«Él tan solo se acercó a mí y tiró su bebida por todo mi cabello. Quería matarlo. Luego, miró a esas chicas que se reían, pidió otro trago y se las lanzó de un modo que ni el las películas de matrix se vería. Me sacó de ahí, pensé que llamaría un ta...
— ¿Entonces?— habló Kook, sacandome de mis propios pensamientos, mientras cerraba los ojos y sonreía.
— Ho, claro — hablé y, me alejé para buscar lo que necesitaba para maquillarlo.
— Al final, ¿cómo te fue con ese amigo tuyo?.
— Todavía no hemos hablado y, por como viene la cosa, creo que ya no lo haremos — afirmé, fingí no darle importancia al tema pero muy dentro mío me revolcaba por los sentimientos encontrados. Mostré una sonrisa y empecé a pasar base a su rostro.
— ¿Por qué? — preguntó y abrió un ojo, ya que los había cerrado porque yo se lo había pedido.
— Lo conozco, Kook... — me miró atento.— Él es una persona difícil de manejar y yo una que no puede ni piensa quedarse callada—alcé mis dos cejas y él sonrió.
— No deberías de estar mal. Si verdaderamente son amigos, él vendrá a disculparse. Si no, lastimosamente, sabrás que no.— observé su rostro y detuve lo que hacía. Lo sabía, en el fondo pensaba igual.
— Mi miedo es que no lo haga y, sé que no lo hará — finalice alzando una ceja y haciendo una mueca con la boca.
— Ese tipo de pensamiento no es bueno— puntualizó levantando su dedo índice.
— Kook, el orgullo no es bueno — hablé y me sentí reprochada, ya que yo también lo soy. Lo observé y él sonrió mostrando sus dientes.
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— Esas palabras fueron muy profundas— rió y, por un momento, pensé que se burlaba de mí.— He aprendido algo — solo sonrió y, luego, se incorporó.
— Te gusta sonreír, ¿no?.— lo había dicho en voz alta y me reproché ante esto, cosa que él notó y rió, luego afirmó. No dije más nada y seguí maquillándolo pero él no dejaba de observar cuando buscaba algo que me faltaba.— ¿Que?— hablé, me había puesto nerviosa.
— Nada— cerró sus ojos.— Sólo miro a una chica que me causa intriga y me cae bien— soltó y yo sentí que mi cara enrojeció.
— También me caes bien — carraspee para evitar que se note mi rostro rojo.
— Eso es bueno — sonrió ampliamente mientras entrelazaba sus dedos sobre su abdomen.— T/N, ¿tienes novio?.
— No— hablé con tranquilidad pero hice un esfuerzo sobrehumano para no demostrar mi asombro a tal pregunta.
— Perfecto — habló con confianza, juntando sus manos y mordiendo su labio inferior.
— ¿Perfecto? Niño, ¿estás coqueteando conmigo? — le di un golpe en la cabeza y puse mis manos en la cintura cuando me miró.
— ¿Niño? — ladeó su cabeza luego de girar el asiento hacia mi.
