Capítulo 6

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Habían pasado varios días desde el incidente con los Lindworm, Vali se encontraba bien y sin ninguna secuela de su golpe. Ya era casi una semana desde que Loki vió a Thor por última vez. El rubio sin cerebro era parte sus preocupaciones, sin saber  nada de él por casi una semana lo hacía llegar a pensar que todo había sido un engaño y Thor iba a traicionarlo. Cuando sus hijos dormían se dedicaba a progresar en su paranoia y creaba escenas donde Thor aparecía un día rodeado de guardias y guerreros para así acabar con su vida y la de sus hijos, pero cada noche al amanecer se sentía... ¿Decepcionado?

Hoy era un ejemplo muy claro. Había estado pensando en que esa noche iba a aparecer Thor e incluso pudo imaginar a los tres guerreros ahí junto a Lady Sif, imaginó una sangrienta lucha y cómo en cada uno de sus ensoñaciones podría tener la satisfacción de tener la razón. Siempre la tenía. Pero aún así, con esos pensamientos no lograba decifrar el porqué estaba decepcionado, ¿Por qué debería de estarlo? Tal vez estaría decepcionado por aún no tener la razón, tal vez se equivocaba, o tal vez era porque Thor no volvería y se olvidaría de él. Pero aquello era ridículo, una fría y triste excusa por el tiempo que llevaba esperando y tener razón, debía ser el tiempo que tenía para pensar el que lo llevaba a tomar esos pensamientos y comenzar a cuestionarlos.

Ajenos a sus pensamientos, sus dos hijos dormían cercanos a él, en un espacio abierto donde las amenazas eran mayores y aquello sólo lo alertaba, evitando que durmiera. Apenas recargado en un árbol miraba al frente y mantenía los oídos alertas, atento a cualquier sonido fuera de lo normal, analizando su entorno. Escuchaba a los insectos, escuchaba la respiración de sus hijos, calmada y constante, las ramas y hojas de los árboles se mecían con el aire frío de la noche, algunos pequeños roedores corriendo entre las vegetación o incluso a las aves nocturnas hacer sus llamados. Fue hasta media noche que encontró una anomalía en el sonido, pasos pesados y algo torpes se acercaban a sus espaldas. Se mantuvo quieto unos segundos, esperando el momento oportuno para encarar al invasor y cortarle la cabeza. El tiempo de espera no fue largo, apenas los pasos se escucharon con mayor facilidad invocó su daga y con firmeza apuntó el filo hacia el intruso, amenazando con cortar la garganta.

— Loki, soy yo. — Thor levantaba las manos a la altura de su pecho tratando de evitar que lo apuñalen, de nuevo.

— ¿Thor? — No retiró el filo del cuello de Thor.

— He vuelto, tal y como prometí.

— ¿Has vuelto solo?

— Si.

— ¿Te han seguido?

— ... ¿No?

— Eres un imbécil. — Retiró la daga con molestia. — No puedo creer que no te hayas asegurado que no te siguieran.

Thor no dijo nada, la mirada se notaba arrepentida y se mostraba preocupado de que hubiera alguien lo hubiera seguido y eso le molestaba, su error podría costarle la vida a ellos. Una metida de pata enorme.

— Loki, tranquilízate y deja de paniquear.

— ¿Paniquear? No estoy paniqueando.

— Estás comenzando a insultarme de la nada, eso haces cuando estás entrando en pánico.

— Yo no entro en pánico. Estoy molesto.

— Sólo cálmate. No creo que nadie me haya seguido.

— ¿Cómo llegaste?

— Heimdall me trajo varios kilómetros de aquí, cerca de la principal ciudad de Vanaheim.

— Eres idiota.

— Vine por asuntos del rey, padre ha convocado a varios líderes para comenzar tu búsqueda.

— Oh, esto es genial.

Long Live To Us | Thorki | AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora