio y para él sus sentimientos siempre pasaban desapercibidos. Esto no exactamente era de su gusto, pero, ¿que podía hacer ella? Sabía que no tenía ni una oportunidad de ser correspondida pues desde hace años su compañero de equipo se la pasaba dando muestras publicas de su afecto por Sakura Haruno. En cierto punto del camino hasta llegó a aceptarlo; él no iba a amarla.

Con respecto a Neji, si había un pequeño cambio aunque pareciera que no fuera así. Él estaba atento a ella y sus recaídas respecto al campo amoroso, y aunque sabía bien que no podía ayudar en mucho, lo intentaba. Aún cuándo ella pedía estar sola, él tenía un brazo para consolar su llanto...

¿Que era lo que le ocurría últimamente?

No, no decía que fuera malo, pero jamás lo vio consolar a alguien y menos por un motivo tan «tonto». Ahora estaba siempre sonriente a su lado y en cierta manera le reconfortaba su compañía. 

―Cielos... ―susurró antes de sumergirse completamente a la bañera, para ahogar su pena.

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⏰ Última actualización: Nov 10, 2018 ⏰

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Curando heridas. |NejiTen|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora