Extra 1.
Cuando Katsuki dijo que quería otro bebé, Izuku se tomó muy bien la noticia, su sorpresa duró varios días, pero cuando reaccionó no hubo momento en el que no le diera amor a su esposo.
El primer mes de embarazo fue difícil, muy, muy difícil, con los cambios de humor de Katsuki y los repentinos antojos Izuku la tenía complicado, incluso el cenizo, llegó a dejarlo tres días durmiendo afuera, a dos metros del portón de la vivienda.
Sin embargo, Izuku es feliz, su vida cambió mucho en los últimos años.
Su hijo cursa UA como ambos y eso lo hace sentirse orgulloso. Trabaja en una agencia muy importante, que construyeron él y su esposo con sudor, lágrimas y mucho esfuerzo, incluso decirles que cuando la terminaron lloro a moco tendido de felicidad.Por otra parte visita a su madre de vez en cuando, para no hacerla sentir olvidada, le compra distintas cosas que la mujer se empeña en decirle que no necesita, puesto que ella es feliz con su simple visita, la suya, la de sus nietos y la de Katsuki
Se encaminó a la habitación de su hijo. Eran las tres de la mañana y él, acababa de llegar del trabajo, el muchacho roncaba a pierna suelta, destapado de la mitad de su torzo a una de las piernas, la almohada resguardada su brazo izquierdo, y una de las cobijas estaba en el suelo. Sonrió con cariño, levantó las sábanas tapando lo bien, Daizuke suspiro acurrucandose entre las cobijas calientes.Beso su frente recibiendo un gruñido cariñoso de su hijo. Salió de la habitación cerrando la puerta cuidadosamente para no despertarlo. Pero valla que tenía el sueño pesado.
Camino a la habitación contigua, viendo la bonita cuna de colores pastel, al igual que las paredes y todo a su alrededor. El suave suspiro le hizo caer en una especie de nuve por ver a tal belleza dormida en la pequeña cama. La respiración era tranquila, sus pequeñas manos estaban acomodadas a cada lado de su cabecita, mientras agarraba un peluche de oso con demasiada fuerza, como si sintiera que alguien se lo fuera a quitar.
Posó su mano en la pancita de la pequeña, acariciando con dulzura la misma.Nunca creyó que fueran a tener una niña, que por supuesto no parecía que fuera a ser omega.
Recordó la platica que tuvo con Katsuki cuando habían salido del hospital y no pudo evitar reírse de si mismo.Levantó a la pequeña niña de la cama, meciendola suavemente entre sus brazos, ella apretó el agarre de uno de sus dedos al sentir el fuerte olor protector de su padre. El mismo que tenía Daizuke cuando pensó que sería omega. Resultando dos años más tarde que era un alfa, probablemente su pequeña también lo sería.
Beso la regordeta mejilla, regresando la a su bonito lugar de descanso. Salió del cuarto y ahora fue a su habitación, su omega dormía tranquilamente abrazado a su almohada, una que compró con el fin de no sentir vacía la cama.
Se acostó sin hacer ruido, pero no sirvió de nada, Katsuki terminó despertando pocos segundos después de haberse tapado con las sábanas.—Bienvenido... Maldito deku—gruño.
—Hola kacchan—beso los labios de su esposo lentamente.
—No, se que ya es fin de semana, pero no quiero hacerlo ahora. —Empujó al peliverde mejor, sin llegarlo a tirar de la cama.
—Como tu mandes Kacchan—sonrió divertido. Izuku le dio la espalda, recibiendo el cálido abrazo se Izuku, y aprovechando el beso de buenas noches que le dio.
—Izuku— Un ¿hum? Como respuesta se escucho del otro, haciéndole saber que lo escuchaba. —Quero otra bebe... Una omega, y que sea universitaria.
Suspiro lentamente durmiendo nuevamente. Izuku tardaría en procesarlo seguramente.
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my damn intended/Terminada/
FanfictionIzuku no es el prototipo de alfa, su ingenuidad le hará cortejar a la persona equivocada, y Katsuki no puede estar mas molesto y triste con esto. >>Pequeños momentos decchan, en forma de historia. Ya se darán cuenta ^^<< (El dibujo de la portada fue...