Oye, ¡Joy!

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La rubia miraba los golpes que tenía marcados, su estómago, brazos, piernas, muslos y más. Mangle llegó con un botiquín de cosas para después vendarle y limpiar las heridos. En un momento la albina levantó la falda a la menor y está reaccionó rápido pegándole la mano a la mayor.

-Perdón un reflejo..

Mangle no digo nada, pero le pareció raro la reacción de Joy, miro su parte trasera (cof cof su buen culo cof cof) limpio el corte pequeño que tenía ahí y pudo observar como tenía marca de una mano, como si la hubiera azotado, bajo su mirada sin piedad alguna a las partes de Joy, estaba un poco irritada la piel, esto no le daba buena espina pero decidió callarse de nuevo.

-Ponte mi campera, así no se te ven los golpes cielo.

¿Por qué sos tan amable Meg?