Las palabras mágicas

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  Cruzamos la puerta negra. Fue un acierto por parte de Ginny: No había nadie allí dentro. Suspiré aliviada y luego miré a Ron, que se había despertado y nos miraba algo confundido. De repente, soltó una carcajada bastante estridente. Creo que estaba hechizado porque se veia un poco tonto, aunque tal vez no lo sea.
- ¡Qué cabello tan naranja tienes! -le dijo a Ginny, riendo sin parar. Ginny me miró algo asustada.
-Perdió la cabeza -me dijo-. Estoy segura de que eso fue loque pasó. Tal vez se golpeó muy fuerte...
-Oooooooh... -Ron se volvió hacia mi-. ¡Ahora se pueden usar veetales en las orejas! ¡Siempre quise usar un par de tomates!
- ¡Ya, Ron, deja las idioteces y vamos! -lo reprendio su hermana-. Debemos estar cerca de la salida, así que en marcha.
Ginny dio un par de pasos, entonces, algo muy raro pasó. Todo el negro y oscuro lugar, en el que no se veía dónde estabamos parados, siquiera, se llenó de relucientes puntitos, similares a las estrellas. Entonces, fue como si la gravedad desapareciera, y comenzamos a flotar. Lo sé, sonaba raro, pero es enseio: FLOTABAMOS!
Al rededor nuestro se roducian explociones muy raras, y surgías algo parecido a grandes rocas, que luego comenzaron a llenarse de nubes coloridas, tornarse de colores, y tomar formas redondas. Un poco más allá, algo que creo que era Saturno se estaba armando. Ginny me miró con sorpresa:
-Es la creacion de los plantetas -señaló-. Los inefables deben estar investigando como comenzó todo esto..
Un gran meteoro pasó rozandonos, y sentí que la estela me rozaba el brazo, causandome una quemadura. Gemí y me lo tomé, bastante sustada por la situación. Esta vez no podía hehcarle la culpa a los torposoplos o a los bibblers maravillosos... papá nunca había mencionado algo parecido a ésto...
Unos cinco mortífagos aparecieron en el lgar. Ginny me tomó el brazo en intentó agarrar a Ron para avanzar, pero él se soltó, y casi por reflejo, yo lo agarrpe antes de que otro cometa pasara y lo golpeara.
-¡Allí están! -rugió uno de los mortifagos-. ¡Cerca de Orión!
-Potter no está con ellos, matenlos.
Esquivamos por poco a Plutón, que comenenzaba a formarse cerca nuestro, y logramos llegar a una puerta. Apenas entramos, y una luz cegadora me encandiló. Sentí una mano agarrarme con fuerza del brazo, a Ron reírse tontamente, y a continuación, varios mortífagos gritando. Creo que nos habíamos metido en una habitación donde habían mortifagos. La que me arrastraba debía ser Ginny. Al fin pude abrir los ojos. Ayudé a mi amiga a llevar a Ron, pero un mortífago se agarró a su tobillo. Ella intentó seguir, y oí un crugido desagradable... ¿Alguna vez oyeron como un perro roe un huso y este se parte? Algo muy parecido. Deducí que a Ginny se le había quebrado del tobillo. La ayudé a llegar a una puerta, pero antes hice que un par de estantes explotaran, y se prendieran fuego, para confundir a los mortífagos, que no nos vieron salir d allí por otra puerta. Nos encontramos en la habitacion de los cerebros. Ginny se dejó caer con un gemido, agarrandose el pie con fuerza.
-No te preocupes -le dije-. No se ve tan mal, te lo arreglaría, pero no sé cómo...
oí un fuerte ruído del otro lado. Los mortífagos iban por nosotros. Agarrpe a Ginny pára ayudarla.
-No podré correr -susurró ella, con pánico.
-Te ayudaré -le aseguré yo. Por alguna razón me sentía muy segura de mi misma-. Ginny, poco me importa que los mortífagos me atrapen, qu nos retrasemos, o que algo me pase. No los dejare. Eres mi amiga...
-Luna -susurró Ginny, muy seria-. También eres mi amiga. Empiezo a darme cuenta de la gran persona que eres y lo que vales. Y no dudes que los demás también lo sienten... Eres NUESTRA AMIGA... y también te ayudaremos... siempre...
Esas fueron las palabras MÁS mágicas que nunca escuché... y creo que no me equivocaría si dijera que, desde ese entonces, me ayudaron a salir adelante, y me acompañaron para siempre...  

Mi Nombre es LunaWhere stories live. Discover now