Capítulo 2

742 76 8
                                    

«Huye pequeño salmón, huye

La verdad es que no tenía ninguna idea de que era lo que debía hacer, no sin poner en peligro a su familia o lo que quedaba de ella y no estaba encerrada o algo así. Después de matar a Baldr las cosas se volvieron complicadas. Siempre estaban ocultos, ya no podían salir a ningún lugar sin ser reconocidos, Odín los había puesto en la lista de los más buscados, así que tenían a grandes cazadores de los nueve mundos tras sus huellas. El estrés era continuo y dormía menos, Vali y Narfi crecían encerrados en una cueva de los bosques de Vanaheim y tenían pequeñas conversaciones sobre su madre, la recordaban con alegría y extrañando cada aspecto de ella. Eso le rompía el corazón a Loki, pero no podía hacer nada.

Una noche, mientras velaba por sus hijos algo se movía en la oscuridad, docenas de sombras de hecho. Varios hombres caminaban por los alrededores, asechándo entre los árboles. Habían vuelto a darle caza esa noche, y no permitiría que descubrieran cual era su escondite, no así de fácil donde los podrían acorralar. Así que cómo en veces anteriores, hizo uso de su magia e hizo una copia de él que se llevara a esos hombres del perímetro y al igual que todas las veces anteriores, cayeron en la trampa que normalmente terminaba con llevarlos a alguna zona peligrosa dónde habitan seres peligrosos y tenía algunas noches extras de tranquilidad. Pero esta vez fue diferente, alguien se había quedado atrás y decidió que asegurar la zona él solo sería una buena idea.

Loki tenía planeado matarlo y llevarlo a el río donde el agua se llevaría el cuerpo y alejaría las pruebas de que Loki rondaba esa cueva. Apenas había invocado una daga cuando la sombra dejó de ser sombra y dejó ver una silueta más conocida para el dios de las mentiras, con largos cabellos rubios y un cuerpo musculoso cubierto por una armadura que brillaba con la luz de la luna de Vanaheim. El rubio idiota iba a revisar la cueva y lo descubriría, todo se iría al carajo de nuevo y para agregar más peso a la situación, tendría que pelear contra Thor, el último hijo de Odín, para poder dar tiempo a los menores a huir con facilidad. La situación no podría parecerle menos afortunada, sabía por su propia experiencia lo agresivo y bruto que era él, la idea de enfrentarse a Thor le era casi desanimante, ya había visto y sentido la fuerza que dios del trueno poseía y que no dudaría en destrozarlo con una mano atada a la a espada mientras con la otra le reducía a nada.

Sus pequeños, Vali y Narvi estaban dentro de la cueva durmiendo, ellos tenían que escapar, la cueva tenía varios caminos que podrían tomar  y sólo algunos de ellos los sacarían de ahí. Creo una ilusión, él se quedaría a retener a Thor todo lo que su alma pudiera resistir, su ilusión por otro lado sacaría a los pequeños de ahí.

Su ilusión avanzó por la entrada de la cueva hasta desaparecer en la oscuridad y llegar hasta los hermanos, ambos dormían plácidamente, pero tenían que huir. La ilusión los llamó en voz alta y los jóvenes que habían aprendido a dormir atentos despertaron de inmediato cuando escucharon a su padre llamarlos. El pequeño Narvi de seis años quiso tocar a su padre, pero este dió un paso atrás.

— No estoy aquí, no realmente. — Aquello dió a comprender a ambos que algo malo debía estar pasando.— Deprisa, tomen todo y siganme, los guiaré lejos de aquí.— Ordenó.

— Padre.— Llamó Vali.— No podemos dejarte atrás.

— Tienen que hacerlo. Siganme.— Habló sin darles oportunidad de seguir hablando para seguir con esa loca idea de esperar por él.— Él ya está aquí, no hay tiempo que perder.— habló ya comenzando a caminar, dando la espalda a ambos.

— Pero papá... No podemos perderte a ti también.— Habló Narfi, quién no se daba por vencido.— Ya perdimos a mamá, no te perderemos a ti.

Long Live To Us | Thorki | AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora