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Las embestidas se volvían cada vez más fuertes

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Las embestidas se volvían cada vez más fuertes. El rostro de Katsuki estaba pegado a la almohada mientras que con sus manos rasguñaba las sabanas.

Su rostro de placer no se comparaba con ningún otro y aunque Izuku no le viera del todo le parecía algo excitante solo verlo cuando le volteaba el rostro para darle besos.

Katsuki soltó chillidos de placer cuando recibió una fuerte embestida en su próstata y después lentos pero fuertes golpes en el mismo lugar.

¡Que sensación tan más placentera!¿Que si le gustaba? Era muy poco, pero tampoco sabia como describir la sensación.

Izuku se acomodo de lado, alzo la pierna del rubio de una manera alta y le embistió con fuerza nuevamente, tapó sus labios rojos (producto de los besos) con una de sus manos, mientras que la otra se sostenía en las caderas del peliverde para obtener más apoyo. Se sentía morir.

Se levanto algo rápido, sentándose en las piernas de Izuku y cabalgo su miembro, Izuku soltó un gemido algo grueso, esa sensación algo apretada le iba a hacer venirse de una.

Kacchan se movió de adelante hacia atrás tratando de darle todo el placer que se merecía su alfa. El chico se había corrido en su interior como tres veces ya y la verdad se sentía un poco pegajoso pero no dejaba de gustarle como se sentía.

Un gran grito salio nuevamente de ellos, anunciando su octavo y cuarto orgasmo de la noche. Salio cuidadosamente del interior del rubio, este se agacho agarrando el miembro de Midoriya. Comenzó a masturbarlo, lo pasaba por sus pezones y piernas, dio una lamida rápida, a los segundos lo metió completamente en su boca, ya no podía retener ese próximo orgasmo, termino en la boca del rubio. Satisfecho se acostó al lado de Izuku.

Aunque el calor del celo había disminuido, seguía restregándose en su "pareja" para obtener su olor y dejar el suyo impregnado en el.

Izuku lo pensó un poco, y ahora que lo recordaba no había dado el golpe final. Se acerco al cuerpo del más bajo (Ahora) y mordió su cuello de una forma suave para no lastimarlo pero también lo suficiente profunda como para marcarlo y que fuera completamente suyo, Katsuki gimió entre sueños.

—Listo, ahora sí eres mio Kacchan —. Dijo acomodandose a un lado del de ojos carmín.

 Dijo acomodandose a un lado del de ojos carmín

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my damn intended/Terminada/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora