Para Danielle la vida siempre había sido demasiado fácil, teniendo padres empresarios nunca había tenido problemas con el dinero y estando acostumbrada a una madre y padrastro ausentes, tener una familia en la que no hay "Te quiero" ni "Estoy orgulloso de ti" una familia en la que cada quién esta por su lado a pesar de vivir en la misma casa, pero no se sentía mal, esa siempre fue su familia y era lo único que conocía, así que su situación no era como la de las demás personas las cuales se sentían solas o deprimida, su vida era tan simple que a veces la castaña deseaba que a menos esta se complicara un poco, que algo interesante pasara.
Y así fue, cuando Aaron llego a su vida y cuando se fue de esta, por mucho tiempo deseo que su vida volviera a ser tan insípida y sin chiste como solía serlo, de alguna forma la habían convencido de darle una oportunidad mas a la vida, irse de Los Angeles a una ciudad nueva, casa nueva, escuela nueva, pero no hubo día en el que no extrañara LA.
Harry probablemente fue la gota que derramo el vaso, cuando Danielle a penas empezaba a olvidar llega el rizado a enamorarla con sus tontos y ridículamente hermosos ojos, y pensar que le intentaron advertir de el y la castaña simplemente nunca quiso escuchar, se sentía tonta porque cada vez que recuerda esa noche con Harry, una sonrisa se le escapa.
Danielle se encontraba sentada en el pasto, la música se escuchaba distante
-¿Que haces aquí?- Pregunta Harry y se sienta a un lado de Danielle. -Nada, solo, viendo- los dos miran el cielo y ya había anochecido.
-Cuando era niña antes de que mis papas se divorciaran mi papa me decía que las estrellas eran nuestras personas queridas que murieron y nos cuidan y protegen de todo.
-¿Buscas a alguna en particular?- la castaña mostró una pequeña sonrisa. -Si- afirmó.
-¿Quien?- la menor miró a los ojos al rizado y luego miro al suelo. -No importa- volvió a dirigir su mirada al cielo.-Mi abuela murió hace dos años, ¿Crees que este ahí?
-Te lo aseguro- los dos sonríen sin quitar la mirada en el cielo.
-¿Te gusto?- pregunta Harry, enseguida la expresión de la cara de Danielle cambia por completo, y tarda unos segundos en responder. -¿Porque la pregunta?
-No lo se- los dos se quedan callados callados, y la castaña vuelve a mirar al suelo.
-Si- afirmo Danielle rompiendo el silencio, luego me miro a los ojos y yo la mire a ella.
-Tu...- Harry se sentía culpable, sabía que si decía esas 3 palabras ya no habría vuelta atrás ¿De verdad lo valía? si lo hacía, todos los años que vivió mendigandole amor a Melissa no serían en vano, pero tal vez era hora de dejarlo ir, la castaña no tenía la culpa de nada.
-También me gustas- Harry la besa, este se siente mal por hacerlo, pero ya era tarde para arrepentirse.
Después de que las clases terminaran Andrew comenzó a guardar sus libros en su casillero, no podía creer lo aburrido que era historia, este incluso aseguraba que la misma maestra se dormía en su propia clase.
-¿Como esta el segundo plato de la zorra? digo, Danielle- al darse la vuelta el rubio nota que es Luke, Victor y varios chicos del equipo, conteniendo la risa por lo que el pelirrojo acababa de decir, el ojiazul intento contenerse y continuo guardando sus libro, pero tan pronto intenta guardar uno uno de los chicos los tira todos.
-¿Que demonios te ocurre?- dice Andrew molesto, Luke se encoge de hombros. -Ya que decidiste ser un perdedor, déjanos tratarte como tal.
Los demás chicos lo tomaron de los brazos. -¡Suélteme bola de idiotas!
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Make Me Forget
RomansHay veces en las que dejarlo todo es necesario para empezar de cero, para dejar atrás todo lo que te haga recordar. Y en busca de algo que te haga olvidar terminas encontrando a alguien.